(IAR-Noticias)
03-Oct-05 Prensa Latina
Los testimonios actuales
de funcionarios de la Casa Blanca contradicen las declaraciones iniciales del
gobierno sobre la filtración en 2003 de la identidad de un agente CIA, informó
el domingo el diario The Washington Post.
El rotativo asegura que las declaraciones de Karl Rove, un cercano asesor del
presidente, George W. Bush, y de Lewis Libby, jefe de personal del
vicepresidente, Richard Cheney, evidencian que estaban más involucrados en la
filtración de la identidad de Valerie Plame.
Se espera que este mes sea dado a conocer el informe de la investigación del
fiscal especial Patrick Fitzgerald sobre el caso que involucra a dos de los
hombres más poderosos de la administración Bush.
Todo evidencia que Libby, deslizó información sobre Plame al menos con dos
reporteros, pero según sus abogados "no mencionó el nombre", precisa el
influyente diario.
La misma situación existe con Rove, el principal consejero político de Bush,
quien plantea que se entrevistó con dos periodistas pero nunca proporcionó el
nombre o papel de Plame dentro de la CIA.
Ambos testimonios contradicen las aseveraciones iniciales del gobierno meses
después que se hizo público que Plame trabajaba para la agencia de espionaje.
En octubre de 2003 el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, le dijo a los
reporteros que ambos funcionarios negaron categóricamente estar involucrados en
el asunto.
Se espera que Fitzgerald de a conocer los resultados de su investigación de dos
años esta semana.
La situación mantiene a la expectativa a la opinión pública, la Casa Blanca y
las filas republicanas, ante la posibilidad que se produzca una acusación contra
los dos funcionarios del gobierno.
El fiscal especial investiga si la divulgación de la identidad de la agente CIA
fue realizada en venganza contra su marido, el ex embajador Joseph C. Wilson IV.
Wilson acusó a la administración de manipular información de inteligencia para
justificar la invasión de Iraq en el verano de 2003.
El diplomático viajó a Níger en el 2002 para investigar la aserción de Bush de
que Iraq intentaba comprar uranio en la nación africana para usarlo en su
programa de armas nucleares.
En su informe sobre el estado de la Unión en 2003, el mandatario acusó a Bagdad
de esto para justificar la invasión.
Con posterioridad, Wilson desmintió al mandatario y después se produjo el
desenmascaramiento de la identidad de su esposa.
Algunos analistas, según el Times, dudan que la fiscalía tenga los elementos que
incriminen a los funcionarios del gobierno por violación del Acta de la
Protección de Identidades de la Inteligencia, un crimen penado por las leyes.
Los abogados que participan en el caso creen que el fiscal trata de establecer
que existió una conspiración entre varios funcionarios del gobierno para filtrar
la identidad de Plame en venganza contra Wilson.
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