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23Dic03 (IAR-Noticias)
Una
denuncia lanzada por un funcionario del Gobierno -del círculo íntimo de
Kirchner- tensa aún más la relación entre la Casa Rosada, la policía bonaerense
y el ala intransigente del movimiento piquetero.
El
subsecretario general de la Presidencia, Carlos Kunkel, dijo que existen
sectores de la fuerza de seguridad provincial que pueden estar incentivando a
los núcleos más conflictivos de la protesta social para que recrudezcan sus
reclamos hasta el límite de la violencia.
"Es
probable que haya sectores de la policía bonaerense detrás de esos grupos",
sostuvo Kunkel durante una entrevista que concedió a un diario capitalino en su
despacho de la Casa Rosada.
Las
afirmaciones del subsecretario general de la Presidencia adquieren una
relevancia especial si se considera que es uno de los funcionarios que
Kirchner designó como contacto del Gobierno con el ala piquetera "dura"
de los desocupados.
"Los
sectores que están más apurados por las prácticas de corrupción en el conurbano
pueden estar comprometidos", disparó el funcionario de Kirchner.
Ante una pregunta sobre si hay
sectores de la policía bonaerense que están alentado a grupos piqueteros
radicalizados Kunkel respondió que "es
una posibilidad, porque conviven en las mismas áreas de marginalidad. Son
sectores marginales y desplazados de la policía bonaerense, y sectores
marginales y desplazados de la mayoría de los desocupados".
Preguntado sobre cuales son
los objetivos de esos grupos "radicalizados" del movimiento piquetero, Kunkel
sostuvo que "están
buscando una represión que los justifique. Ese es el objetivo principal".
Interrogado sobre cómo
podría beneficiar a los piqueteros "duros" una represión por parte del
Gobierno, el funcionario señaló que
"la
justificación se da porque cuando alguien provoca un enfrentamiento, con un
repliegue hacia los barrios populares se genera toda una situación donde hay
sectores sociales que se sienten agredidos".
En cuanto a los sectores del
grupo piquetero que buscan esta situación, Kunkel expresó "vamos
a ser concretos. Si se movilizan 5000 desocupados, los que pueden tener este
grado de intencionalidad son el 1 por ciento. No hay estructuras de miles de
militantes organizados y con un objetivo estratégico discutido, como pudo haber
en otros tiempos en este país".
Sobre la
actitud futura del Gobierno con la policía bonaerense el subsecretario señaló
que "acá debe quedar en claro que no hay una persecución de la policía.
Resulta que se les pide a determinados funcionarios que manifiesten su
patrimonio y presentan fortunas que no pueden explicar... esto no es una
persecución a la policía".
En cuanto a la
futura estrategia oficial con los piqueteros, Kunlel manifestó que "A nosotros
Eva Perón nos enseñó que en donde hay una necesidad hay un derecho. Entonces, la
relación del Gobierno con los desocupados -como argentinos carenciados y no
responsables por la situación que atraviesan socialmente- por supuesto que no va
a cambiar nunca. Respecto de determinadas minorías dentro de ese movimiento,
dependerá de hasta adónde avancen o qué cosa hagan."
Respecto de
una posible solución del problema piquetero el subscretario del área
presidencial dijo que que "en un país donde la riqueza se distribuye hacia los
sectores más ricos y hay un tremendo margen de desocupación, de desigualdad
obscena, de violencia social latente... es muy difícil, y a los palos y a los
tiros no lo vamos a arreglar. La violencia sólo engendra más violencia".
Las
declaraciones del funcionario -compañero de estudios de Kirchner-
generó
diversas
reacciones
entre
los sectores que componen el "aparato
duhaldista" de la provincia de Buenos
Aires.
En
general, el núcleo "duro" de los caudillos e intendentes del Conurbano sostiene
que Kunkel y el Gobierno salieron a "contraatacar" utilizando la vieja
estrategia de mezclar en una "misma bolsa" a la policía, los
piqueteros y a los funcionarios comunales enfrentados a Kirchner.
"A
Kirchner la bomba de la Plaza lo dejó mal parado, y ahora quiere tirarle los
heridos a la bonaerense utilizando el desprestigio que tiene ante la opinión
pública", dijo un jefe territorial de Lanús.
En
el círculo más allegado al gobernador provincial, Felipe Solá, la percepción
generalizada es que se trató de un "autoatentado", en sintonía con
las declaraciones del "piquetero oficial" Luis D Elía en el día de ayer.
Por
el lado del búnker del presidente del PJ bonaerense, Eduardo Duhalde, se produjo
un "silencio de radio" con respecto a la denuncia de Kunkel.
La
opinión generalizada entre funcionarios, legisladores, y políticos del PJ es que
la acusación del Gobierno va a producir un nuevo "cortocircuito" entre Duhalde y
Kirchner.
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