(IAR-Noticias)
29-Nov-05
Prensa Latina

La nueva
estrategia de reducción de fuerzas del Pentágono en Iraq también
podría fallar, debido a la beligerancia de la insurgencia, entre
otros factores, destaca en su edición de esta semana la revista
Newsweek.
Pese al regreso a casa previsto en 2006 para un gran número de
soldados, las unidades iraquíes "seguirán dependiendo del Ejército
estadounidense en el apoyo logístico y en otras funciones", señala
un artículo del semanario.
Unos 155 mil efectivos norteamericanos están desplegados en
territorio iraquí, pero el Pentágono afirmó que este inventario será
reducido en unos 10 mil luego de las elecciones del próximo 15 de
diciembre en esa nación del Golfo Pérsico.
El entrenamiento y equipamiento de las fuerzas locales debe
completarse en enero de 2007, pero tomará mucho más tiempo lograr
que esas agrupaciones cuenten con sus propios aseguramientos,
declaró el teniente general David Petraeus, quien dirigió la
preparación de esas tropas.
"Eso significa que los convoyes estadounidenses no dejarán de rodar
a lo largo de las carreteras y podrían ser más vulnerables ya que
tendrán que ser protegidos por los iraquíes, y no por las tropas
norteamericanas", consideró Petraeus.
La mayoría de los expertos coinciden en que la ocupación extranjera
es "un generador importante de la insurgencia", que ha mostrado una
gran habilidad para adaptarse a los cambios tácticos de las fuerzas
estadounidenses.
Además de las acciones de la resistencia, señala Newsweek, la otra
gran barrera en la estrategia del presidente George W. Bush es su
falta de credibilidad en las razones que tuvo para emprender la
agresión armada, algo similar a lo ocurrido en la guerra de Vietnam.
"Por qué después de dos años de acusaciones que resultaron falsas
-contra Bagdad-, la opinión pública estadounidense tendría que estar
junto a su presidente", preguntan los periodistas Michael Hirsh,
Scott Johnson and Kevin Peraino, autores del artículo.
Bush justificó la invasión tras el pretexto de que Iraq constituía
una amenaza al tener un programa de armas de exterminio masivo. Sin
embargo, pese a estar el país ocupado por fuerzas extranjeras desde
marzo abril de 2003, no fueron halladas evidencias de esos
portadores.
Influyentes congresistas republicanos exigieron este domingo
explicaciones precisas a la Casa Blanca sobre el curso de la guerra
en Iraq, donde la cifra de militares norteamericanos muertos
sobrepasa los dos mil 90.
John Warner, presidente del Comité de Servicios Armados del Senado,
exigió a Bush esclarecer el desarrollo de esa conflagración.
En similar tono habló el republicano Richard Lugar, presidente del
Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, quien expresó que
la opinión pública nacional requiere más información sobre el curso
de las operaciones bélicas en Iraq.
Confiamos en que en breve la administración federal nos provea más
datos acerca de la situación real en el Medio Oriente, para que el
debate pueda ser bien argumentado de cara a la ciudadanía, manifestó
el legislador en un programa de televisión.
El 15 de noviembre último el Congreso aprobó una resolución que
exige a la Casa Blanca reportes trimestrales sobre los operativos
militares y policiales en el país árabe.
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