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Observatorio de la Ocupación y la Asociación Nacional para la Defensa de los
Derechos Humanos de Irak ha denunciado la "atmósfera de impunidad" que ha
arraigado en el seno de las tropas estadounidenses y que ha hecho posible "la
conducta arrogante y violenta" de los soldados norteamericanos, según
informó el Comité de Solidaridad con la Causa Arabe (CSCA).
El Informe , elaborado entre
septiembre y noviembre de 2003, da cuenta de las violaciones cometidas durante
los registros en las casas o en los puntos de control por las fuerzas de
ocupación, así como de casos de disparos indiscriminados contra población
civil, accidentes de tráfico entre vehículos civiles y militares, y muertes
causadas por bombas de racimo, que siguen siendo utilizadas por EEUU a pesar
de que su uso está condenado internacionalmente.
Los casos incluidos - dice
CSA en la presentación del documento- se refieren a la ciudad de Bagdad y
"ejemplifican todo tipo de daños a civiles", dando cuenta de la
dificultad de los procedimientos establecidos por las autoridades de ocupación
para registrar y atender las reclamaciones de indemnización de los afectados
iraquíes ante la oficina que se encarga de las mismas, creada por las fuerzas de
ocupación.
Merece la pena subrayar el
hecho de que todos los soldados estadounidenses y autoridades de la ocupación
"están exentos de cualquier acción legal ante las leyes civiles" por la
infracción de daños a la población ocupada.
Mediante entrevista directa
con las víctimas se han "registrado sus acusaciones y se les ha acompañado ante
las oficinas de las autoridades militares ocupantes para solicitar
indemnizaciones.
Se ha tomado nota
cuidadosamente de la forma en que los abogados y militares de EEUU trataban a
las víctimas iraquíes de las operaciones militares por las que iban a solicitar
indemnizaciones". El Informe presenta una serie de casos en cada categoría de
daño, seleccionados de una lista de más de 70 registrados por los autores del
Informe.
La denuncia figura en el
informe
"Violaciones
de derechos humanos y demandas relacionadas con las operaciones militares de
EEUU en Iraq"
presentado el pasado 9 de enero en Bagdad por el Observatorio de la Ocupación,
organismo que lleva funcionando en Bagdad desde el pasado mes de julio, y por la
Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos Humanos de Irak, creada tras
el inicio de la ocupación anglo-estadounidense del país.
Entre las principales
conclusiones del informe, destaca la definición "elástica y efímera" que hacen
los militares americanos de lo que es "una situación de combate", lo que,
junto con el secretismo en cuanto a las normas de procedimiento, hace difícil
entender qué espacio legal existe para que la gente pueda hacer oír sus casos y,
potencialmente, pueda recibir una indemnización.
También denuncia que la
negativa incluso a considerar como reclamaciones las que se refieren a
situaciones de combate "prohíbe a los militares de Estados Unidos guardar
archivo de las víctimas civiles y elimina la posibilidad de analizar si ha
habido un uso excesivo de la fuerza y una reacción injustificada contra los
atacantes, con el resultado de arrestos, muertes o heridas a civiles".
"Debido a cómo está
estructurado y administrado el sistema de indemnizaciones, ha arraigado en las
tropas estadounidenses una atmósfera de impunidad", lamentan los autores del
estudio. "La conducta arrogante y violenta queda sin castigo y sigue en
aumento",
Como ejemplo, el informe
lamenta que se permita a los vehículos militares moverse por las calles de
Bagdad con eslóganes tales como "Los mataremos a todos" o "La
muerte viene de arriba", lo cual "evidencia la actitud de desprecio
militar hacia el pueblo iraquí" y refleja "qué poca atención se presta a las
relaciones de los militares con la población civil, que siente que sus derechos
no se respetan".