El gobernador George Pataki
reiteró en conferencia de prensa que la huelga "es ilegal" y supone una
quiebra en la confianza que los neoyorquinos han depositado en los empleados del
transporte.
Al igual que el alcalde Michael
Bloomberg, Pataki sostuvo que los trabajadores no deben esperar a que se reanude
la negociación de un nuevo convenio colectivo mientras el metro y los autobuses
están paralizados.
"Lo he dicho bien claro: tienen
que poner fin a la huelga ilegal para que continúen las negociaciones. Están
violando la ley", afirmó Pataki, visiblemente enojado por la persistencia del
paro.
Recordó además que esta visión del
conflicto que tiene el ayuntamiento, la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA)
y el ejecutivo estatal, también la comparte el sindicato TWU Internacional, la
organización matriz de los empleados del transporte, que recomendó no ir a la
huelga.
Unas horas antes que el
gobernador, Bloomberg insistiera en su determinación de buscar en los tribunales
las decisiones necesarias para forzar el fin de la huelga, entre ellas más
sanciones económicas para el sindicado y los trabajadores, aunque no se
mostró partidario de encarcelar a los dirigentes sindicales.
Explicó que la ciudad seguía
funcionando pese a las actuales condiciones, gracias en parte al plan de
emergencia que regula el acceso a la ciudad y el tráfico, aunque destacó los
graves perjuicios que el paro tiene para numerosos sectores de la economía.
"Cuando el turismo se ve afectado,
Broadway sufre. Cuando la gente no puede llegar a la ciudad, nuestros
restaurantes no se llenan", señaló el alcalde.
Explicó que muchos restaurantes
registran un descenso del 40 por ciento en la actividad, que la asistencia a
los museos ha descendido 80 por ciento y muchos "delis" (establecimientos de
comida) se ven obligados a cerrar antes por falta de provisiones o porque no han
podido abrir.
Añadió que otras superficies
comerciales en los barrios que, junto a Manhattan integran la ciudad de Nueva
York, experimentan una fuerte baja en las ventas, ya que dependen en gran medida
de que los clientes puedan llegar hasta ellos con el transporte público.
"Esta huelga ilegal y
desconsiderada tiene que acabar ahora mismo", afirmó Bloomberg, quien criticó
con dureza a la dirección del sindicato.
Roger Toussaint, presidente de TWU
Local 100, hizo hoy también uso de la palabra para pedir disculpas a los
neoyorquinos por los inconvenientes que causan y rechazó los calificativos de
"matones" y "egoístas", entre otros, que han escuchado los trabajadores de
las autoridades neoyorquinas.
Reiteró que la lucha que mantienen
por este nuevo convenio colectivo es también "por el respeto y la dignidad"
de los empleados del transporte.
"Tenemos asuntos importantes que
pretendemos que se aborden en este contrato, más allá de las pensiones o los
salarios, y tienen que ver con el trato que se da a los trabajadores", afirmó.
Explicó que la propuesta de la MTA
sobre pensiones, que contempla que los nuevos empleados aporten 6 por ciento del
sueldo al plan de pensiones en lugar del 2 por ciento vigente, era el mayor
obstáculo para que las negociaciones se reanuden y avancen.
"Imponer esto por parte de la
MTA es ilegal", señaló Toussaint en una comparecencia ante la prensa.
Indicó que, si se deja ese asunto fuera de la mesa de negociación, "se habrá
recorrido un largo camino para reanudar las negociaciones y resolver la huelga".