(IAR-Noticias)
23-Nov-05
Reuters

Las bombas que
explotan en Bagdad generalmente sacuden el piso de operaciones y lleva diez días
que un inversor reciba una prueba de una orden de acciones, pero la inexperta
Bolsa de Comercio de Irak está pensando en grande.
Operando
fuera de un edificio fuertemente protegido en una calle residencial, los 50
corredores de la Bolsa de Comercio de Irak suscriben sus precios sobre tableros
en blanco, pero hay planes de lanzar la negociación electrónica el próximo
verano.
Pese al desafío técnico de operar una bolsa virtual en un país destrozado por
bombardeos diarios, los responsables quieren eliminar la negociación en el
parqué debido en parte a los riesgos de ataques.
"Si tuviera a todos mis operadores en un piso, podría eliminar un mercado
completo con un incidente", dijo un cargo de Estados Unidos que asesora a la
bolsa.
Después de dar vueltas por Bagdad buscando un hogar, la Bolsa se mudó desde un
hotel a una sede permanente este mes, en frente de una iglesia en el vecindario
cristiano.
La amenaza constante de ataques con bombas por parte de los rebeldes pesa
sobre la bolsa, la que está protegida por paredes de concreto y guardias de
seguridad que portan armas.
"Sigo controlando el edificio aún cuando estoy en casa, siempre estoy en
contacto con seguridad a través del teléfono y a veces vuelvo a la Bolsa a
la medianoche", dice el presidente ejecutivo de la bolsa, Taha Ahmed Abdul Salam.
Planes de expansión

No obstante, comparados a los
problemas que ha enfrentado la producción petrolera del país, su principal
esperanza para revivir una decadente economía, la bolsa de comercio
parece ser una historia relativamente exitosa.
Las negociaciones están limitadas a sesiones de dos horas de dos veces a la
semana, pero hay planes de extenderla a cinco horas de negociaciones por cinco
días a la semana una vez que esté completamente automatizada.
Cerca de 85 empresas están cotizando, incluidos nombre como Mesopotamia
Investment y Baghdad Soft Drinks, una cifra que Salam espera que aumente hasta
al menos 100 hacia fin de año.
Un promedio de 700 millones de acciones cambian de manos cada día, lo que
representa un volumen de cerca de 2.000 y 3.000 millones de dinares iraquíes.
Eso equivale a entre 1,4 y 2 millones de euros,
comparados con los cerca de 70.000 millones de dólares diarios de la Bolsa
de Nueva York, lo que ubica a la Bolsa iraquí entre las más pequeñas del mundo.
En lo que respecta a la trayectoria del índice
desde que comenzó la actividad de registración propiamente dicha en noviembre
del año pasado, Salam no está seguro, pero considera que ha subido cerca del
70 por ciento.
Las negociaciones electrónicas conectarían el mercado con el banco
central de Irak y los bancos de compensación a través de una red inalámbrica.
Una vez que el mercado esté automatizado, Salam también espera que muchas de las
empresas estatales iraquíes sean privatizadas y se les permita cotizar,
lo que impulsará enormemente la capitalización de mercado.
Dirigentes estadounidenses e iraquíes están esperando una ley que revoque la
prohibición de negociación para los extranjeros una vez que se elija un nuevo
gobierno en diciembre, una medida que podría ayudar a atraer inversiones
extranjeras.
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