(IAR-Noticias)
26-Dic-05
A Irán lo espera un complicado
diálogo con la UE sobre el programa nuclear.Las negociaciones se reanudan el 21
de diciembre en Viena y van a girar alrededor de un tema en esencia: los
europeos le van a ofrecer a Teherán de hecho la iniciativa promovida por Moscú:
la de sacar fuera del país el proceso de enriquecimiento del uranio.
Por Piotr Goncharov -
RIA Novosti
En opinión de la mayoría de los expertos, tal variante contribuiría, sin lugar a
dudas, a restablecer la confianza hacia el programa nuclear iranio como el
apuntado a utilizar la energía del átomo con fines pacíficos.
¿Qué actitud va a mantener la parte iraní? ¿En qué grado estará dispuesto
Teherán a hacer concesiones?
De momento Irán sigue insistiendo en su derecho legítimo a fabricar combustible
nuclear para la central atómica en su territorio nacional, así como refuta todas
las acusaciones respecto a su supuesta aspiración a crear bomba atómica bajo la
cobertura de desarrollar un programa nuclear pacífico.
Los iraníes ven una amenaza directa a
su ciencia en los proyectos de instituir empresas mixtas con el fin de realizar
el enriquecimiento del uranio en terceros países. El domingo pasado, el
secretario del Consejo Supremo para la Seguridad Nacional de Irán, Ali Larigani,
manifestó: el problema existente entre EE UU y otros países occidentales, por
una parte, e Irán, por la otra, no estriba en la bomba nuclear. Dichos Estados
quieren que Irán siga siendo consumidor de altas tecnologías, como lo son
algunos de los países limítrofes, en vez de ser su productor.
Las negociaciones pueden coronarse de éxito si se logra hallar una decisión que
no les cierre a los científicos iraníes el camino hacia la labor investigadora,
no importa en qué territorio se realice ésta.
La actual ronda de negociaciones de Viena puede resultar decisiva ante la toma
de un veredicto definitivo respecto al dossier nuclear iranio en su conjunto. El
Consejo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en marzo próximo
deberá poner el punto final en el asunto de si se debe elevar el dossier al
Consejo de Seguridad de la ONU, según lo exige EE UU, o cerrarlo.
Mas expertos opinan que la ronda de turno de las negociaciones iranio-europeas
no va a aportar resultados palpables. En tal caso EE UU y otros países
occidentales, intentarán, sin duda, presionar sobre Rusia, la que hasta hoy día
se ha manifestado en apoyo al programa nuclear pacífico de Irán, con el fin de
que ella no recurra a su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU a
la hora de votarse la propuesta de introducir sanciones internacionales contra
Irán.
A Rusia le suelen asignar un papel especial – cada vez más notable – en la
solución del problema nuclear iranio. Rusia tanto apoya el desarrollo por Irán
de su programa nuclear pacífico como coopera con él en los más diversos campos,
incluidos el militar, el de seguridad y el de energía atómica.
Además se cree que el país donde podría instituirse una empresa mixta de
enriquecimiento del uranio es Rusia y que a Irán ya se le hicieron las
respectivas propuestas. Verdad que el presidente del parlamento de Irán,
Golamali Haddad Adel, al visitar la semana pasada la capital de Rusia, reunido
con los periodistas, subrayó: Teherán no ha recibido tales sugerencias de Moscú,
pero aceptaría sostener conversaciones al respecto.
Irán no oculta que considera importantes y difíciles las actuales negociaciones
en Viena, pues de sus resultados depende cómo va a estructurarse en lo venidero
la política de Irán en materia nuclear.
Al insistir en su derecho a crear el ciclo nuclear completo, el presidente de
Irán, Mahmud Ahmadineyad, firmó hace unos días una ley que estipula cerrar a los
inspectores internacionales el acceso hacia los objetivos nucleares en Irán en
caso de agravarse la situación en torno a su programa nuclear.
De momento los inspectores están
trabajando enérgicamente sin que nadie les oponga trabas. Según esa ley, el
Gobierno de Irán deberá adoptar tales medidas si la AIEA considera necesario
elevar al Consejo de Seguridad de la ONU el estudio del conflicto en torno al
programa nuclear iranio.
Es difícil juzgar de la eficacia práctica que va a tener tal ley. Pero es obvio
que al firmarla, el presidente Ahmadineyad de hecho ha proclamado que Irán puede
hacer parar automáticamente el cumplimiento del Protocolo Adicional al Tratado
de No Proliferación del Arma Nuclear. Pero es que precisamente dicho Protocolo
obliga a sus signatarios a garantizar la transparencia de sus tecnologías
nucleares.
En opinión de unas fuentes rusas cercanas al proceso negociador, la posición de
Moscú será la de antes: la AIEA tiene que seguir siendo el mecanismo principal
de solución del problema nuclear iranio. Pero no sería de sobra hacerle recordar
a Teherán que, a la par con los derechos que concede la AIEA, también establece
los deberes, dicen estas fuentes.
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