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IAR-Noticias) 14May04
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El video de
decapitación filmado por la CIA fue mostrado como una
reacción a las torturas de soldados estadounidenses a
presos iraquíes, poniendo a la resistencia árabe como
más "bárbara" que los norteamericanos. "Ellos son
peores", dijeron algunos congresistas republicanos.
(BBC/AP) |
Para
quien observe atentamente el accionar del presidente norteamericano siempre hay
una constante: cada vez que Bush está jaqueado políticamente o desciende en las
encuestas aparece alguna "célula" de Al Qaeda protagonizando
algún hecho conmocionante en la escena internacional.
Cuando
en marzo pasado Kerry le aventajaba por más de 9 puntos, en plena euforia de las
denuncias sobre la "inexistencia" de las armas de Saddam, sucedió la
masacre terrorista del 11-M en España, luego autoadjudicada por
supuestos miembros de la red Al Qaeda.
Después de ese acontecimiento terrorista, y como siempre sucede con la sociedad estadounidense cuando aparece "Al Qaeda en acción", Bush levantó en las mediciones y llegó a superar a Kerry por más de 9 puntos.
Tras la campaña mediática de los
demócratas
-utilizando el aparato de la prensa intternacional que le responde- con el
escándalo de
las fotografías de los presos iraquíes torturados, diversos sondeos indicaron que la imagen y la popularidad del presidente norteamericano habían tocado sus niveles más bajos.
En todas
esas mediciones había
un punto de coincidencia: los estadounidenses desaprobaban las torturas de
prisioneros iraquíes de la administración republicana, pero seguían
depositando mayoritariamente en Bush la confianza en la "lucha contra el
terrorismo".
Habíamos advertido que este detalle tendría enorme gravitación en los
acontecimientos que se avecinaban
(sobre todo si el presidente seguía descendiendo en las encuestas)
en los cuales Bush y sus asesores
sacarían de la manga algún hecho terrorista con Al Qaeda para neutralizar
la campaña en contra con las torturas de los
presos iraquíes.
La
cuestión no se hizo esperar: el
martes pasado -y en plena euforia mediática de la
campaña con las fotografías en perjuicio de Bush-
apareció un vídeo exhibido en un sitio de
Internet mostrando a
un individuo cruelmente decapitado
por cinco hombres enmascarados identificados como combatientes
islámicos de la red AL Qaeda.
Las imágenes recorrieron el
planeta y produjeron
conmoción en el mundo occidental y en EEUU, donde nuevamente se agitó la psicosis del miedo al terrorismo y se alzaron infinidad de condenas contra las metodologías
brutales utilizadas por los terroristas islámicos reinvindicados como
"resistencia iraquí"
A la
medida de lo que precisaban Bush y los halcones, en la prensa internacional
descendió la arremetida con el
escándalo de las torturas,
y las imágenes y noticias sobre la decapitación
coparon absolutamente la escena "informativa" mundial.
En el vídeo se ven cinco
hombres enmascarados, parados detrás de un hombre con una túnica
anaranjada que se identifica como Nick Berg,
empresario de comunicaciones de Filadelfia cuyos restos fueron hallados en
Bagdad el sábado.
La parte principal
del discurso de los autores
del decapitamiento del
estadounidense, fue la advertencia a Bush -a quien llaman
"perro de
Occidente"- de que le enviarán "ataúd tras ataúd con hombres asesinados de la
misma manera", en un evidente mensaje destinado a
crear la psicosis del miedo al terrorismo "musulmán" en EEUU y entre los
aliados militares de Bush en Irak.
"Luchar y asesinar a los
paganos donde quiera que se encuentren", dicen los hombres enmascarados citando
el Corán, antes de cortar la cabeza de Berg. "La dignidad de los
musulmanes de la prisión de Abu Ghraib (donde se cometieron los excesos contra
los prisioneros iraquíes) vale el sacrificio de cuerpos y almas", agregan.
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Una vez difundido
el video de la decapitación Bush salió a decir que
los combatientes de la
resistencia iraquí "No tienen ninguna
consideración por las vidas de hombres, mujeres o niños inocentes. Perseguiremos
a quienes sean responsables y los llevaremos ante la justicia",
dijo poniéndose como el campeón de la lucha contra el
terrorismo. |
En plena escalada de las imágenes del
decapitamiendo por la televisión mundial, ayer miércoles el presidente
norteamericano salió condenar la muerte de Berg y dar el pésame a su
familia. Dijo frente a la prensa
que "quieren quitarnos la voluntad, nos quieren
quitar nuestras confianza, pero con sus acciones nos recuerdan la necesidad -en
algunas regiones del mundo- de sociedades libres y democráticas.
Además el mandatario estadounidense, y en
un claro aprovechamiento político de la nueva ola de miedo al terrorismo
levantada por el video, señaló que, pese a las dificultades, EE.UU. iba a
"cumplir con la misión" y con
sus compromisos en Irak.
"Cumplir la misión" para Bush, significa llevar su
"guerra
contraterrorista" en el mundo
hasta las últimas consecuencias, que es lo que quiere escuchar la sociedad
norteamericana, y también la europea, después de una
"irrupción bárbara" de Al Qaeda.
Como
era de esperar, todos los sectores y portavoces de la resistencia iraquí
negaron enfáticamente su
participación en el hecho,
aclarando que esa ejecución fue realizada por un grupo de la CIA estadounidense
con el propósito de desviar la atención de las torturas a presos iraquíes.
Sintomáticamente, y
mientras la prensa occidental saturaba con las imágenes de la decapitación, las
dos principales cadenas de televisión árabe,
Al-Jazeera y Al-Arabiya dieron poca cobertura a la decapitación,
centrando sus informativos en los últimos acontecimientos en Gaza.
Mientras
tanto la Casa Blanca señalaba
que el brutal asesinato muestra
las diferencias entre uno y otro bando en Irak,
en clara alusión a que la barbarie de la ejecución superaba con creces a
cualquiera de los hechos de torturas de prisioneros iraquíes por parte
de los soldados estadounidenses.
Las
cadenas internacionales, en una clara orientación de resaltar "la barbarie
terrorista
islámica", se dedicaron a
informar sobre las reacciones
en contra que generó en el
mundo árabe el asesinato de Berg. esos medios -como la CNN y la BBC-
ponían especial énfasis en la
"indignación"
que había producido entre los
iraquíes la decapitación del norteamericano.
"No tienen ninguna
consideración por las vidas de hombres, mujeres o niños inocentes. Perseguiremos
a quienes sean responsables y los llevaremos ante la justicia", señaló el
portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, resaltando la
crueldad del supuesto comando de la resistencia iraquí
que ejecutó a Berg.
Muchos periódicos y
cadenas de televisión regionales árabes ingresaron al juego de
la CIA, enfatizando que la muerte de Berg fue
consecuencia del maltrato que han sufrido los prisioneros iraquíes en las
cárceles administradas por EEUU.
Como lo ha venido
haciendo regularmente, el periódico saudita con base en Londres, Al Hayat,
destaca que mientras haya extranjeros -civiles o militares- participando en lo
que describe como "un intento criminal para oprimir a los iraquíes", éstos
seguirán siendo blanco de "operaciones legales de resistencia".
Y el periódico egipcio de mayor circulación, Al-Ahram, publica un
artículo en que vuelve a llamar a la unidad de los árabes para terminar con la
ocupación de Irak.
La opinión que entregó a
la BBC el profesor Farez Al Fayez, de la Universidad de Jordania, coincide en
general con las repercusiones que ha tenido la muerte de Berg en los países
árabes.
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La
acción mediática con el
video de la decapitación
busca
desplazar de escena al escándalo ascendente de
las denuncias de torturas a prisioneros iraquíes, y
reinstalar al
"terrorismo árabe"
como el enemigo acechante de la humanidad.
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Mientras la decapitación del
ciudadano estadounidense Nick Berg en Irak generó repudio inmediato en Estados
Unidos y Occidente, en el mundo árabe
tomaron con más cautela al video
aparecido en la página de Internet del grupo islamista Muntada al-Ansar.
Manipulando a favor
del video
filmado por la CIA el corresponsal de
la BBC en El Cairo, Paul Wood, sostiene que el mensaje refleja precisamente lo que los que
mataron a Berg quieren conseguir.
Wood afirma que la parte
más prominente del discurso de los autores del video que muestra la muerte del
estadounidense, no es la advertencia que hacen a Bush de que le enviarán "ataúd tras ataúd con hombres asesinados de la
misma manera", sino el llamado que hacen a los jóvenes musulmanes
para unirse a la Jihad y tomar la espada.
El gobierno de
Bush le
quiere demostrar al mundo árabe que no permitirá esta clase de incidentes y por
lo tanto los responsables serán castigados, señala el
corresponsal afianzando el objetivo buscado por los "decapitadores árabes"
empleados por la CIA.
Siguiendo con esta
campaña de ratificar a la resistencia iraquí -vía Al Qaeda- como la autora del
asesinato filmado, el diario
estadounidense The New York Times informa que funcionarios de la Oficina
Federal de Investigaciones (FBI) advirtieron a agentes de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) que sus interrogatorios a líderes de la red al-Qaeda eran
muy brutales.
"Al parecer la CIA ha
usado métodos coercitivos contra un selecto grupo de líderes de Al-Qaeda,
quienes no están protegidos por la Convención de Ginebra, lo que ha generado una
creciente preocupación dentro de la agencia debido a los abusos",
señala el influyente diario norteamericano, en un claro intento por
demostrar que la CIA tortura a sus propios empleados de la red Al
Qaeda, disfrazados de "combatientes de la resistencia".
Mientras
tanto, la acción mediática con el
video de la decapitación
busca desplazar de escena al escándalo ascendente de las denuncias de
torturas a prisioneros iraquíes, y
reinstalar al
"terrorismo árabe"
como brutal
enemigo acechante de la humanidad.
Justo a la medida de los intereses electorales de Bush.
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