(IAR-Noticias)
18-Nov-05
EFE
El
ministro de Interior iraquí negó el jueves las acusaciones que penden sobre su
ministerio por presuntas torturas cometidas contra los presos, mientras la
embajada de EEUU en Bagdad aseguró que el Gobierno iraquí tiene que aclarar el
asunto.
El responsable de
la cartera de Interior iraquí, Bayan Yabr, salió hoy al paso de las acusaciones
de que más de 170 presos fueron torturados en instalaciones dependientes de su
ministerio.
"Las informaciones divulgadas sobre
la existencia de agresiones no son verdad y contienen una gran injusticia para
el Ministerio de Interior", afirmó Yabr en una rueda de prensa celebrada en la
capital.
El primer ministro iraquí, Ibrahim Al
Yafari, admitió el martes que se habían cometido torturas en una prisión
dependiente del Ministerio de Interior, donde 173 detenidos fueron vejados y
golpeados.
Las fuerzas estadounidenses
irrumpieron el pasado domingo en una instalación perteneciente al Ministerio de
Interior, aunque no se informó de si es en ese edificio donde se encontraban los
presos presuntamente torturados.
Aunque en un primer momento el
Ejército estadounidense no dio detalles sobre el asalto a la sede ministerial,
el mismo día en que Yafari reconoció la existencia de torturas el mando militar
afirmó que sus soldados penetraron en el edificio para liberar a los presos que
sufrían malos tratos.
çEntre los encarcelados se
encontraron dos reclusos que sufren de parálisis y otros que tienen distintas
marcas en el cuerpo causada, presuntamente, por la tortura.
"El cuartel se considera uno de los
edificios del Ministerio, que lo usaba como su sede y que contenía el despacho
del ex ministro de Interior. No es un lugar secreto como han dicho", insistió el
ministro de Interior iraquí.
Yabr añadió que "dentro de esta sede
hay 29 jueces de las fuerzas especiales del Ministerio de Interior, en su
mayoría baazistas (del antiguo partido Baaz del depuesto dictador Sadam Husein),
que no han sido apartados (de sus funciones), y que vigilan todo lo que pasa
dentro del cuartel".
El responsable iraquí aseguró que su
ministerio no permite a ningún general que golpeé a un preso, aunque reconoció
que existen 7 casos de agresiones a los presos de la citada sede, y que se
interrogará y juzgará a los agresores.
Además, Yabr acusó al Partido
Islámico Iraquí (PII), la mayor agrupación suní en Irak, "de dirigirse a los
estadounidenses en vez de al Ministerio, en un intento de presionarnos".
El ministro se preguntó, además, "por
qué se llama a sí mismo (partido) islámico si no se dirige directamente a
nosotros, como ciudadanos de la misma patria musulmana", y advirtió de que
revelará "la realidad del PII" que, según él, acoge a un gran número de
baazistas entre sus miembros.
El PII instó ayer a que la ONU, la
Liga Arabe y la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) abran una
investigación internacional sobre la violación de los derechos humanos en Irak.
La embajada estadounidense también se
pronunció hoy sobre este asunto, destapado por la irrupción de sus soldados en
la sede ministerial.
A través de un comunicado, la
embajada estadounidense recordó que las autoridades iraquíes han asegurado que
adoptarán las medidas necesarias para que ningún detenido del Ministerio de
Interior sea objeto de tortura.
Además, la embajada condenó el mal trato a los detenidos, y afirmó que el
régimen iraquí dirigirá la investigación y llevará ante la justicia a los
responsables.
La legación diplomática ofreció su
ayuda al Gobierno iraquí para asegurar que la investigación sea justa.
También el ministro de Derechos Humanos iraquí, Zuheir Al Galbi condenó hoy los
abusos contra los presos.
"El primer ministro creó de inmediato
un comité para investigar el asunto, y se formarán comités del Ministerio de
Derechos Humanos en cada cartera para controlar todo lo que esté relacionado con
los derechos del ciudadano iraquí", añadió.
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