Las
casualidades no existen
En el mundo sinuoso
de la CIA y el terrorismo nada sucede por casualidad. Con el
ascenso de Donald Trump a la gerencia de EEUU, los intereses de las armamentistas y las
petroleras del Complejo Militar Industrial predominan en el diseño de la
política exterior norteamericana.
No por casualidad el
actual Secretario de Estado, Rex Tillerson, se desempeña desde 2006 como
director ejecutivo de la petrolera Exxon Mobil. Y no por casualidad el
primer punto de la gira de Trump en Medio Oriente fue Arabia Saudita y
las Monarquías petroleras del Golfo. Exportadoras históricas del terrorismo
suní entrenado por la CIA, primero con Bin Laden y Al Qaeda, y ahora con
Estado Islámico.
Y no es por
casualidad, que mientras Trump firmaba con sus aliados acuerdos petroleros
por US$50.000 millones, y contratos multimillonarios de venta de armas
por US$120.000 millones, destinados a la puesta en marcha de una OTAN Árabe
contra Irán y Siria, Estado Islámico ejecutaba el ataque terrorista en
Manchester.
Y todo cierra con el
nuevo plan de negocios petroleros y armamentistas y con la nueva
estrategia geopolítica y militar de Trump en Medio Oriente, con el
terrorismo suní como columna vertebral.
El
objetivo del atentado en Manchester
El atentado
terrorista de Estado Islámico en Manchester fue coordinado casi en
simultáneo con la llegada de Trump a la sede de la OTAN en Bruselas, luego de
sus estadía en Arabia Saudita e Israel. Los grandes sostenedores
regionales de la invasión terrorista a Siria.
El ataque sangriento
recrea una nueva psicosis terrorista en Europa. Y es funcional a la
estrategia norteamericana de reinsertar a la OTAN en una nueva guerra
encubierta contra el eje Rusia-Irán-Siria utilizando a la falsa guerra
contra el terrorismo como careta.
Como ya lo explicamos, tras la
irrupción militar de Rusia derrotando a la estrategia USA-UE con el
terrorismo en Siria, las potencias de la OTAN, principalmente
Alemania, se mostraron reacias a seguir integrando la coalición militar con EEUU.
Y menos a financiar una reestructuración militar con EEUU como promotor.
EEUU se quedó
solo en la derrota. Y con su liderazgo regional opacado y
debilitado frente a la nueva hegemonía militar de Rusia en Siria y
Medio Oriente.
Y en ese contexto, la
explosión en Manchester forma parte de una nueva escalada
terrorista en Europa orientada a convencer a las potencias de la Alianza
de integrar un nuevo plan de recuperación de la hegemonía imperial
perdida en Medio Oriente.
El nuevo plan con la OTAN y el terrorismo
La gira de Trump por
Medio Oriente (además del negocio armamentista y petrolero) tuvo como objetivo
central instalar una nueva estrategia imperial de reposicionamiento geopolítico
y militar con el terrorismo y la guerra religiosa.
Y su visita a Arabia Saudita e Israel tuvo como propósito
una profundización de la Guerra Religiosa entre el eje chii liderado por
Irán, y el eje suní liderado por Arabia Saudita.
EEUU e Israel buscan reposicionar su estrategia (encubierta con
el terrorismo) para recuperar su espacio hegemónico perdido en Medio Oriente
frente al poderío militar del eje Rusia-Irán-Siria.
Y el centro gravitante de la nueva estrategia es Irán.
Potencia regional líder, que aparte de ser el enemigo histórico de
Israel, conformó una pieza decisiva para la derrota de la alianza
USA-Israel-OTAN en Siria.
Trump y los halcones
van por Irán para desarticular el engranaje clave del poder militar de
Rusia en Medio Oriente. La provisión armamentista a Arabia Saudita y a
las monarquías suníes se orienta a crear una OTAN Árabe que pueda atacar a
Irán desde el Golfo en el marco de una nueva Guerra Religiosa entre
suníes y chiíes.
El plan de Trump y el
Pentágono cierra con la presencia de la OTAN como reaseguro y
contención militar de Turquía, un integrante clave de la Alianza,
cuyas peleas con Washington por el terrorismo kurdo, lo acerca cada vez
más a la alianza militar con Rusia.
La presencia del
presidente USA en Bruselas busca una nueva integración imperial con las
potencias europeas a través de la OTAN, en el marco de la Guerra
Íntercapitalista global con el eje Rusia-China.
En el cual se
enmarca, como factor de chantaje encubierto, el ataque terrorista en
Manchester y la nueva oleada de psicosis terrorista para encolumnar a la
Unión Europea detrás de los planes y las estrategias imperialistas de
EEUU.
(*) Manuel
Freytas es periodista, investigador, analista de estructuras del poder,
especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores
más difundidos y referenciados en la Web.
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