Es
es la razón central por la cual el petróleo y el gas, desde el principio de la
Revolución Industrial en el siglo XIX, estuvo como la mecha detonante de
todos los conflictos geopolíticos y las guerras de conquista de las
potencias capitalistas hasta el presente.
Cuando EEUU invadió Irak, en marzo de 2003, lo hizo por tres razones precisas.
Primero, controlar el petróleo iraquí, la tercera reserva mundial detrás
de Venezuela y de Arabia Saudita. Segundo, cerrar el control geopolítico y
militar sobre el petróleo del Golfo Pérsico, y posicionarse con su Quinta
Flota nuclear frente a Irán y al Estrecho de Ormuz, por donde circula el 40% de
la producción mundial de petróleo. Tercero, el control del Golfo Pérsico y de
Irak, además de posibilitarle el acceso al 65% de las reservas mundiales de
petróleo, es una llave y una base de despegue terrestre para el control de
todo el Medio Oriente.
¿Y
como se engancha esto con la Tercera Guerra Mundial intercapitalista? Por vía
del segundo Gran Jugador mundial de la guerra fría. Rusia, primer
productor mundial de petróleo, y superpotencia nuclear que le disputa la
hegemonía del sistema capitalista a EEUU y la Unión Europea.
¿Y
como se infiltra Rusia en el área del petróleo y la energía de Medio Oriente?
Por tres vías principales: Irán (quinta reserva petrolera mundial),
Siria (donde tiene una base militar nuclear) y el Irak chiíta en el
gobierno (con quien tiene acuerdos de venta de armas). Con esto tres países
Rusia construyó acuerdos estratégicos.
En
julio de 2012 Irán-Irak-Siria con Rusia como proveedor de tecnología, firmaron
un acuerdo por 10.000 millones de dólares para construir un gasoducto que
transportará gas desde el campo South Pars de Irán (el mayor del mundo,
compartido con Qatar) a través de Irak hacia Siria, con una posible extensión al
Líbano, con destino final en Europa Occidental.
El
proyecto choca con el plan de construcción de un gasoducto por parte de Qatar,
con participación de Arabia Saudita y Turquía, que también exportaría gas del
campo North (contiguo al campo South Pars de Irán), pasando por Arabia Saudí,
Jordania, Siria y finalmente Turquía, con destino final en Europa occidental.
Por
eso, con Siria bajo control de Rusia, hoy el punto estratégico de la guerra
intercapitalista (con efecto contagio a nivel mundial) se sitúa nuevamente en
Irak donde EEUU perdió parcialmente el control.
La
cuenca petrolera iraqui se divide en tres sectores. Al Norte el Kurdistan (que
coquetea con Rusia), en el Centro la región suní, hoy tomada por los yihadistas
de la CIA, y al Sur los chiíes hoy convertidos en socios de Rusia.
En
resumen, de los tres sectores del petróleo iraquí, EEUU (después de haber
invadido militarmente en el 2003) no controla plenamente ninguno.
Por
eso lanzó la "invasión yihadista suní" con la CIA en el Norte y el Centro.
Primero, para justificar un nuevo reposicionamiento militar sobre el petróleo
iraquí, con el pretexto de "ayudar al gobierno chií a combatir el
terrorismo", Segundo, "somalizar" a Irak, partirlo y dividir su
petróleo en tres países.
Un
Irak kurdo por el Norte, un Irak suní por el Centro, y un Irak chií por el Sur.
Con EEUU, como "reaseguro militar de la paz" en el Irak dividido. O sea, sentado
encima del petróleo iraquí. Rusia y Putin (ni China) , todavía no hablaron. Ni
movieron las piezas.
(*) Manuel
Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder,
especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores
más difundidos y referenciados en la Web.
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