Fuentes del gobierno sirio, por su parte, señalaron que las
imputaciones de EEUU e Israel en su contra formaban parte de una operación mediática
internacional cuidadosamente
preparada por la CIA y el Mossad, cuya trama empezó a desarrollarse tras el
asesinato con las denuncias de las planas mayores de Washington y Tel Aviv.
Portavoces de Damasco señalaron que la maniobra
tenía que ver con la
preparación de un "clima anti-Siria" que habían lanzado la Casa Blanca y el
Pentágono como marco justificatorio para las operaciones militares que
tienen previstas contra Siria y las organizaciones que operan contra Israel desde
territorio libanés.
La Unión Europea y algunos países de la Liga Arabe (aliados de
EEUU) se sumaron a la presión pidiendo el retiro de las tropas sirias de Líbano,
y posteriormente esa decisión fue plasmada en una resolución de la ONU que
exigía a Damasco su retiro militar de ese país.
Las grandes
cadenas internacionales, habituales usinas mediáticas de la CIA, realizaron por su
parte una desembozada campaña "anti-Siria"
recreando en sus contenidos y titulares el modelo paradigmático de
acusaciones a Siria realizadas por los funcionarios de Washington y Tel Aviv.
De esta manera, la prensa internacional se sumó a la campaña "anti-siria" repitiendo,
en otra escala, lo mismo que había hecho durante
la
operación preparatoria a la invasión de
Irak.
Sin
ningún tipo de procesamiento o análisis las grandes cadenas comenzaron a
"informar" sobre la crisis del Líbano mezclando
palabras claves : "Siria", "terrorismo", "guerra civil",
"atacante suicida", "tensión", "insurgentes",
"extremismo islámico", en su receta conocida de "demonizar" al
"enemigo" de turno de la maquinaria militar estadounidense.
Posteriormente ( y como es habitual que suceda) los equipos de
especialistas de Naciones Unidas (conducidos por Kofi Annan) elaboraron un
informe "demostrativo" de que detrás del asesinado del ex premier Hariri
estuvo el servicio de inteligencia sirio, a través de su delegación en Líbano.
Finalmente, y estrangulado por una operación de pinzas en la
ONU, Siria retiró gradualmente sus tropas y su destacamento de inteligencia
de Libano, convulsionado por el clima "anti-sirio" sembrado por la oposición
infiltrada por la CIA y el Mossad.
Para Damasco y los expertos sirios se había consumado la primera
parte de la operación:
Líbano y las organizaciones que combaten a Israel y a EEUU desde ese territorio
(sin la protección de Siria) quedaron a merced de los tanques y aviones de
Sharon.
En consecuencia, y con el argumento de combatir al
"terrorismo interno", las fuerzas israelíes podrían (y pueden) ingresar a
Libano trazando una frontera militar con Siria, desde la cual servirían de
cabeza de playa para un ataque militar de EEUU a ese país.
En los decálogos de
la Casa Blanca y el Pentágono, expulsada Siria
del Líbano, quedaba abierta la puerta para una intervención militar
estadounidense-israelí orientada a exterminar las bases logísticas y los
comandos operativos de las "organizaciones armadas terroristas" que cuentan con
su base de operaciones y entrenamiento en Siria, desde donde (según el
Pentágono) proyectan sus acciones hacia Irak, Palestina, y el Medio Oriente.
Hasta aquí, y según la describe la inteligencia Siria, las
piezas de la operación se desarrollaron con un mecanismo de relojería
posibilitado por la complicidad de la ONU y de la Unión Europea.
La operación "Al Qaeda" en Jordania
|
Un grupo de extranjeros trata de asistir a una persona herida durante la
explosión de una bomba en un hotel de Ammán |
Jordania: ¿Una segunda cabeza de playa
militar en frontera para estrangular y rodear militarmente a Siria?
Según coinciden varios expertos, los
últimos ataques "terroristas" de Al Qaeda a los hoteles en Jordania se
orientaron a preparar un clima "anti-sirio" entre el establishment de poder
de ese país.
No bien consumado los ataques, EEUU e
Israel desarrollaron el mismo esquema que utilizaron con el asesinato de Hariri
en Líbano: culparon del atentado a las fuerzas "terroristas" de Al Qaeda con
bases operativas en Irak y Siria.
Como siempre, la auto-adjudicación de Al
Qaeda de los atentados resultó totalmente funcional a las acusaciones
contra Siria emanadas de Washington y Tel Aviv.
Según una declaración oficial jordana
las víctimas incluyeron a 33 jordanos, seis iraquíes, dos bahreiníes,
tres chinos, un indonesio, un sirio, un saudí y un estadounidense.
Los "blancos" elegidos tampoco fueron al azar:
clases altas y pudientes que definen decisiones estratégicas de poder en
Jordania y Medio Oriente.
Presunto objetivo según la inteligencia siria:
Preparar el "clima" para un ingreso militar activo de Jordania en la
guerra contra el "terrorismo de Al Qaeda" que opera en Medio Oriente, y
cuyas bases logísticas, organizativas y operacionales se encuentran en Siria.
Fuentes sirias y analistas árabes señalan
que desde allí se copiaría la "operación Líbano" con el asesinato de
Hariri:
El territorio y las tropas jordanas, bajo control operacional de
oficiales israelíes y norteamericanas, servirían de nueva cabeza de playa
fronteriza para un ataque militar de EEUU a Siria.
La "Operación Jordania" buscaría consolidar una
"triple frontera" militar contra Siria (Irak al Este, Líbano al Oeste,
Jordania al Sur) desde la cual emprender una acción envolvente contra el
gobierno de Damasco, para establecer en su lugar un régimen títere y funcional a
la estrategia judeo-norteamericana en la región.
Dice el
profesor Michel Chossudovsky en su artículo*:
"Según Haaretz, Israel logró, con la
cooperación de las fuerzas de seguridad jordanas, evacuar discretamente a varios
ciudadanos israelíes antes de la explosión, que residían en el hotel Radisson
SAS:
"Un número de israelíes que estaban ayer en el Radisson SAS fueron evacuados
antes del atentado por las fuerzas de seguridad jordanas, al parecer debido a
una alerta específica de seguridad. Fueron escoltados de vuelta a Israel por
personal de seguridad.
El Ministerio de Exteriores declaró ayer que no se sabe de ningún turista
israelí que haya sido herido en las explosiones. Representantes de la embajada
de Israel en Ammán estuvieron en contacto con autoridades locales para examinar
todo informe sobre israelíes heridos, pero no se recibió ninguno”. “Muchos
muertos en tres atentados con bombas en Ammán; israelíes evacuados antes del
ataque, por Yoav Stern y Zohar Blumenkrantz, Haaretz, 9 de noviembre de 2005,
cursivas agregadas)".
Además, un informe publicado en The Los Angeles Times, citando una fuente bien
informada, también sugiere que la inteligencia israelí tuvo información
anticipada sobre los ataques y no intervino:
"Amos N. Guiora, un antiguo alto
funcionario israelí del contraterrorismo, dijo en una entrevista telefónica con
The Times que fuentes en Israel le habían informado sobre las evacuaciones antes
de los ataques.
“Significa que hubo excelente inteligencia de que esto iba a ocurrir”, dijo
Guiora, ex dirigente de las Fuerzas de Defensa Israelíes [ejército israelí,
N.d.T.] que ahora dirige el Instituto de Seguridad, Derecho y Política Global,
en la universidad Case Western Reserve en Cleveland. (LA Times, 11 de noviembre
de 2005) ".
Un nuevo paso hacia el "Objetivo Siria"
También
citado por Chossudoswsky: según un informe israelí de radio, los ataques han
abierto el camino hacia la firma de un acuerdo de inteligencia conjunta entre
Israel y Jordania.
“Jordania se encuentra en camino a formar un acuerdo conjunto de seguridad y a
establecer una sala de operaciones para el combate contra el terrorismo en
cooperación con Egipto, Arabia Saudí y la Autoridad Nacional Palestina.”
(Cita de periodista en la conferencia de prensa del Ministerio de Exteriores
jordano, 13 de noviembre de 2005).
¿Una alianza "inter-árabe" colaboracionista
integrada por Egipto, Jordania y el "agente encubierto de la CIA", Abu Abbas, en
Palestina, para atacar Siria?
En los hechos ya estaría funcionando:
Jordania,
Egipto y la Autoridad Palestina (aliados de Washington y Tel Aviv) coinciden con
Israel y EEUU en el mismo objetivo de exterminar a las organizaciones
guerrilleras (Hamas y otros) que se oponen a la expansión y ocupación de las
tropas sionistas de Israel en Palestina, Líbano y Medio Oriente.
Y también coinciden con la "apreciación" del
Pentágono: las bases operativas, logísticas y organizacionales de estas
formaciones "terroristas" se encuentran en Siria.
Por lo tanto: el "objetivo" convergente es un
ataque militar "preventivo" a Siria, según fuentes de la la inteligencia
siria y analistas militares árabes.
Describe Chossudoswky*:
"Los ataques fueron inmediatamente
descritos en los medios occidentales, sin evidencia corroborante y antes de
realizarse una investigación, “como teniendo todos los signos de Al-Qaeda”.
Una declaración supuestamente escrita por “Al-Qaeda en Irak” fue colocada en un
misterioso sitio islamista en la red. La publicación en la red, que reivindicaba
la responsabilidad por los atentados, señaló que los ataques eran una reacción
ante “la conspiración contra los suníes cuya sangre y honor fueron derramados
por los cruzados y los chiíes”.
Presentados en las cadenas de televisión en todo el mundo, los ataques fueron
seguidos por mítines masivos y manifestaciones en toda Ammán dirigidos contra
el cerebro terrorista Al Zarqaui".
A Chossudowsky se le olvidó decir que todo
parecido con el Líbano después del asesinato de Hariri, es pura coincidencia.
Dice la Red Voltaire*:
"La administración Bush quiere atacar a Siria o a Irán para hacer olvidar los
problemas en Irak. Editorialistas árabes ya ni siquiera comentan la
confiabilidad del informe Mehlis. Lo consideran un documento por encargo que
tiende a justificar sanciones o una agresión contra Siria.
Tras el atentado que costó la vida al
ex primer ministro libanés Rafic Hariri y a otras 22 personas, vimos con qué
rapidez los editorialistas y "expertos" atlantistas acusaron a Siria .
Dichos analistas prescindían de las
pruebas para lanzar sus acusaciones contra Damasco, por lo tanto aceptan hoy,
sin la más mínima crítica, el informe
Mehlis que confirma sus presupuestos
iniciales.
Así, la prensa occidental presenta el
expediente abierto por el juez alemán como la prueba irrefutable de la
culpabilidad siria en el atentado y deduce que todos los atentados sufridos
desde entonces por el Líbano formarían parte de un complot sirio para
desestabilizar el país".
Nota: El informe Mehlis fue
elaborado por los investigadores de la ONU sobre el asesinato del ex primer
ministro libanés Rafik Hariri
La "acción psicológica"
Los especialistas árabes y sirios coinciden en el plan de acción
psicológica mediática para justificar las operaciones militares contra Siria es un
calco del que utilizaron para invadir Irak:
1)Demostrar que Siria apoya al
"terrorismo internacional",
2) Siria "amenaza la seguridad de sus vecinos", y
está en posesión de armas de destrucción masiva.
Entre las tesis justificatorias
(constantemente recreadas por las usinas mediáticas de la
CIA) se cuentan:
A) Siria pone en
peligro la paz en Medio Oriente, y su presencia
militar puede embarcar a la región en otra cruel guerra civil como la que
vivió el Líbano en la década del 70.
B) La situación
del Medio Oriente amenazado por red
internacional del "terrorismo islámico" con bases en Siria,
justifica una operación militar contra Damasco
para exterminar la cabeza de hiedra de la "amenaza islámica" a la región.
Estas ideas
fuerza lanzadas masivamente por medio de consignas periodísticas, "cierran" con
el plan madre del sionismo judeo-norteamericano de Washington fogoneado por la
troyka de expertos del lobby judío de los neocons.
Este lobby, dirigido políticamente desde la Casa Blanca
por el vicepresidente Dick Cheney, y liderado en la secretaría de Defensa
por su titular, Donald Rumsfeld, representa en esencia el interés de las armamentistas
las petroleras y los consorcios de servicios que operan contratos millonarios con el Pentágono estadounidense.
El Plan estratégico
Son muchos los expertos y libros que coinciden en que el grupo de neoconservadores, ejecutor de la línea matriz de
la política exterior norteamericana desde el 11-S,
defiende abiertamente
la intervención militar en todo el mapa de Medio Oriente para eliminar "la
amenaza árabe a Israel".
Después de planificar la
invasión a Afganistán (bajo el pretexto de destruir a la red "Al Qaeda"), y
de la ocupación militar de Irak (bajo el pretexto de terminar con las
armas de destrucción masiva de Saddam Hussein) el lobby y
los halcones norteamericanos,
fortificados por la reelección de Bush, y contando con la sumisión de Europa y
de Rusia a la "guerra contraterrorista", han puesto la mira en tres países
claves: Siria, Líbano e Irán.
El grupo de halcones militares y civiles pro-Israel
planificó la invasión a Irak a partir de un principio sustentado en la
"teoría de los bolos"
del Oriente Medio, según la cual un golpe dirigido
contra Irak
podría derribar varios regímenes árabes del Medio
Oriente.
Como
ese principio fracasó en Irak, la misma teoría la repiten ahora poniendo
en el centro a Siria,
y con la mira puesta en el resto de los países agendados
como "blancos" del Pentágono en el segundo mandato de
Bush, caso de Irán, el otro objetivo estratégico de gran
envergadura a conseguir por los halcones.
El plan, bautizado como proyecto de "remodelación
del Medio Oriente", fue
reafirmado por el presidente George W. Bush en su discurso de
asunción del segundo mandato,
el 20 de enero pasado.
Para
precisar el nuevo contexto, el
jefe de la Casa Blanca recordó, en su alocución,
los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, como
"un día de fuego", y añadió: "nuestro deber no está definido
por las palabras que uso, sino por la historia que hemos visto juntos".
"La mejor esperanza para la paz en nuestro mundo reside en la
expansión de la libertad en todo el Planeta", afirmó Bush
dejando en claro que la política exterior iniciada tras el 11-S seguirá inconmovible y con más fuerza con
la halcona negra, Condoleezza Rice, al frente del Departamento de Estado.
El discurso de Bush no hacia otra cosa que
"reciclar" con palabras
aggiornadas el
proyecto de
"remodelación
del Medio Oriente", ahora vestido de
cruzada libertadora contra el terrorismo y las "tiranías del mundo".
El gobierno sirio, según el decálogo
bushiano de la Casa Blanca, cumple acabadamente con el modelo: es un régimen
"dictatorial" que protege y promueve al "terrorismo".
La
Operación Siria, pieza maestra del plan, busca como objetivo
estratégico afianzar el control de las reservas
energéticas en el Medio Oriente y en los Estados del
Golfo, asegurar una base de control geopolítico-militar con
proyección al Asia, y seguir con las conquistas de
nuevos mercados, apoyándose en el poder
nuclear-militar de Israel a nivel regional.
El plan
tiene a Jordania, Egipto, y a algunos países de la Liga Arabe
como aliados, y cuenta con que la mayor parte de los emiratos
mantengan una actitud pasiva como la que tuvieron con Irak.
Tras el apoderamiento militar de Irak, en el tablero sólo
quedan dos países fuera de control:
Irán y Siria.
Siria
es un objetivo aún más "inmediato" que Irán, dado que el Pentágono
necesita neutralizar una posible convergencia masiva de los guerrilleros
islámicos (provenientes de Siria y el Medio Oriente) a Irán en caso de que este
sea atacado militarmente por EEUU.
En este
contexto estratégico, los ataques terroristas de "Al Qaeda", tanto en Egipto
como en Jordania, conforman la fase preparatoria final para los comienzos de
una nueva operación contra Siria del eje EEUU-Israel-Unión Europea en la ONU,
asentada por nuevas resoluciones y declaraciones condenatorias a las "bases
terroristas" de ese país.
Cumplimentados estos requisitos -según los expertos árabes y sirios- queda
despejado el camino para el comienzo de los ataques militares aéreos contra
Siria, complementados por operaciones especiales terrestres lanzadas desde
las "cabeceras de playa" en Jordania y el Líbano.
Informes
relacionados:
Michel
Chossudovsky* /
¿Sabía de antemano Israel de los ataques terroristas de Ammán?
Red
Voltaire*
/
Asesinato de Hariri: ya no hay necesidad de pruebas contra Siria