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Saturday, 09 de April de 2005

La "Obra de Dios"

El Santo Poder del OPUS DEI

 

Sus tramas y redes de influencia no tienen límites en el mundo de los negocios y del poder internacional. Construyó y manejó al Papa Juan Pablo II, y hoy, tras su muerte, va por la construcción del nuevo Pontífice que dirigirá los destinos del Vaticano. Su fundador, el canonizado José María Escrivá de Balaguer, tenía un axioma: "Un hilo y otros muchos, bien trenzados, forman esa maroma capaz de alzar pesos enormes". La "Obra" del Opus hoy extiende sus tentáculos hasta la Casa Blanca. Alguien la bautizó como la "santa mafia".

(IAR-Noticias)  09-Abr-05                                                 Informe especial

"San" José María Escrivá de Balaguer, fundador y gran timonel del Opus Dei, exclamó al enterarse de que el generalísimo Franco  había convocado para formar parte de su gobierno a varios de sus "hijos" (integrantes de su organización): "¡Nos han hecho ministros!".

De igual manera, sus seguidores en la conducción de la "Obra" habrían exclamado al enterarse de la beatificación de Escribá, en mayo de 1992, "¡Nos han hecho santos!"

Desde su canonización la "Obra" presenta a su fundador como un ejemplo de santidad universal, su imagen podrá figurar en cualquier iglesia y su culto, ser promovido en todo el orbe católico. "Ahora el fundador es un santo de la Iglesia universal, no un santo de un grupo", explica Flavio Capucci, el postulador de la causa de beatificación y canonización.

Para los expertos, la santidad de Escrivá es la santificación de la Obra y el poder del nuevo santo es el santo poder de su Opus Dei, con más de 85.000 seguidores en todo el planeta. Esas personas se desempeñan en los sitios más variados, hay entre ellos estudiantes, empleados, profesionales, hasta altos funcionarios de Washington y banqueros influyentes de Wall Street.

Escribe Jesús Ynfante en El santo fundador del Opus Dei: "Cuando (Escrivá Balaguer) cumplió dos años, padeció unos ataques de lo que modernamente se llama epilepsia. (...) Una patología que le dejaría secuelas, como ese temperamento a la vez rígido y ardiente, que se desbordaría a veces en bruscas y violentas cóleras".

Ynfante asegura que era tan vanidoso que "aprovechó la muerte de su padre para cambiar su apellido Escriba por el Escrivá con el que se le va a canonizar. Luego tuvieron que añadir de Balaguer por las ínfulas de la nobleza y para que no hubiera más dudas en la catalanización de su apellido".

Fundamentalmente el poder del OPUS se nutre de las clases altas, y clases medias profesionales, así como de los estratos dirigenciales de las clases políticas y empresariales que son reclutados -mediante contactos y dinero- para integrar las sinuosas y secretas redes de la "Obra" por todo el mundo.

Escribe Miguel Fisac, ex miembro de la Obra: "Me parece que el Opus Dei tiene mucho poder, en general. Muy difícil de captar, por su silenciosa disolución en la sociedad y por sus efectivos y eficaces métodos, como de una sociedad secreta".

Y a ello agrega el teólogo y presidente de la Asociación Juan XXIII, Enrique Miret, "el poder de los hombres del Opus Dei sigue siendo grande en política, comunicación, universidad, enseñanza y mundo de la profesión. Han fomentado la formación y acción de elites para que influyan decididamente".

"Su objetivo es recristianizar el aparato del Estado a partir de una red en la que sus miembros se identifican entre sí, se reconocen y se ayudan unos a otros en su carrera hacia los puestos clave", asegura el español Mariano Sánchez Soler, autor del libro titulado "Las sotanas del PP".

A todos ellos el Opus Dei les enseña que su trabajo corriente es de un gran valor y puede ser medio eficacísimo para amar y servir a Dios y a los demás hombres. "Esa es la única influencia del Opus en cualquier sitio en que trabaja", decía el beato Jose María Escrivá de Balaguer, fallecido en1975.

En la actualidad, partidarios, detractores, y estudiosos de la "Obra" reconocen que Escrivá fue uno de los españoles de mayor proyección internacional en el siglo XX.

El Santo Poder

El Opus Dei, es considerado una de las instituciones religiosas más influyentes, tanto en la Iglesia como en la sociedad civil. No sólo por el número, sino por la "calidad" de sus fieles, la mayoría procedente de la clase media y media alta, con fuerte penetración entre las elites políticas, económicas, culturales y sociales.

A pesar de aparentes concesiones a la transparencia, el Opus continúa practicando el secreto y utilizando testaferros y sociedades pantalla, bajo el pretexto de la "humildad colectiva" y de la "eficacia apostólica".

"Como se niega a cualquier tipo de transparencia, el Opus excita la curiosidad y la hostilidad, despertando a veces hasta fantasmas de complot", sostiene un biógrafo de Juan Pablo II .

De muchas personas se dice que son miembros o simpatizantes de la organización. La discreción, que por una parte sirve para hacer proselitismo entre los jóvenes a espaldas de su familia y por otra ayuda a tejer una red invisible en todos los ámbitos de la sociedad, se explica en primer lugar por el contexto en que nació el Opus, en la España franquista.

Decía Escrivá de Balaguer: "Un hilo y otros muchos, bien trenzados, forman esa maroma capaz de alzar pesos enormes".

Pero si en lo político, debido al entramado secreto de sus redes, es difícil dar nombres de miembros del Opus, en el mundo económico es casi imposible. Hace años se llegó a publicar que su red financiera alcanzaba a 1.500 sociedades.

En España, el lugar de su mayor influencia, sus instituciones gozan de un extraordinario prestigio, como la Universidad de Navarra, los colegios Tajamar o Retamar de Madrid, el IESE de Barcelona o el santuario de Torreciudad en Huesca.

Otros datos sobre la incidencia del poder del Opus indica que la organización cuenta con más de 500 colegios y universidades, medio centenar de radios, 12 productoras de cine y televisión, 12 editoriales, 604 periódicos y revistas y 38 agencias de información.

Algo así como el cumplimiento del precepto de su fundador: "Tenemos que envolver el mundo en papel de periódico".

Además de la Universidad de Navarra, con sus 20 facultades y su excelente clínica universitaria, la Obra controla también el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE).

Los catedráticos de la Obra están presentes en las Universidades de España y del extranjero. Destacan José Luis Meilán, rector de la universidad de La Coruña, Álvaro D'Ors, José Desantes, Ramón Llamas, Antonio Fontán, Javier Fernández del Moral, Luis Núñez Ladeveze y Andrés de la Oliva.

La Obra cuenta además con centros sociales de atención a los pobres, sobre todo en países del Tercer Mundo. Con motivo de la canonización se han puesto en marcha varios proyectos, tanto en España como en África, de ayuda a los más desfavorecidos, que serán sufragados con la aportación (cinco euros como mínimo) de los que acudan a Roma.

En los años 70, mientras su fundador Escrivá de Balaguer vituperaba a la "iglesia en descomposición", sus amigos organizaban la red financiera que permitiría a la Obra manejar miles de millones de dólares.

Una de sus instituciones  más importantes es la fundación Limmat, creada en Zurich en 1972, vinculada con bancos o fundaciones de España (Fundación General Mediterránea), de Alemania (Fundación Rin-Danubio o el Instituto Lidenthal) y de América Latina (Fundación General Latinoamericana, en Venezuela).

La nueva estrategia del Opus Dei consiste en infiltrarse en las organizaciones internacionales, por ejemplo las Naciones Unidas, la Unesco o la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE, integrada por los 21 países más ricos).

El Parlamento Europeo en Estrasburgo y la Comisión Europea en Bruselas son sus lugares preferidos. Varios parlamentarios europeos son miembros del Opus.

El Opus oculta celosamente el secreto de sus orígenes, su estructura, y sus estrategias funcionales insertadas dentro del Vaticano y del poder internacional.

En su constitución (secreta) -según especialistas en el tema Opus-    redactada en 1950, el artículo 191 precisa que "los miembros numerarios y supernumerarios sepan bien que deberán observar siempre un prudente silencio sobre los nombres de los otros asociados y que no deberán revelar nunca a nadie que ellos mismos pertenecen al Opus."

Esto posibilitó que sus miembros se incrustasen no solamente dentro de la jerarquía católica (más allá de órdenes o congregaciones) sino también dentro del mundo empresarial del capitalismo, tanto en Europa como en EEUU, donde sus tentáculos se extienden hasta la Casa Blanca.

La "santa mano" del Opus

Además de Italia, las regiones donde el Opus logra mayores éxitos son España y América Latina, incluido México.

En Bruselas, por ejemplo,  la organización actúa clandestinamente, como es su costumbre. Un ejemplo: el boletín semanal Europe Today -editado en español, francés e inglés- es enviado desde la capital belga a todo el Tercer Mundo, principalmente a América Latina, donde se distribuye gratuitamente.

Presentándose como "una agencia de prensa internacional, especializada en salud, problemas de sociedad y educación", la publicación defiende las posiciones de la derecha católica.

El nombre del Opus no aparece en ninguna parte de la revista, que goza de una subvención de la Comisión Europea. Otros puntos estratégicos que el Opus trató de ocupar en Bélgica son el Instituto Robert-Schuman y la Universidad Católica de Lovaina. El primero es una escuela de periodismo fundada por el empresario holandés Piet Derksen, cercano a la extrema derecha católica.

La influencia de la "Obra" en España comienza en 1956 cuando Franco se rodea progresivamente de ministros pertenecientes al Opus Dei.

Cuando piensa en restablecer la monarquía para que lo suceda en la persona de don Juan de Borbón, el Opus apoya a su hijo, Juan Carlos, que está al cuidado de un preceptor de la Obra: Anael López Amo. En 1969 Franco proclama a Juan Carlos heredero de la corona.

Pocos meses después se completa el triunfo del Opus: de los diecinueve ministros del noveno gabinete de Franco, doce son miembros de la organización. El giro político del Opus estaba en marcha.

"Tenía más o menos controlado Madrid, empezando por el dictador. Dentro del franquismo, el fascismo clerical del Opus vencía al fascismo auténtico de la Falange", afirma Ynfante en su libro.

Tras la muerte de Franco, la Obra se mantuvo a la expectativa durante los catorce años de gobierno socialista, y luego renació con el regreso al poder de la derecha del Partido Popular de José María Aznar (otro amigo del Opus), la organización tomó su revancha, ya que contó con varios de sus miembros entre los ministros.

Según la opinión del el ex director general de Asuntos Religiosos y catedrático de Derecho Eclesiástico de la Complutense, Dionisio Llamazares: "El PP se ha echado en brazos de la Iglesia y pretende imponer como ética global la moral católica en su versión más integrista auspiciada por el Opus Dei".

"Aznar llega al PP rodeado por la curia del Opus, que es la que le aúpa a la presidencia y se convierte en su guardia de corps", asegura Sánchez Soler.

En cuanto a la  presencia de la Obra en el entorno de la Casa Real se remonta a la época en la que el Opus apostó por el príncipe Juan Carlos como sucesor de Franco.

Desde entonces, Federico Suárez, miembro de la Obra, fue primero el preceptor del príncipe y, después, capellán de la Casa Real. Ángel López Amo formó parte de la Casa Real y Laura Hurtado de Mendoza, también de la Obra, es la secretaria de Doña Sofía.

Aunque el Opus haya encontrado mayor resistencia en los países no latinos, sobre todo en los anglosajones, progresivamente va implantándose en Estados Unidos, donde cuenta con más de tres mil miembros repartidos en 64 centros, la mayoría de ellos instalados cerca de campus universitarios. Varios capellanes universitarios se quejaron de los "métodos clandestinos" utilizados por el movimiento, al igual que de su "comportamiento sectario" .

El círculo alrededor de Juan Pablo II

El Opus, gozó del apoyo incondicional del Papa Juan Pablo II, y sus representantes se encuentran infiltrados en todos los escalones de la jerarquía católica, no solamente en el Vaticano sino en el mundo. "¿Es el ejército secreto del Papa en su tarea de reconquista católica? ¿O Juan Pablo II es un prisionero inconsciente de esa "mafia blanca"?", se preguntaba un experto con el Papa todavía vivo.

Durante la gestión de Juan Pablo II  el Opus adquirió un enorme poder en Roma. Su ascensión se vio coronada en 1992 por la beatificación de Escrivá de Balaguer por parte de Juan Pablo II -amigo de larga data de la organización- apenas diecisiete años después de su muerte y luego de un proceso expeditivo, donde sólo se tuvieron en cuenta los testimonios positivos.

El misterioso poder del Opus Dei, sus tentáculos en las sombras, es, según los expertos, el que impone la agenda dentro del sinuoso mundo de los negocios y del control político sobre el Vaticano.

Sus lobbystas más representativos en la Santa Sede son los cardenales Sodano y Herranz (este último encargado de aplicar la ley en el Vaticano) quienes proyectan su influencia sobre Dziwisz y el portavoz oficial Navarro-Valls.

Sodano (el político) y Ratzinger (el doctrinario) son señalados como las cabezas más visibles del poder del Opus Dei en el Vaticano.  Ratzinger, un abanderado de la inquisición, ordenó el año pasado la reapertura del caso contra Galileo, condenado por afirmar que la Tierra giraba alrededor del sol, para defender a la Iglesia pese a que el Papa ya había pedido perdón en 1992.

El Papa designó numerosos miembros del Opus como obispos en América Latina (siete en Perú, cuatro en Chile, dos en Ecuador, uno en Colombia, uno en Venezuela, uno en Argentina y uno en Brasil).

Perú fue elegido como cabeza de puente para la ofensiva del Opus en América Latina para contrarrestar la influencia del teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, el "padre" de la Teología de la Liberación, maldecida por Escrivá y sus discípulos. El presidente Alberto Fujimori, cercano al Opus, es amigo de monseñor Luis Cipriani, arzobispo de Ayacucho, quien dirige la organización en Perú.

El cardenal Wojtyla era el candidato papal del Opus y en su elección cumplió un papel determinante el cardenal König, arzobispo de Viena y hombre cercano a la organización.

Además de la categorización de la Obra y de la beatificación de Escrivá de Balaguer -dos decisiones que levantaron una ola de críticas en todo el mundo- el Papa Juan Pablo II se rodeó de miembros del Opus.

Entre sus más estrechos colaboradores se puede nombrar a cuatro capellanes: Joachim Pacheco, Klaus Becker, Fernando Ocariz y Felipe Rodríguez; su portavoz laico, numerario del Opus, Joaquín Navarro Valls y el cardenal Martínez Somalo, ex substituto, cercano también a la organización.

Los seguidores de Escrivá suplantaron a los jesuitas en el entorno y en la estrategia del Papa Juan Pablo II.

Un miembro de la Obra, Joaquín Navarro Valls, era la cara mediática y el hacedor de la estrategia comunicativa de un pontificado eminentemente mediático.

Tanto el cardenal Sodano, número dos del Vaticano, como los cardenales Ratzinger y López Trujillo, y el presidente del Consejo Pontificio para la Interpretación de los Textos Legislativos, el cardenal español Julián Herranz, están directamente ligados a la Obra.

En el colegio cardenalicio cuenta con el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani. También controla, a través de Justo Mullor, la Escuela diplomática de la Santa Sede, en la que se forman los nuncios y los consejeros de todas las nunciaturas del mundo.

Y uno de los papables con mayor prestigio y más posibilidades de suceder a Juan Pablo II, el cardenal de Milán Dionigi Tettamanzi, suele ser calificado por los vaticanistas como "próximo al Opus Dei".

En España, en tanto,  cuentan con la simpatía de casi todos los obispos (unos 50 asistieron a la canonización de Balaguer), pero sólo han conseguido colocar a uno de los suyos, monseñor Gil Hellín, al frente de la archidiócesis de Burgos.

De todas formas, en círculos eclesiásticos españoles se considera que la Obra es "el más importante e influyente movimiento organizado de la Iglesia".

Las congregaciones romanas tienen también numerosos miembros "opusianos": la congregación encargada de la causa de los santos, que había decidido la beatificación de Escrivá de Balaguer, tiene tres.

El cardenal Palazzini, amigo de la Obra, era su prefecto en 1981, cuando se presentó la causa de Escrivá, mientras que monseñor Javier Echevarría Rodríguez, sucesor de Escrivá, ¡era consultor!

Siendo obispo de Cracovia, monseñor Karol Wojtyla ya viajaba a Roma invitado por el Opus, que lo alojaba en la bella residencia del viale Bruno-Bozzi N° 73, en un elegante suburbio de Roma.

Tras asumir en el trono de San Pedro, el Opus se mostró generoso con el Papa polaco, participando -por ejemplo- en la financiación del sindicato Solidaridad.

La alianza del Vaticano con Washington -impulsada por los lobbystas del Opus enn la Casa Blanca- ayudó a inclinar la victoria del capitalismo sobre la URSS. Juan Pablo II fue el cruzado de la guerra contra el "ateismo rojo" en los países bajo la órbita soviética y su prédica contribuyó a legitimar "espiritualmente" la invasión capitalista a las regiones comunistas de la ex URSS.

Se afirma que el Papa fallecido era depositario de algunos de los secretos mejor guardados sobre los EEUU y su política de expansión hacia los ex enclaves comunistas de Europa del Este, cuya primera fase fue la invasión y apoderamiento de Yugoslavia.

Todos los expertos y estudiosos coinciden que en el destino del Papa muerto siempre estuvo la mano de la "Obra de Dios" creada por el "santo" Escribá Balaguer.

Sus tramas y redes de influencia no tienen límites en el mundo de los negocios y del poder internacional: construyeron y manejaron al Papa Juan Pablo II, y hoy, tras su muerte, van por la construcción del nuevo Pontífice que dirigirá los destinos del Vaticano.

Su fundador, el canonizado José María Escrivá de Balaguer, tenía un axioma: "Un hilo y otros muchos, bien trenzados, forman esa maroma capaz de alzar pesos enormes". La "Obra" del Opus hoy extiende sus tentáculos hasta la Casa Blanca.

Alguien la bautizó como la "santa mafia".
 


Fuentes:

"El Santo Poder de Escrivá" - José Manuel Vidal / Idelfonso Olmedo // - Crónica -

"El santo fundador del Opus Deis" - Jesús Ynfante

"El Papa político-teologia liberación" - José Antonio Caporal - Revista Vértigo

"El poder del Opus Dei" - François Normand - Le Monde Diplomatique

"El hombre de Villa Tevere" - Pilar Urbano

"Opus Dei, la entronización del fanatismo" - Cristóbal Guzmán - http://www.opuslibros.org/

 

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