El
jefe de la policía británica, Ian Blair, retrasó el inicio las
investigaciones sobre la muerte a tiros por "error" del brasileño
Jean Charles de Menezes argumentado que se trataba de un caso de
"terrorismo", según una carta que envió el comisario al Ministerio
del Interior que fue difundida este viernes.
En
un escrito dirigido al Ministerio del Interior, el comisario de la Policía
Metropolitana, Ian Blair (en la foto) , dijo que se negaba a que la Comisión
Independiente de Reclamaciones de la Policía (IPCC, por su sigla en inglés)
tuviera acceso a la escena del crimen porque la investigación
"antiterrorista" tenía prioridad.
Su decisión impidió que la
investigación no empezara hasta seis días después de que Menezes fuera abatido
por "error" en una estación del metro.
En un artículo el profesor Michel Chossudovsky
sostiene que la ejecución de Menezes fue realizada por una división especial de
la policía británica siguiendo planes contenidos en una misión "antiterrorista"
denominada "Operación Kratos".
Esta operación especial -según
Chossudovsky- fue ejecutada por la Unidad armada de elite SO19, de la policía
Metropolitana de Londres, a menudo nombrados como Boinas Azules.
En cuanto al operativo de asesinato
de Menezes, Chossudovsky lo describe como un accionar equivalente a los US SWAT Team
norteamericanos, sobre todo teniendo en cuenta que los ejecutores no
vestían uniformes ni llevaban placas identificatorias.
Los familiares de Jean Charles estuvieron
en Londres para exigir justicia.
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Esta unidad de elite policial fue
entrenada por oficiales "escogidos" que estuvieron aprendiendo tácticas de
procedimientos extremos en Israel, y que fueron instruidos por agentes
especiales expertos en la lucha contra el "terrorismo" de Hamas.
La Policía Metropolitana de Londres
había aprobado una política de "tirar a matar", una táctica
desplegada sólo en las circunstancias más extremas, que fue utilizada
inmediatamente después del los ataques teroristas del 7-J en Londres.
Esa decisión se entroncaba con una política de
"mano dura" y de cacería de "terroristas" islámicos que había lanzado el
gobierno de Tony Blair inmediatamente después de los atentados del 7_J en
Londres.
Correlativamente, y mientras los medios británicos
manipulaba la psicosis de "miedo" al terrorismo, el primer ministro presentó al
Parlamento un proyecto de endurecimiento de la legislación británica que
la equiparaba con la "Ley Patriota" contra el terrorismo existente en EEUU.
La recomendación de disparar directamente a la cabeza en lugar de al pecho o los
miembros, obedece, según los mandos policiales, a que es la única forma de
evitar que el sospechoso accione los explosivos que pudiera llevar encima,
lo que permitiría salvar otras vidas.
Lo cierto es que lo de Menezes no se trató de una muerte por error sino un
fusilamiento por parte de grupos operativos especiales cuya orden era
disparar, ejecutar, a cualquier blanco sospechado de "terrorismo"
Por
esa razón el jefe de policía Blair rechazó en un primer momento que
miembros de la Comisión Independiente de Quejas a la Policía (IPCC) visitaran la
estación londinense de Stockwell, donde los agentes dispararon al brasileño,
causándole la muerte, al supuestamente confundirlo con un "terrorista".
En la carta, divulgada hoy por el
Ministerio del Interior en virtud de la ley de Libertad de Información, el
comisario Blair sostiene que las indagaciones sobre la muerte de Menezes
"serán rigurosas pero sujetas a las necesidades de la operación
antiterrorista", que debe tener prioridad.
Así, la decisión de Blair impidió que la IPCC no comenzara sus investigaciones
hasta seis días después de que Menezes fuera abatido por error por los agentes
el pasado 22 de julio, al día siguiente de los atentados fallidos de Londres.
De Menezes, un electricista de 27
años, recibió siete impactos de bala en la cabeza en la estación de metro
de Stockwell, en el sur de Londres, cuando abordaba uno de los trenes, un día
después de los ataques del 21 de julio al sistema de transporte londinense.
La policía estaba buscando a un hombre que tuvo relación con dichos ataques y
creyó que de Menezes tenía una bomba.
El Ministerio del Interior publicó la carta bajo el principio de la libertad
de informar.
La investigación sobre los disparos "será llevada a cabo por la propia Dirección
de Estándares Profesionales de la Policía Metropolitana", escribió Blair. Será
"rigurosa, pero subordinada a las necesidades de la operación antiterrorista".
Según señala Blair en la carta al
Gobierno, "en una situación que cambia rápidamente y en la que la posibilidad
de terroristas suicidas es muy alta, un jefe policial debería poder
suspender" la norma que "requiere que se entregue toda la información a la IPCC".
Para el jefe de Scotland Yard, la
obligación de la Comisión de informar a la familia del fallecido "podría poner
más vidas en peligro".
En la nota, el comisario busca el "apoyo" del Ejecutivo británico, a la vez que
asegura que no pretende "eximir" a sus oficiales de posibles responsabilidades
penales.
Sin embargo, pide que "las
autoridades judiciales" se hagan cargo de las "presiones" bajo las que trabaja
la policía "en escenarios terroristas".
El comisario señala, además, en la carta que ya ha planteado al primer ministro
británico, Tony Blair, la necesidad de "proteger legalmente" a los
agentes que deben tomar decisiones en relación con sospechosos de ser
terroristas suicidas.
Ese retraso de las investigaciones
provocó la ira de los familiares del joven brasileño, de 27 años, que
denunciaron el "encubrimiento" de la policía y pidieron la dimisión del
comisario.
Las peticiones de la familia de Menezes para que renuncie Ian Blair se
redoblaron esta semana con la visita de sus padres desde Brasil a la capital
británica, para aclarar las circunstancias de la muerte de su hijo y exigir
justicia.