(IAR-Noticias)
20Jun04
Por Edgar
González Ruiz - ADITAL
El
gobierno de Bush Jr. ha promovido una sangrienta intervención militar en Irak y
ha tratado por todos los medios, desde el cuartelazo hasta la vía "democrática",
de desestabilizar al gobierno de Hugo Chávez, en Venezuela. Las dos naciones
tienen en común sus enormes recursos petroleros.
El gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del presidente Bush y gobernador de
Florida ha sido uno de los más estridentes promotores del derrocamiento de
Chávez, a quien ha llegado a llamar "un tipo loco" a cuyo gobierno es "aislarlo
en la comunidad internacional es importante". Según el cuestionado gobernador
"El apoyo que recibe Chávez de (Fidel) Castro y el apoyo que Castro recibe de
Chávez los incita. Aislarlos tendría un potencial significativo para la región,
para América Latina".
Pero, independientemente de la implausible retórica de defensa de "la
democracia" con la que se intenta justificar la desestabilización de Venezuela,
el clan Bush ha tenido desde hace mucho tiempo intereses y vínculos en ese país,
concretamente con empresarios multimillonarios que, al igual que Jeb, no han
hecho su fortuna beneficiando a otros, y con conocidos personajes del exilio
cubano que han pasado por Venezuela.
En un reportaje del periodista Gerardo Reyes, difundido el 19 de noviembre de
2000 desde Miami, se menciona que en 1977, cuando su padre fue nombrado director
de la CIA, Jeb se estableció en Venezuela como representante del Commerce Bank,
de Tejas, perteneciente a James Baker, quien era amigo de Bush Sr. y fue después
secretario de Estado. Para entonces, Jeb hablaba español con fluidez gracias a
su relación con la mexicana Columba Garnica, que es su esposa, por lo cual "la
familia fue aceptada rápidamente por la rica sociedad petrolera de Venezuela".
En 1980, cuando su padre fue electo vicepresidente se encaminó a Miami, a la que
considera "la ciudad más internacional del país". En los años siguientes, para
hacerse millonario Jeb se unió al urbanista cubano y directivo de la
anticastrista Fundación Nacional Cubano Americana, Armando Codina, con quien
ganaba grandes comisiones, hasta de 50.000 dólares, por conseguir inversionistas
a la firma de Codina, en lo que era un obvio tráfico de influencias. Se
relacionó también con Miguel Recarey, empresario cubano-americano que fue
acusado de un fraude millonario con dinero federal aportado a sus centros
médicos en Miami. Recarey desvió dinero destinado a servicios públicos de salud
de Miami, para organizar, a través de su firma, la International Medical Centers
(IMC), servicios hospitalarios para los mercenarios de la Contra nicaragüense.
Asimismo, Jeb recibió 75 mil dólares de esa empresa para encontrarle un nuevo
local, labor que nunca llevó a cabo.
Con ese tipo de negocios, en 1994, a sus 41 años, Jeb tenía una fortuna de más
de 2 millones de dólares. Tres años después, Recarey dijo que «compraba
influencias» a Jeb Bush y otras figuras políticas poderosas en los años 80 y que
gastó una buena cantidad de dinero en contratar a Jeb Bush y a personas cercanas
al ex presidente Ronald Reagan y al entonces vicepresidente George Bush para
tratar así de evitar que los inspectores federales acabaran cerrando sus
negocios. Después de sacar unos 300 millones de dólares de las arcas del Estado,
Recarey se escapó precisamente a Venezuela para después volar a España. Al
conocer estas acusaciones, Jeb lo negó todo: los cheques que recibió de Recarey
eran fruto de comisiones de la venta de bienes raíces.
Es bien sabido que desde la gobernación de Florida, Jeb Bush ha apoyado a sus
amigos y socios del exilio cubano radical, que a su vez han participado en
diversos tipos de operaciones de Venezuela. En 2001, Jeb Bush, y los
congresistas Lincoln Diaz-Balart e Ileana Ros-Lethinen, junto con la Fundación
Heritage y el senador republicano de extrema derecha Jesse Helms, apoyaron la
nominación del exiliado cubano Otto Reich, ultraderechista de negra trayectoria,
como secretario asistente para el Hemisferio Occidental del Departamento de
Estado. Reich encabezó la Oficina de Diplomacia Pública del Departamento de
Estado durante el gobierno de Ronald Reagan y fue embajador de Estados Unidos en
Venezuela de 1986 a 89. Asimismo, se le ha acusado de apoyar el fallido
derrocamiento de Chávez en 2002, cuya cabeza visible fue empresario Pedro
Carmona, presidente de la patronal venezolana Fedecámaras y con intereses en el
sector petrolero. Entre las primeras medidas que anunció el efímero dictador en
su gobierno que sólo duró 48 horas fue que duplicaría la cantidad de petróleo
exportada por Venezuela y que suprimiría las exportaciones a Cuba, medidas
evidentemente dictadas por el gobierno de Bush, principal promotor del golpe
contra Chávez.
También en 2002, el senador demócrata Christopher Dodd dijo que cuando era
embajador, Reich había ayudado a Orlando Bosch, exiliado cubano acusado de
terrorismo, a escapar a Estados Unidos. Bosch había estado en prisión en
Venezuela en relación con el bombazo que derribó en Barbados un vuelo de Cubana
de Aviación en 1976. En febrero de 1987 Orlando Bosch salió libre de la cárcel
venezolana y se allí se dirigió ilegalmente a Estados Unidos gracias a una visa
que le tramitó Reich. En ese país fue rápidamente detenido por no haber
respetado la libertad condicional. Ante ello, la Fundación Nacional Cubano
Americana, así Ileana Ros Lethinen y Jeb Bush, quien entonces trabajaba con
ella, organizaron una intensa campaña para su liberación.
Además de Bosch, también participó en el atentado el anticastrista Luis Posada
Carriles, quien, según anota el periodista colombiano Hernando Calvo Ospino,
desde 1967 trabajaba para la CIA en Venezuela como "asesor de los cuerpos de
seguridad encargados de reprimir a las organizaciones de izquierda". Añade Calvo
Ospino que el proceso contra los culpables del bombazo, "fue accidentado debido
a la sucesión de recursos de la defensa". Tuvo que trasladarse el sumario al
fuero militar, pues la jueza que seguía el caso en lo civil lo dejó por amenazas
de muerte. Elio García, presidente de la Corte Marcial, no cedió y le asesinaron
a su hijo. "Con tales antecedentes se tendría que ser muy ingenuo para no pensar
que la complicidad de la CIA estaba por algún lugar. Mas suspicacia se crea
cuando el gobierno estadounidense decide no aportar ni una frase de información
al sumario sobre Posada o Bosch".
Pero otros miembros de la familia Bush tienen también relaciones importantes en
Venezuela. Luego del fallido golpe de Estado contra Chávez se señaló como una de
sus principales promotores a Gustavo Cisneros, magnate de la televisión y amigo
del ex presidente George Bush padre. Cisneros negó públicamente su papel en un
supuesto golpe de Estado, pero el semanario Newsweek apuntó que Pedro Carmona
"fue visto salir de la oficina de Cisneros" antes de ir al Palacio de Gobierno
para jurar como presidente provisional. Según Newsweek, el legislador venezolano
Pedro Pablo Alcántara declaró a la revista que la breve dictadura de Carmona fue
organizada en las oficinas de Cisneros, y que éste fue "el jefe supremo" del
supuesto complot. La publicación señaló también que Otto Reich había hablado con
Cisneros "dos o tres veces" durante la intentona. Una de las llamadas fue hecha
por Cisneros para avisar a Reich el sábado 13 de que una multitud de enfurecidos
partidarios de Chávez había rodeado el edificio de su emisora de televisión,
Venevisión.
De acuerdo con fuentes venezolanas, el jueves 11 de abril de 2002, cuando se
produjo un enfrentamiento entre chavistas y antichavistas, con un saldo de unos
25 muertos, la mayoría de ellos del bando de Chávez, Pedro Carmona no estaba en
la marcha sino, invitados por Cisneros, estaba cómodamente instalado en el
búnker de Venevisión, junto con el presidente de la Conferencia Episcopal,
Baltazar Porras, el empresario periodístico Rafael Poleo y otros personajes (www.rebelion.org/internacional/aram210402.htm).
No es raro, por ende, que se haya identificado a Cisneros como el prospecto de
Bush para enfrentar a Hugo Chávez en las futuras elecciones presidenciales, que
se podrían adelantar si la oposición ganara el próximo referéndum cuya
realización está siendo apoyada por Estados Unidos.
De 57 años, Gustavo Cisneros Rendiles tiene una fortuna de alrededor de 5 mil
millones de dólares, una de las mayores de América Latina, luego de la del
mexicano Carlos Slim. Cisneros ha ocupado el puesto 64 de los 500 más ricos del
mundo según la revista Forbes.
De ascendencia cubana, Cisneros es el mayor accionista de Univisión, la
principal cadena de habla hispana de Estados Unidos y posee en algunos países
canales de mucha audiencia como Venevisión en Venezuela, ChileVisión, Caracol
Televisión de Colombia, Caribean Communications Network, también tiene la
embotelladora Panamco y es accionista de Coca Cola, la transnacional de la cual
por cierto fue empleado el hoy presidente mexicano Vicente Fox. Junto con su
cónyuge, Patricia Phelps, ha figurado en la lista de invitados ilustres de la
Casa Blanca incluidos por Ronald y Nancy Reagan. Se ha señalado que en la
relación amistosa de Bush padre con Cisneros pesa el proyecto empresarial de
primero de ellos de incorporar a la empresa estatal Petróleos de Venezuela a su
lista de negocios en Texas. (noticias. Com, 6 de junio de 2004).
Gustavo Cisneros comparte excursiones de pesca lo mismo en Venezuela que en
Florida con su amigo George Bush, y demostrando que el capital no tiene
escrúpulos ni ideología tambien cultivo relaciones con el gobierno de Bill
Clinton de cuyo Secretario de Relaciones Exteriores Cyrus Vance fue
interlocutor.
Cisneros pertenece al Consejo Internacional de Asesores de la Sociedad de las
Américas (The Americas Society), asociación "sin fines de lucro" donde
participan también David Rockefeller y el empresario mediático chileno Agustín
Edwards, quien fue una de las piezas claves en la conspiración contra el
gobierno constitucional de Salvador Allende, para lo cual recibió apoyo de la
CIA.
En enero de 1985, fueron arrestados en Venezuela varios simpatizantes del líder
estadounidense Lyndon Larouche y les confiscaron 200 copias de un libro titulado
Narcotráfico S. A. (Dope Inc), donde se afirmaba que la familia Cisneros tenía
conexiones con personajes e instituciones dedicadas al lavado de dinero. Años
después, los editores presentaron documentos que afirmaban que el 14 de febrero
de 1985 un avión ejecutivo de Pepsi-Cola Corp. de Venezuela, operado por una
empresa de la familia Cisneros (Aeroservicios Alas), fue sometido a una
inspección por agentes del Servicio de Aduanas en Hollywood, Florida, que
encontraron una bolsa con 50 gramos de cocaína en su interior. Cisneros admitió
el incidente del avión pero alegó que el servicio de aduanas no había formulado
cargos.
Hermano de Gustavo y segundo en el manejo del emporio familiar, Ricardo
Cisneros resultó involucrado en el más estruendoso escándalo financiero de la
historia de Venezuela: el descalabro del Banco Latino en 1994, a raíz de lo
cual, una juez venezolana dictó orden de arresto contra Ricardo acusándolo de
fraude en su calidad de miembro de la junta directiva del banco. Según la
acusación los directivos del banco aprobaron créditos a empresas -algunas de su
propiedad- por encima de los límites establecidos y desviaron fondos del banco.
Ricardo, quien estaba fuera del país cuando se libraron las órdenes de captura,
permaneció en el exterior.
Por otra parte, colaborador venezolano del presidente Bush jr es Luis Giusti,
quien funge como su asesor en asuntos energéticos. Luis Giusti, quien fue
presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) de 1994 a 1999, pretendió la
privatización de esa empresa estatal. Según el economista petrolero Rafael
Quiroz, Giusti siempre cuestionó el patriotismo, el nacionalismo y la soberanía,
alegando que tales términos "había que adecuarlos a las realidades del mundo de
hoy", para dar a entender que había que desprenderse de PDVSA. "Aquí se esgrimen
consideraciones de soberanía y de patriotismo. Ya basta de eso". (El Nacional, 7
de julio de 1998, página E/2), argumentaba Giusti. Luego en agosto del mismo año
(1998) durante la 54 Asamblea Anual de Fedecámaras afirmó: "Yo creo que la
empresa debe ir a colocar sus acciones en el mercado". Al dejar su cargo en
PDVSA, Giusti fue a radicar a Estados Unidos "…para retornar laboralmente a la
Shell Petroleum Corporation, a la que muy probablemente nunca dejó de servir.
Allí, como eficiente "Shell-man", trabaja ahora para sus antiguos patronos y hoy
también convertido en "Bush-man" asesora al presidente estadounidense George W.
Bush en su Plan Energético para el hemisferio…."
* Escritor y autor del libro Cruces y Sombras.
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