l Ejército israelí se
hallaba hoy en alerta ante una posible respuesta de la guerrilla libanesa
pro iraní del Partido de Dios (Hizbolá) en represalia por el bombardeo que
recibieron ayer dos de sus bases en el sur del Líbano.
Israel lanzó el martes
dos ataques aéreos en el sur del Líbano, 24 horas después del ataque de Hizbolá
con un misil en la frontera, que costó al vida de un soldado israelí.
"Ha habido dos incursiones
aéreas", dijo una fuente militar libanesa a varias agencias, sin precisar
víctimas.
La reacción israelí se
produjo después un ataque de la resistencia libanesa contra una excavadora
del Ejército israelí que el martes causó la muerte a un soldado y heridas graves
a otro cuando se disponían a desactivar cargas explosivas colocadas por los
guerrilleros.
Según informa hoy el
diario Haaretz, la Fuerza Aérea israelí, en represalia, estuvo a punto de atacar
posiciones en Siria, a la que Israel responsabiliza de proteger a la milicia
libanesa en territorios de ese país bajo su control.
El ministro de Defensa
israelí, Shaúl Mofaz, desistió de la opción de atacar a Siria temiendo
un escalonamiento de las hostilidades ante una posible reacción de ese país.
Desde que Israel se replegó
en mayo del 2000 de la "zona de seguridad" que ocupó durante 22 años en el sur
del Líbano hasta la "línea azul", la frontera aprobada por la ONU, diez de sus
soldados y seis civiles murieron en ataques de Hizbulá.
Los combatientes árabes
afirman que ese terreno de unos veinte kilómetros cuadrados pertenecen al
territorio libanés, aunque no se hallan dentro de la "línea azul", en tanto que
los israelíes alegan que es parte de la meseta siria del Golán.
Horas antes del ataque de Hizbolá, el lunes, Sharon declaró ante un comité parlamentario
que el precio de la paz con Siria sería ceder a las demandas de ese país que
exige la devolución de los Altos del Golán, territorio tomado por Israel durante
la Guerra de los Seis Días, en 1967.
Sharon y otros miembros de su gobierno sionista son contrarios a devolver los
Altos del Golán (la principal fuente de agua de Israel) situado frente
al Mar de Galilea.
"No puede haber actividad terrorista desde Líbano y diálogo de paz con Siria",
señaló a varias agencias Raanan Gissin, el portavoz de Sharon.
En
diciembre, Siria propuso restablecer el diálogo con Israel en busca de la paz,
pero el primer ministro israelí, Ariel Sharon, desestimó y no dio importancia a
la iniciativa.
La semana pasada un
memorándum, elevado por Rumsfeld a Bush, señalaba que los
"terroristas", entre los que incluye a los miembros del movimiento
Hezbolá, "siguen cruzando la frontera desde Siria a Irak" para contactar con los
grupos chiítas que luchan contra las fuerzas de EEUU.
E
ste
informe -según lo que trascendió desde fuentes árabes- formó parte del
incremento de la presión del Pentágono sobre el presidente George W. Bush para
que ordene ataques aéreos y puntuales contra Siria.
El
Departamento de Defensa, según las mismas fuentes, está interesado en que la
intervención militar contra Siria base en acciones concretas, pero no en un
ataque masivo similar al de Irak.
Según la CIA, el Mosad israelí y el servicio de inteligencia británico allí se
encuentra el cuartel general estratégico de todos esos grupos a los que ya se
supone actuando en todas las ciudades iraquíes.
A
diferencia de Irak, Siria no tiene el valor geopolítico estratégico o de
expansión económica que tiene Irak, pero resulta de importancia clave
para terminar con la resistencia iraquí y los diversos focos de lucha armada en
Medio Oriente, cuya escalada de ataques está comprometiendo seriamente la
reelección de Bush en EEUU.
De ahí la importancia estratégica que reviste
este nuevo pico de tensión entre Israel y Siria.