(IAR-Noticias) 09-Ag-05
Las medidas de
seguridad fueron extremas durante las 24 hs. (AP)
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Después
de cuatro semanas de hablar de los atentados del 7-J, de promover y
alentar la cacería de musulmanes "sospechosos", la prensa británica
manipula el nerviosismo de sus lectores conspirando con nuevas
posibilidades de "ataques terroristas".
El proceso de
"miedo al terrorismo", a su vez devino en miedo a todo tipo de
conspiraciones. Al clásico cóctel diario de
versiones,
trascendidos, comunicados, cartas, videos con nuevas amenazas, "información
secreta" sobre grupos terroristas, pistas "árabes", etc, ahora se habla,
incluso, de una
“insurrección” interna en suelo británico.
Ya no hay una lógica informativa
"antiterrorista", sino que se alimenta el miedo masivo utilizando
cualquier recurso con titulares y noticias capaz de movilizar psicosis en una
sociedad altamente sensibilizada por los ataques explosivos que dejaron más de
56 muertos y decenas de heridos.
De cualquier manera, y si se analiza en
perspectiva, toda esta escalada de "terror mediático" tiene como único
beneficiario claro al gobierno de Tony Blair cuyo objetivo es instalar su propia
"Ley Patriota" en territorio británico como aprovechamiento inmediato de la
masacre del 7-J.
Previo a los atentados del 7-J,
24 hs. antes, Tony Blair presentó un nuevo proyecto de "ley antiterrorista"
que endurece la legislación británica y otorga poderes especiales a las fuerzas
de seguridad y a los servicios de inteligencia.
Una semana después, en oportunidad de
los sucesos "terroristas" del 21-J en Londres, el Congreso de EEUU aprobó la
renovación de la Ley Patriota, un instrumento legal, nacido después del 11-S,
que otorga superpoderes e inmunidad represiva al FBI y los servicios de
inteligencia en su persecución de activistas "anti-Bush" y de ciudadanos
musulmanes "sospechados de terrorismo".
Toda esta maniobra política de
aprovechamiento de los atentados terroristas se dió en el marco de una
encarnizada psicosis de "miedo al terrorismo" promovida por la prensa británica
y recogida por las grandes cadenas de la prensa internacional.

Casi por "coincidencia" esta fiebre
editorialista de los medios británicos con la conspiración "terrorista" coincide
con la distintas maniobras del gobierno de Blair para conseguir una legislación
interna que le posibilite detener masivamente a ciudadanos sospechados de
vinculación con el terrorismo y expulsar a extranjeros -principalmente de origen musulman-.
Según informa este martes The
Guardian, el ministerio británico de Interior analiza la posibilidad de
establecer tribunales especiales para que consideren, en secreto,
el tiempo que sospechosos terroristas pueden permanecer detenidos sin cargos.
Según el periódico británico, como parte de ese plan se estudia un sistema por
el que un juez tendría acceso a material secreto sensible, como grabaciones de
escuchas telefónicas, para preparar el caso contra el "sospechoso" antes del
comienzo del juicio.
Así, se permitiría durante ese proceso la participación de "abogados defensores
especiales" (puestos por el gobierno) como representantes legales de los
detenidos, de acuerdo con el matutino británico.
The Guardian añade que esos
representantes legales no podrían revelar la naturaleza de las pruebas que hay
contra sus clientes aduciendo "secreto de Estado".
Actualmente, las leyes británicas no permiten el uso de escuchas telefónicas
como pruebas contra los sospechosos, pero la nueva legislación, al igual que en
EEUU, permitirá que sean utilizadas contra los acusados de actividades
"terroristas".
Toda esta información sale a la luz luego de que el primer ministro británico,
Tony Blair, revelase que analiza un nuevo procedimiento judicial que permitiría
un proceso previo al juicio.
En la actualidad, los sospechosos de actividades "terroristas" sólo pueden
permanecer detenidos sin cargos durante catorce días, pero la policía quiere
ampliar ese período hasta unos tres meses.
Blair presentó el pasado viernes una serie de medidas "antiterroristas" que
analiza el Gobierno en respuesta a los atentados de los pasados 7 y 21 de julio
en Londres.
"Coincidentemente" durante todo el
fin de semana la prensa británica realizó una ofensiva "informativa" cuya
cobertura tenía como eje central la psicosis de miedo al terrorismo,
potenciada además, por todo tipo de rumores y especulaciones sobre nuevos
ataques en suelo británico.
El ejército colabora con los
operativos "antiterroristas" (AFP)
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Los medios más "serios"
estuvieron llenos de noticias y titulares capaces de ponerle al lector los pelos
de punta, como The Independent que, citando "fuentes" de los propios servicios
de información, advirtió nada menos que del peligro de una "insurrección"
interna en suelo británico.
Alimentando la "cacería de "terroristas islámicos", The Independent señaló que
hay miles de jóvenes inmigrantes musulmanes llegados del Cuerno de Africa o del
Asia central, donde han recibido entrenamiento militar.
"Cada uno de esos hombres sabe manejar un AK-47", y muchos de ellos han sido
formados en el manejo de explosivos militares, señaló el periódico.
No menos "alarmante" resultó la información de otro dominical, The Sunday
Times, relativo a que los "terroristas" podrían emplear a mujeres y
niños para llevar a cabo sus atentados de carácter suicida.
Los agentes de Scotland Yard han recibido instrucciones en las que se les indica
que los terroristas pueden estar cambiando sus métodos para adaptarlos a la
nueva situación.
El mismo periódico informó que van a crearse brigadas especiales de tiradores de
elite para combatir a eventuales terroristas suicidas como los cuatro que, el
pasado 7 de julio, mataron a cincuenta y seis personas e hirieron a otras
setecientas en tres estaciones de metro y un autobús de Londres.
Entre
ciento cincuenta y doscientos tiradores especiales de la policía serán
reclutados como parte de una campaña destinada a frustrar nuevos ataques de ese
tipo, dice The Sunday Times.
El periódico añadió que esa unidad de elite que patrullará el metro y los trenes
está inspirada en una de Scotland Yard cuyos agentes mataron el 22 de julio de
ocho disparos a quemarropa a un joven brasileño tras confundirle con un
terrorista.
Mientras tanto, otras informaciones
"reveladas" por la prensa británica indicaban que "fuentes saudíes" señalaron la
existencia en el Reino Unido de una o más células de la red terrorista de Al
Qaeda, con las que habrían tenido relación hasta su muerte en un tiroteo en
Arabia Saudí, dos marroquíes también vinculados, al menos en un caso, con los
atentados terroristas de Casablanca y Madrid.
El hilo "informativo" revelado por los medios británicos coincide en que los
investigadores apuntan hacia Pakistán, cuyas "madrasas" o escuelas
religiosas han sido al parecer vivero de potenciales terroristas extranjeros.
También orientan la cacería hacia
Afganistán, pero también hacia el Cuerno de Africa, una región continuamente
"desestabilizada", el más próximo Magreb o Arabia Saudí, cuna de "Osama bin
Laden".
El viernes, el primer ministro, Tony Blair, anunció una serie de propuestas
"antiterroristas" que incluyen la posibilidad de deportar o denegar la entrada
en el país a quienes hacen apología del terrorismo, así como el cierre de
mezquitas y otros centros donde se propague el "extremismo fanático".
Esta nueva cacería mediática de los "profetas del odio musulmán", coincide, como
se puede apreciar a simple vista, con los planes de convertir a Gran Bretaña en
el "nuevo Guantánamo" del occidente cristiano
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