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(IAR-Noticias) 10Feb04
La
homosexualidad, inexorablemente, siempre estuvo ligada a la
decadencia de las diferentes civilizaciones imperialistas que dominaron la
humanidad "occidental", desde los griegos, los romanos, hasta los restos del
viejo Imperio británico, hoy convertido en la patria moderna de la denominada
"revolución gay".
Hoy esas prácticas -mediante la nivelación
planetaria de cerebros
producida por los imperios mediáticos- están "sinceradas", legitimadas
y reinvindicadas como
ideología social por los grupos y
organizaciones que defienden los derechos
de formar pareja entre personas del mismo sexo.
Y para no contradecir a la historia, EE.UU,
imperio unipolar
en decadencia pronunciada, se está convirtiendo en territorio fértil para una nueva
revolución homosexual que empieza a expandirse por todos los ámbitos de su geografía
social.
Hace una
semana la Corte Suprema del estado de Massachusetts determinó
que las parejas del mismo sexo tienen derecho a contraer matrimonio y no
sólo a formar "uniones civiles".
En noviembre pasado, el
mismo tribunal había dictaminado que la prohibición de casarse a las parejas
homosexuales era "anticonstitucional", aunque no llegaron a otorgar licencias a
las siete parejas de gays y lesbianas que habían presentado el caso.
Ahora, la corte estatal
emitió un nuevo fallo, ante una petición del Senado de Massachusetts
sobre la constitucionalidad de la unión civil de homosexuales en el estado
colindante de Vermont, que otorga beneficios estatales a cónyuges del mismo sexo
pero no el estado civil.
Hasta el momento, 37
estados han aprobado leyes para prohibir la unión entre homosexuales.
Massachussets sería el primero en legalizar este tipo de unión.
Durante la primavera los estadounidenses
presenciarán las primeras bodas de homosexuales en toda la nación.
Así lo garantizó hace dos días la Corte Suprema de Massachusetts al establecer
que las parejas gays en ese estado tendrán los mismos derechos legales que las
heterosexuales.
"En este
momento, la única manera de evitarlo es enmendando la Constitución estatal pero
eso es imposible antes del 2006", dijo Michael Adams, vocero de Lambda Legal, la
mayor organización nacional de defensa legal de los homosexuales con sede en
Nueva York.
Militares pioneros
Curiosamente, y como símbolo patético de la decadencia imperial norteamericana,
fueron los militares estadounidenses los que iniciaron esta desenfrenada
"revolución gay" que hoy se extiende por amplias capas sociales
de Estados Unidos.
Desde
1993, cuando se puso en práctica una ley que sólo permite a los homosexuales ser
militares mientras mantengan su orientación sexual en secreto, cerca de 10.000 gays han sido "separados" o dados de baja de las fuerzas armadas.
Como
resultado de la nueva legislación, la conducta homosexual se considera una
violación de la
ley militar, aunque ser homosexual -sin revelación pública
de su condición- no lo es.
Según
dijeron funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. a la
prensa, "al aprobar esa ley, el Congreso expresó preocupación por los riesgos
que corren la moral, el buen orden, la disciplina y la efectividad de las
unidades".
En diciembre pasado tres
altos jefes militares retirados de Estados Unidos hicieron pública su homosexualidad, como
protesta por el trato que reciben los gays en el ejército de su país.
El
Departamento de Defensa de EE.UU., en tanto, asegura que la ley es necesaria, ya que las
"conductas homosexuales" pueden socavar el desempeño del ejército.
Pero
los generales de brigada Virgil Richard y Keith Kerr y el contralmirante del
Servicio de Guardafronteras Alan Steinman, los más altos militares
estadounidenses en reconocer su homosexualidad, dicen que ésa es una política
equivocada.
Según
ellos, obligar a los militares gays a esconder su orientación sexual tiene un
impacto más negativo sobre su desempeño que permitirles llevar una vida
abiertamente homosexual.
Los
tres oficiales de alto rango pusieron como ejemplo el caso de Gran Bretaña, país
que se vio obligado en 1999, en conformidad a una decisión del Tribunal Europeo
de Derechos Humanos, a admitir a hombres y mujeres homosexuales en el ejército.
Los señalados Richard, Kerr y Steinman señalan que esa decisión no ha tenido ninguna
repercusión discernible sobre la efectividad de las fuerzas en el campo de
batalla.
"Obviamente esto no ha sido un problema, pues estamos combatiendo codo con codo
en Irak", sostuvo el contralmirante Steinman
durante una entrevista concedida a la BBC.
Steinman admitió que se sintió nervioso al declarar abiertamente que era gay,
pero pensó que era importante hacerlo.
"Esperamos que eso estimule a otros veteranos gays a hacer lo mismo, para
demostrarle al público y al gobierno estadounidense cuántos homosexuales
trabajamos en el ejército y cumplimos con nuestro deber patriótico de servir al
país".
"Debido
a estas políticas y a la necesidad de mantener el secreto, se me negó la
oportunidad de compartir mi vida con un ser amado y tener una familia, cosas que
los estadounidenses heterosexuales dan por sentado", añadió el alto oficial
que se siente atraído por los hombres.
Para muchos militares, mantener en secreto su homosexualidad es "un sacrificio
enorme a cambio de la oportunidad de servir a su país", dijo el
contralmirante Steinman.
Bush y el Congreso
En junio
pasado, tras un larguísimo proceso
judicial, la Corte Suprema de EE. UU. decidió que era inconstitucional una
ley texana que hacía ilegal la actividad homosexual, incluso cuando se hace por
consenso y en privado.
En esa
oportunidad, en lo que fue considerado un fallo "histórico",
la corte también revocó su decisión de 1986 que ratificaba una ley de Georgia,
la cual declaraba que los homosexuales no tenían derecho constitucional a tener
sexo en sus propios hogares.
El presidente George W.
Bush, ex gobernador de Texas, advirtió
que iba a promover mecanismos legales para evitar el matrimonio gay.
"El matrimonio es una
institución sagrada entre un hombre y una mujer, y la decisión del Tribunal
Supremo de Massachusetts viola ese principio importante", señaló Bush a través
de un comunicado de prensa divulgado por la Casa Blanca.
Bush prometió trabajar
con los líderes del Congreso y con otros para hacer lo que sea legalmente
necesario para "defender la santidad del matrimonio".
Esto
preanuncia que no sólo habrá todavía una larga batalla para
los grupos que defienden la igualdad de los homosexuales, sino además que el
matrimonio gay se convertirá en un tema importante durante la campaña para las
elecciones presidenciales del 2004.
Incluso, podría tomar
fuerza una propuesta del ala política más conservadora del Partido Republicano
que pide una enmienda de la Constitución para que quede escrito
claramente que el matrimonio sólo puede ser entre un hombre y una mujer.
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