(IAR-Noticias) 18-Feb-05
El
presidente de EEUU, George W. Bush, nombró hoy a John Negroponte, actual
embajador en Irak, como el primer director nacional de inteligencia del
país, al que definió como un hombre capaz "que tomará las decisiones
correctas".
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George W Bush y
Porter Gross, actual director de la CIA. |
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Negroponte, quién desde su cargo de super-embajador
detenta el poder real en Irak, es un "halcón de raza" que operó la
invasión a Irak desde el cargo de embajador de EEUU ante la ONU.
Entre
1981 y 1985 condujo la embajada norteamericana en Honduras, supervisando
la creación de la base aérea El Aguacate, donde la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) y el Pentágono entrenaron a los Contras nicaragüenses
en los años ´80.
Ese
enclave fue utilizado como centro clandestino de detención y tortura,
y en Agosto del 2001, luego de múltiples excavaciones, fueron descubiertos
decenas de cadáveres, de las casi 200 personas que, se estima, fueron ultimadas
y enterradas en la instalación.
John Negroponte comenzó su carrera
diplomática durante el conflicto de Vietnam, donde trabajó junto a Henry
Kissinger, como parte del equipo encargado de
negociaciones secretas, bajo la presidencia de Richard Nixon.
Cuando en 1989
George Bush padre lo designó como embajador en México, Negroponte tuvo que
enfrentar muchos cuestionamientos por parte del Congreso
estadounidense para lograr que le confirmaran ese cargo.
Durante esas comparecencias, tuvo que
responder, por ejemplo, sobre los escuadrones de la muerte en Honduras y el
escándalo "Irán-Contra" (también conocido como el "Irangate").
El espía de
los halcones
Negroponte
fue cuestionado en relación con los escuadrones de la muerte en Honduras
y el escándalo "Irán-Contra". (AP)
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Su
actual
nombramiento implica el control
total de la Casa Blanca sobre la estructura de la inteligencia estadounidense
tras los cuestionamientos y la ofensiva contra Bush desatada por los
demócratas en el Parlamento y en los medios de comunicación.
Con Negroponte ocupando la Dirección
Nacional de Inteligencia, Porter Goss al frente de la CIA, y el general
Cambone al frente de la inteligencia del Pentágono, Bush y los halcones
hegemonizan sin fisuras la inteligencia interior y exterior, columna vertebral
en los proyectos agendados para el Medio Oriente por la Casa Blanca (Siria, Irán
e Irak), entre otros objetivos del segundo mandato.
En enero último,se reveló que una red de inteligencia del
Pentágono (SSB) había sido
organizada en forma
clandestina dos años atrás, para
sustituir
a la CIA en las operaciones encubiertas en el exterior. Su jefe
renunció luego de que el Congreso estadounidense iniciara una
investigación.
El nombramiento del halcón Negroponte en la cima de la
inteligencia, un funcionario de la ultra confianza del clan Bush y del lobby
judío, cierra el proceso de consolidación del poder de los "duros"
que comenzara con la expulsión de Colin Powell del gabinete presidencial.
Al
hacer el anuncio, Bush destacó la capacidad de Negroponte para este puesto de
nueva creación, desde el que coordinará todo el sistema de
inteligencia de EEUU, y del que responderá solo ante el propio
presidente.
Negroponte tendrá mando directo sobre el presupuesto y el funcionamiento de las
15 agencias de inteligencia de EEUU, que
actualmente están inmersas en numerosas batallas internas sobre sus competencias,
caso de la CIA donde su director, Porter Goss, sufre una rebelión interna
después de una purga de funcionarios.
Bush
anunció también que el "número dos" de Negroponte será el general Michael
Hayden, que actualmente dirige la Agencia Nacional de Seguridad (NSA),
dedicada al espionaje de las comunicaciones, que responde
incondicionalmente a Donald Rumsfeld y al subsecretario de inteligencia
del Pentágono, Sthefen Cambone.
En julio del año
pasado, el Congreso
de EEUU -controlado mayoritariamente por los republicanos- alcanzó un acuerdo para aplicar las recomendaciones de la comisión del 11-S para
reformar la CIA y los servicios de la llamada "comunidad de inteligencia"
estadounidense.
La
nueva legislación, basada en las recomendaciones
de la Comisión del 11-S,
creaba un nuevo cargo
de director de inteligencia nacional,
con amplios
poderes sobre el resto de las agencias de inteligencia, incluida
la CIA,
y con control sobre los gastos de
inteligencia.
Esa situación afectaba el poder de
Rumsfeld
y de los halcones del Pentágono, quienes controlan el 80%
de los 40.000 millones de dólares anuales dedicados a inteligencia
en EEUU.
Después de una intensa presión de la Casa Blanca y del
Pentágono, el Congreso aprobó finalmente un
proyecto que redujo el poder del nuevo director,
aduciendo facultades del Secretario de Defensa para mantener sus
"responsabilidades estatutarias".
Esto es, mantuvo vigente el control del 80% del presupuesto al
Pentágono.
La
elección de Negroponte (el hombre de Bush) llega
tras una larga temporada de búsqueda por parte de la Casa Blanca del "hombre
ideal" para poner en orden y coordinar los servicios de inteligencia,
que han sido blanco de las críticas de los demócratas y los
medios "anti-Bush" tras las
"fallas"
relacionados tanto con la prevención de los atentados del 11-S como con las
armas de destrucción masiva de Irak.
Durante
el anuncio, Negroponte señaló que una de sus tareas primordiales será reformar
los servicios de inteligencia para mejorar su funcionamiento, especialmente de
cara a la "guerra contra el terrorismo".
Negroponte es un diplomático con una larga carrera, y ha desempeñado altos
cargos en el Departamento de Estado, como embajador en
Centroamérica y en Naciones Unidas.
El escritor y Periodista cubano
Lisandro Otero lo define así:
"Negroponte es un conocido
manipulador político, cómplice de torturadores, animador de verdugos, siniestro
encubridor de violaciones de derechos humanos, compinche de traficantes de
armas. Fue embajador en Honduras de 1981 a 1985.
Durante su ejercicio fundó
la espantosa base de El Aguacate,
centro de detención y torturas, con la cooperación de la CIA y de militares
argentinos. Allí se entrenaba a los contras nicaragüenses. En agosto de 2001
unas excavaciones descubrieron los restos de 185 personas, incluyendo dos
estadounidenses, quienes habían sido torturados y asesinados en aquél horrendo
lugar.
Negroponte, con ayuda de la
CIA, contribuyó a crear el Batallón 316 que secuestró, martirizó y exterminó a
cientos de patriotas. Negroponte puso en contacto a los traficantes de armas
Thomas Posey y Dana Parker con los militares hondureños y logró que el
presupuesto de la ayuda militar estadounidense a Honduras creciera de cuatro a
setenta y siete millones de dólares anuales".
Ver texto completo del artículo de Lisandro Otero
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