ara
saber qué pasó, lo mejor es escuchar a la Policía", dijo Tony Blair en
conferencia de prensa sobre las explosiones que sacudieron a Londres este
mediodía. Sus medidas palabras no fueron casuales: la información llegaba a
cuentagotas al igual que sucedió el 7-J.
Cuando
se sabía poco y nada, miles de internautas se convirtieron otra vez en
periodistas espontáneos. Publicaron opiniones en sus weblogs personales, se
convirtieron en cronistas o mandaron testimonios a las ediciones online de las
grandes cadenas de noticias que no se sumaron a la política oficial de
dosificación informativa.
Las explosiones en las estaciones de Warren Street, Shepherd's Bush y Oval se
produjeron cerca de las 12. Pasaban los minutos y crecían las sospechas de estar
frente a un nuevo bloqueo informativo, similar al escenario que dominó el pasado
atentado que dejó 56 muertos.
La clave
de las autoridades británicas fue bajar el tono a este nuevo golpe
terrorista. Las precisiones fueron tan escasas como las imágenes de la
televisión y las
fotografías tomadas desde celulares fueron las vedettes no solo de la
cobertura sino también de la investigación.
Las nuevas tecnologías jugaron otra vez un rol principal. Inclusive el
propio jefe de la Scotland Yard pidió a los británicos que envíen todo el
material que hayan registrado con sus celulares o filmadoras a la página web
de la
Policía Central.
Esos
mismos registros que se subieron en las páginas de varios medios online son,
para los servicios secretos, un punto importante para dar con los autores
de los atentados o el comienzo de una pista que sume claridad a la
investigación.
Dos
horas después de las explosiones, las certezas hacían agua por todos lados y
ante este panorama dominado por rumores, los blogs de periodistas aficionados
que publicaban sus textos y los testimonios de varios pasajeros se multiplicaron
sin escalas por la red.
El diario británico
The Guardian mantuvo online un espacio alternativo para informarse
tal como lo hizo en el 7-J a través del apartado
Newsblog, donde se puede acceder a crónicas de periodistas aficionados,
información y análisis de testigos y opiniones de cientos de internautas.
Otros de
los sitios disponibles para acceder a información de primera mano son los blogs
como
europhobia.blogspot.com,
londonblog.com, europhobia.blogspot.com y el caso de wikipedia.org que se
actualizó minuto a minutos. También se crearon foros y debates en los grandes
medios como el caso de
Reporters´log, y
Sky News.
Un internauta identificado como Peter detalló la situación de miedo que siguió
desde la ventana de su oficina del trabajo. “La Policía acaba de realizar una
explosión controlada fuera de los Tribunales de Justicia.
Ahora
estoy en una oficina en el segundo piso a través. La Policía todavía está
gritando a la gente para conseguir que se ubiquen detrás de las vallas, están
todos con mucho pánico”. Más temprano Laura Brittan señaló en el mismo blog que
en la estación Warren “la gente huyó gritando” cuando sonó la alarma de
evacuación.
Fueron cientos los
relatos de las víctimas. "Estaba en el medio del vagón, y el tren no estaba
lejos de la estación de Warren Street, cuando de repente la puerta entre mi
coche y el siguiente estalló y docenas de personas empezaron a correr. Algunos
se cayeron, había pánico", contó Ivan McCracken al diario Daily Telegraph.
"Pánico" fue la palabra que más se repitió entre las sensaciones de los
pasajeros del metro donde se produjeron las explosiones. Con el correr de las
horas, los londinenses comenzaron a publicar sus dudas en la red entre la
desolación y el miedo.
“¿Fracasó el servicio de inteligencia para prevenir esto?”, ¿“Fue una mala copia
del último atentado que gracias a Dios no dejó en esta ocasión víctimas”?.
Dudas que corrieron como reguero de pólvora, y respuestas que acusaron en su
mayoría, la invasión de Irak y el apoyo a la administración Bush como aliado
estratégico.