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16Dic03 (IAR-Noticias)
En
septiembre de este año el
periódico británico "Sunday Mirror" había publicado que el
ex presidente iraquí, Saddam Hussein,
estaba negociando en
secreto su salida de Irak con Estados Unidos.
El diario laborista, que defiende al gobierno de Tony
Blair pero que se opuso a la guerra de invasión, señalaba que el ex presidente
de Irak llevaba -vía contactos secretos- nueve días de conversaciones con
altos funcionarios políticos y militares de la administración de Irak.
Según "Sunday Mirror", un tabloide con llegada a los servicios
británicos de información, Saddam Hussein solicitaba por entonces un exilio
seguro en Bielorrusia, antigua república de la ex
Unión Soviética.
A cambio, señalaba, se habría comprometido a facilitar
información sobre las armas de destrucción masiva y de sus cuentas bancarias
en el exterior, rastreadas por la CIA desde la caída de Bagdad.
De acuerdo con el periódico, que citaba a fuentes
iraquíes, el presidente de EEUU, George W. Bush, estaba
al corriente de estas negociaciones a través de su consejera de Seguridad
Nacional, Condoleezza Rice.
El rotativo aseguraba que Rice y su equipo coordinaban
desde Bagdad las conversaciones que eran
encabezadas por el general
estadounidense Ricardo Sánchez,
comandante de las fuerzas de la coalición sobre el
terreno.
La Casa Blanca esperaba, a través de estos contactos,
localizar el paradero del ex presidente iraquí, añadía el
diario.
Según el corresponsal Paúl Martin, firmante del artículo, los contactos se
iniciaron cuando un representante anglo-parlante de Saddam se apersonó
en el cuartel general de EEUU en Tikrit, ciudad natal del dictador, el pasado 12
de septiembre.
Esta persona condujo a un grupo de soldados estadounidenses hasta un suburbio
cercano, donde les aguardaba uno de los responsables de seguridad del
depuesto líder iraquí.
Este hombre -según el diario- les entregó una nota
manuscrita, supuestamente escrita de puño y letra por el propio Saddam,
con quien, además, estaba en contacto por radio.
El jefe de seguridad fue detenido, pero, según el "Sunday Mirror", las fuerzas
de EEUU continuaron hablando con el fugitivo
por medio de otros contactos
Una fuente iraquí, según el "Sunday Mirror"
citado por la agencia EFE, había dicho que Saddam estaba
dispuesto a llegar a un acuerdo "porque está desesperado, atrapado y sin
gente dispuesta a refugiarle".
La
soledad y el
final
A fines de noviembre de este año, nuestras fuentes en Bagdad habían tomado contacto con algunas "usinas" del llamado "triángulo sunita",
situado al norte de Bagdad.
En esa región,
lugar de su nacimiento, comprendida entre Ramadi, Faluya y Tikrit,
Saddam Hussein reclutaba sus oficiales, policías,
verdugos, guardaespaldas y funcionarios de más confianza.
Allí
se refugiaron
los
aproximadamente 50.000 agentes de los Servicios de
Seguridad y fuerzas de elite que
conformaban el núcleo estratégico de lo que se denominó el "Tercer Anillo"
de la defensa de Bagdad, que abandonó la capital iraquí mucho antes de que las
fuerzas militares de EEUU la tomaran.
Durante la guerra el Consejo de Mando de la Revolución (CCR),
principal instancia dirigente del poder que controlaba Irak, había decidido
dividir el país en cuatro zonas militares lideradas por comandantes leales a
Saddam Hussein.
La plaza
defensiva central estaba situada en Bagdad dividida en tres anillos
defensivos, cuya última línea establecida en el centro de la ciudad estaría
defendida por la Guardia Presidencial, los fedayines y
los combatientes del Partido Baath.
En esta
operación estaban comprometidos 20.000 efectivos de los
Fedayines ultraleales a Saddam y 50.000 efectivos de los cuerpos especiales de
la Guardia Republicana, y Guardia Presidencial.
Finalmente esa estrategia no se
concretó y el ex presidente iraquí decidió -según se dice, después de negociar
un acuerdo con la CIA- huir con sus tropas de elite y esconderse en la región de
Tikrit dejando a Bagdad convertida en "zona liberada" para los marines y
tanques estadounidenses.
El comando operativo de esas fuerzas,
ya convertidas en guerrilla irregular
y replegadas en el "triángulo suní",
era ejercido por los hijos de Saddam
Hussein,
Uday y Qusay, quienes fueron ultimados por fuerzas especiales estadounidenses en
julio de este año.
Desde allí comenzó la contraofensiva contra
las tropas norteamericanas, con atentados y ataques con
fusiles kalashnikov y lanzagranadas RPG-7 contra convoyes
de las fuerzas de ocupación estadounidenses.
La muerte de los dos
hijos del ex hombre fuerte de Irak (durante una "encerrona"
en
la cual habrían sido entregados por sus propios hombres),
dejó
descabezado al aparato militar de Saddam.
Se quebró su cadena de lealtades, y algunas
de sus células comenzaron a operar "por cuenta propia" combinando las
operaciones de guerrilla con el delito común.
El
ex presidente perdió el liderazgo que ejercía por medio de sus hijos,
y su cadena de mandos se fue deteriorando hasta quedar fuera de control.
Ese fue el principio del fin para el ex hombre fuerte que comenzó a aislarse
temeroso de ser asesinado por sus
hombres más cercanos
en
quienes ya no confiaba.
Nuestras fuentes en Bagdad señalan que
los días anteriores a su detención Saddam permaneció solo y oculto, y
sólo mantenía contactos esporádicos con algunos de sus familiares más cercanos
que lo proveían de lo necesario para "sobrevivir".
Sus líneas de comunicación
con el mundo exterior y las autoridades estadounidenses se habían
interrumpido, y sólo le quedaba permanecer escondido en soledad con la
supervivencia como única expectativa.
Según nuestras fuentes, la inteligencia militar y la CIA ya lo tenían
detectado, y
monitoreaban todos sus movimientos en base a información proporcionada por
alguno de los grupos que operan
dentro del "triángulo suní".
Saddam habría sido entregado a cambio de la recompensa de USA
25.000.000 que el Pentágono ofrecía por su cabeza desde que huyó de Bagdad.
En el momento de lanzarse la operación "Amanecer Rojo", el sábado 13,
la inteligencia militar y la CIA ya tenían ubicado con
precisión el lugar donde Saddam permanecía oculto.
Una casa precaria
en una zona rural cercana a Tikrit,
que contaba con el refugio donde fue capturado por las fuerzas especiales.
Algunas versiones indican que la redada militar se adelantó en el cronograma, debido al temor de que algún grupo
iraquí pudiera asesinarlo antes de que lo capturaran.
Arguyen que Saddam "sabe todo" sobre su ex organización represiva
estatal. Aunque está "fuera de mando" puede detallar
con precisión sus movimientos operativos y sus centros logísticos
en cada punto del país.
La fuerza especial que lo detuvo tenía orden tajante de apresarlo con vida.
Saddam no solamente es una "fuente
valiosa
de información" para el Pentágono y la Casa Blanca,
sino que además tiene una llave decisiva para controlar y descabezar a la
resistencia antinorteamericana en Irak.
Quienes lo conocen sostienen que ex presidente iraquí,
avejentado y con su cadena de lealtades destruída, podría sucumbir a alguna oferta de "revelar información clave" a cambio de que EEUU no expropie sus cuentas en el exterior.
En las últimas horas la cadena árabe AL Jaazeera
señaló que Saddam permanece confinado en el comando central de las fuerzas norteamericanas en Qatar.
En Bagdad se daba por descontado que Bush y sus halcones tienen previsto su propio "juicio de Nuremberg"
contra la Saddam y su ex plana mayor confinada en distintos centros de detención en Irak.
Un
funcionario del Departamento de Estado advirtió ayer que el juzgamiento de
Saddam "tomará tiempo" y que EEUU -de ser necesario- apoyará la pena de
muerte si lo decide un tribunal iraquí.
Las versiones más fuertes sostienen que será
juzgado en Bagdad, en el marco de un gran "show mediático" internacional que
ayudará Bush ha
mantenerse
en el tope de las encuestas electorales, hasta la realización
de las elecciones presidenciales en EEUU,
en noviembre del año que viene.
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