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17Dic03 (IAR-Noticias) Por Marcelo Acevedo, de
la redacción
El
díario Washington Post señaló esta semana que
habían surgido discrepancias en el
gabinete de Buhs
en torno al "que hacer" con el
recientemente capturado Saddam Hussein.
El debate, según el diario, gira en torno a
dónde,
cómo y cuándo juzgar al ex líder iraquí y qué castigo puede
corresponderle de ser hallado culpable.
De la polémica
interna
surgen claramente
dos posiciones.
Por un un lado la
del secretario de Estado, Colin Powell, quien sostiene que el presidente iraquí
debe ser juzgado por un tribunal internacional, en un juicio abierto del
cual participen la ONU y los países europeos.
Por el otro, y en
las antípodas
del Departamento de Estado, el
secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, plantea que Saddam sea
juzgado en Irak,
con jueces iraquíes y con amplia participación del consejo de
gobierno
iraquí liderado por el banquero Chalabi, un hombre afín a los halcones y la derecha
fundamentalista del Pentágono.
Según el Washington
Post,
Rumnsfeld y su equipo serían
partidarios de un "juicio rápido y expeditivo", durante el cual Saddam Hussein
sea tratado como "criminal de
guerra", y cuyo desenlace no
sea otro que la aplicación de la pena capital contra el ex presidente y
los integrantes de su plana mayor.
Rumsfeld dijo
ayer públicamente que se trataría a Saddam Hussein
"siguiendo la Convención de Ginebra" sobre las reglas de la guerra, pero no
llegó a decir que se le iba a considerar oficialmente un "prisionero de
guerra".
En la misma línea el primer
ministro británico, Tony Blair,
señaló a la BBC que el ex
presidente "debe ser juzgado en Irak" y descartó la posibilidad de que un
tribunal especial -como el que investiga lo ocurrido en Ruanda y la ex
Yugoslavia- sea creado para tal fin.
Colin Powell,
representante del "ala negociadora" de la Casa Blanca, expresó que Saddam
gozará
de las
garantías y los derechos de un "prisionero de guerra", y no descartó la
creación de un tribunal especial que analice exhaustivamente, caso por
caso, los crímenes del ex régimen iraquí.
Por su parte
el secretario general de la ONU -adelantando la posición que podrían adoptar
Francia y un grupo de países europeos- se manifestó en contra de la pena
capital en caso de que Saddam Hussein sea hallado culpable de los crímenes
que se le imputen.
El "caso Saddam"
detona la vieja disputa entre Powell y Rumsfeld,
cuyo
trazado siempre pone en evidencia las dos líneas que marcan el accionar de la
Casa Blanca: los halcones
y las palomas.
Powell, a quién los halcones llaman
despectivamente "el palomo
negro", intenta que el juicio
a Saddam parta de un "acuerdo consensuado" con los países que integran el
Consejo de Seguridad de la ONU
Particularmente
con aquellos que "deciden",
como es el caso de Francia, Rusia y China, quienes mantienen una disputa
comercial con EEUU por los contratos de la "reconstrucción de Irak".
Runmsfeld, los halcones y el llamado
"lobby judío"
del Pentágono, presionan para que Saddam y su ex funcionarios no sean juzgados
por un tribunal internacional con participación europea, aduciendo que "deben
ser los iraquíes quienes lo juzguen".
Su intención no es
la
de
"negociar con Saddam" sino sacarle información a "punta de pistola" y
luego mandarlo a ejecutar por un tribunal adicto conformado por iraquíes
colaboracionistas.
Se oponen a que jueces europeos
manipulen el información "reservada" sobre Irak y Saddam, a la que consideran
como asunto interno de la
"seguridad nacional" de EEUU.
El Consejo de
Gobierno de Irak -controlado por el
contraterrorista del Pentágono, Paúl Bremer- anunció esta
semana que se establecería un tribunal especial para juzgar a antiguos
miembros del partido de Saddam Hussein y que serían magistrados iraquíes
quienes lo presidirían.
Ayer una de las
hijas de Saddam refugiada en Siria salió a pedir un "juicio internacional"
para su padre por un canal árabe.
"No debería ser juzgado por el Consejo de Gobierno (Iraquí) que fue establecido
por los ocupantes", dijo Raghad Sadam Husein a la televisión Al Arabiya.
Bush
-en la línea de sus halcones- dijo hoy aa la cadena televisiva ABC refiriéndose a
Saddam, que "se trata de un individuo despreciable que merece la justicia
máxima".
Esas
declaraciones empero hay que tomarlas con pinzas, dado que el presidente
norteamericano sería el primer beneficiario de un "juicio largo",
ventilado internacionalmente como piden los países europeos.
Ello
le permitiría sostener en el tiempo la suba en las encuestas que le está
redituando la captura de Saddam, hasta las elecciones presidenciales de
noviembre del año que viene.
Los
halcones y Rumnsfeld, en cambio, tienen otras urgencias. Representan la
posición de los contratistas militares y fabricantes de armas del Complejo
Militar Industrial norteamericano, cuya fuente de ganancias se encuentra en los
futuros planes de invasión en carpeta.
En
este contexto de "rediseño del mapa de Medio Oriente" la presencia de Saddam en
cautiverio -o propagandizada por un juicio internacional- puede retardar y
complicar los planes expansivos de la derecha fundamentalista y el "lobby judío"
de Washington.
Desde
su detención, el ex presidente iraquí fue virtualmente
"secuestrado"
por las fuerzas especiales que responden
a la cadena de mandos del Pentágono.
Los halcones quieren
preservarlo fuera del alcance de los funcionarios del Departamento de
Estado y del equipo de la asesora en Seguridad de Bush, Condoleezza Rice, con
quién Rumsfeld mantiene una
vieja
disputa por la
conducción de Irak.
En esa línea
Rumsfeld anunció ayer que la CIA tomó la custodia del prisionero que se
encuentra confinado en algún lugar "desconocido".
Se trata de un
equipo de agentes que responde en forma directa al
director,
George Tenet, un funcionario del riñón de los halcones.
Fuentes árabes sostenían que Saddam
Hussein estaba siendo interrogado por la inteligencia estadounidense en algún
"lugar secreto",
con la intención arrancarle
información
sobre el
accionar de los últimos meses de la resistencia iraquí.
Al Pentágono le interesa
prioritariamente
contar con datos precisos sobre los posibles blancos de
ataque programados para los próximos días en Irak. Y Saddam-en sus
manos- es la fuente indicada.
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