08Dic03
(IAR-Noticias)
Por Garganta Profunda
Hay que reconocerles cierto
cambio de conducta y de actitud ante la protesta y los conflictos
sociales. ¿Quién dijo que no se renuevan?
En 1976 los
empresarios pidieron y apoyaron
el golpe militar de Videla y Martínez de Hoz aduciendo que la Argentina se
encontraba en el "caos subversivo".
Pasaron 27 años, 30.000
muertos y desaparecidos, y hoy solicitan lo mismo pero esta vez a un gobierno
constitucional.
En esta oportunidad los
productores del "caos" no son los subversivos marxistas sino las organizaciones
de desocupados que cortan rutas y calles y producen "protestas
violentas e intimidatorias".
A tono con la era de la
globalización, la democracia y el capitalismo sin fronteras, ya no piden golpe
militar sino represión policial que asegure el "orden" en el
"marco de la ley, la seguridad y la tranquilidad".
En la década del 70 reclamaban
tanques y fusiles FAL, hoy reclaman represión con código penal
contra los que impiden la "libre circulación de personas y bienes". Sobre
todo de bienes.
El jueves 4 de noviembre,
la UIA (Unión de Industriales Argentinos) solicitó al gobierno de Kirchner
"más firmeza y decisión contra los piqueteros". Y es importante precisar un
dato curioso: los piqueteros (al igual que los 8 millones de desocupados
y subocupados que hoy tiene la Argentina) son el emergente directo, el rostro
más visible, de los genocidios económicos practicados por los empresarios
nucleados en la UIA y sus socios trasnacionales.
Esos señores ("piratas de
guante blanco", como los llamaba el fallecido escritor Abelardo Ramos) que
ayer "condenaban" socialmente a los piqueteros desocupados mientras se
mandaban al buche un delicioso lomito al vino tinto, son los mismos que
durante la dictadura militar utilizaron al Estado para enriquecerse.
Durante la década menemista,
con Domingo Cavallo y el "libre mercado con convertibilidad", se asociaron con
las trasnacionales para apoderarse del patrimonio del Estado mediante las privatizaciones
de las empresas públicas.
Si se efectuara un rastreo
sobre los activos empresariales y fortunas personales de estos
personajes, se descubriría a que bolsillos fue a parar la vivienda, la comida y
el trabajo del 53% de los argentinos que hoy viven bajo la línea de pobreza.
Los curas y los diseñadores de
estadísticas se sorprenderían de lo fácil que resulta encontrar el origen de la
famosa "brecha" entre ricos y pobres. Eso que alguna vez el marxismo en
extinción llamó "la plusvalía".
Ayer utilizaron a los
militares para reprimir a los "subversivos" que les arruinaban los
negocios, hoy intentan utilizar al gobierno constitucional de Kirchner para criminalizar a
los piqueteros que les arruinan los negocios.
Caníbales. Así de simple, histórico y verificable.
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