(IAR-Noticias)
05-Dic-05

Comentarios de retirada resuenan para las
tropas extranjeras asociadas al Ejército de Estados Unidos en Iraq. El Pentágono
podría sufrir en breve el repliegue de unos 15 mil soldados aliados.
Por
Jorge V. Jaime - Prensa Latina
Durante las últimas semanas los gobiernos de Italia, Japón, Bulgaria, Gran
Bretaña, Ucrania, Australia, Polonia y Sudcorea anunciaron la posibilidad de
reducir drásticamente el inventario de sus efectivos militares en el país
asiático.
A tenor de tal revelación, analistas de la prensa nacional afirman que ese hecho
significa el resquebrajamiento de la coalición de fuerzas que secundó a
Washington en su agresión contra el gobierno de Saddam Hussein en 2003 y
posterior ocupación de Iraq.
En los meses siguientes a la invasión, el ejército interventor sumaba unos 300
mil hombres de 38 países, pero actualmente el respaldo a la política bélica de
la Casa Blanca se traduce en unos 24 mil reclutas no combatientes, de 27
naciones.
Este cisma es otra mala noticia para el presidente George W. Bush, al tiempo que
se multiplican las presiones de personalidades y de la ciudadanía nacional en
reclamo de un inmediato retiro de las tropas estadounidenses, apostillan
observadores.
Por lo pronto, Bulgaria y Ucrania indicaron que sus unidades en Iraq -unos mil
250 soldados- regresarán este mismo mes. El resto de los países presentaron un
programa de disminución de fuerzas militares que comenzará a inicios del nuevo
año.
Según los expertos, la conmoción por los más de dos mil 100 soldados
estadounidenses muertos y los 16 mil heridos ha excedido las fronteras
norteamericanas e impactó en otras latitudes.
Terence Taylor, especialista del Instituto de Estudios Estratégicos de
Washington, comentó en el diario Houston Chronicle que la opinión pública en
estos países está profundamente dividida. El descontento les llega desde el
mismo interior de Estados Unidos, consignó.
Ya desde el lejano 2003 analistas militares norteamericanos auguraron el fracaso
de la ocupación foránea a Iraq, y pronosticaron que la insurgencia armada
aumentaría paulatinamente.
Dos expertos del ejército estadounidense vaticinaron que habría un caos en la
nación asiática luego de la invasión extranjera. Washington podrá ganar la
guerra, pero perderán la paz, dijeron los especialistas.
Los analistas Andrew Terrill y Conrad Crane predijeron, además, que garantizar
la estabilidad política en el país árabe resultaría muy difícil, y advirtieron
sobre las consecuencias negativas de desarticular el ejército iraquí de la época
de Hussein.
La Casa Blanca debería reducir sus expectativas sobre el futuro político de Iraq,
y aceptar un gobierno relativamente estable, como alternativa preferible a una
guerra civil, concluyeron Terrill y Crane.
Asimismo, el representante demócrata John Murtha predijo este jueves que las
tropas norteamericanas regresarán de Iraq antes del plazo de un año, porque el
Ejército de Estados Unidos está sencillamente arruinado, subrayó.
Murtha, el demócrata de mayor rango en la Comisión de Defensa de la cámara baja,
calificó de precaria la estabilidad política de esa nación y apuntó que los
militares iraquíes no siempre comparten información de inteligencia con el
comando estadounidense.
El legislador de 73 años de edad y galardonado ex combatiente de Vietnam
pronosticó el estallido de una guerra civil, a causa de las rivalidades entre
las diferentes etnias sunitas, kurdos y chiítas.
John Murtha admitió que se había equivocado en un principio cuando votó a favor
de la agresión contra Bagdad. Cometí un error hace dos años, pero ahora urge
preocuparse por el futuro de nuestras fuerzas armadas, acotó.
Abrumado por las críticas populares, el presidente Bush defendió el pasado
miércoles lo que llamó su "Plan para la Victoria" en Iraq, en un discurso en el
cual descartó un retorno de las tropas estadounidenses en el corto plazo.
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