(IAR-Noticias)
15-Ag-05
Seguramente el valiente
"presidente de la guerra" norteamericano, el osado conquistador George W.
Bush, siempre pensó que en su azaroza vida política podría ocurrirle de todo, menos
estar cercado en su propio rancho por una manifestación de padres y madres de
soldados norteamericanos muertos en Irak, que piden el regreso de las tropas
norteamericanas.

Como si le faltara algo: bajón en las
encuestas, embestida en contra en el Congreso de EEUU, conflicto con Irán,
etc,etc, ahora se le suma una heroína mediática "antiguerra" que ya le
arruinó las vacaciones y el descanso, sembrándole de cruces la entrada de su
rancho en Texas.
La nueva
y promocionada cara de la oposición mediática a Bush en Irak es una "madre
del dolor".
Y
como corresponde, Cindy Sheehan es la dolorida madre de un soldado norteamericano muerto en Irak quién le
reprocha a Bush haberlo llevado a la muerte por una "mentira".
No importa mucho,
en EEUU y el resto del mundo, que hacía y con que explicación filosófica se
enganchó ese soldado yanqui para "combatir" en Irak.
Combatir en Irak, según el decálogo
del Pentágono. Matar combatientes de la resistencia y asesinar civiles
inocentes, según el decálogo la resistencia iraquí.
En realidad no importa mucho que
hacía el hijo-soldado de la
nueva "heroína" pacifista norteamericana en Irak.
La oposición interna "anti-Bush",
los demócratas que quieren sacarle el control de la Casa, la necesitaban, y
The New
York Times y la prensa opositora norteamericana la inventaron.
En el escenario mediático
internacional apareció Cindy: la "madre del dolor yanqui" en Irak. Una
especie de "madre de Plaza de Mayo", pero en versión imperialista, que lo tiene
cercado a Bush en su rancho con una hilera de cruces y la réplica de un
cementerio que recuerda a su hijo -y a otros invasores- muertos en el el país
ocupado.
Demás está decir que las madres de
los miles de iraquíes, niños, mujeres y ancianos muertos por los bombardeos de
la fuerza militar que contrató al hijo de Cindy, nunca tuvieron el privilegio de
aparecer como "héroes" en las pantallas, titulares y portadas de la
prensa imperialista norteamericana.
Más bien, quien muere bajo la
metralla y las bombas por resistir a los invasores norteamericanos en Irak, solo
merecen un titular efímero de "terrorista" (o de "terroristas" si mueren en
bombardeos masivos e indiscriminados).
Pero
ahí está Cindy, el nuevo producto mediático de la oposición demócrata que
quiere terminar con Bush para colocarse en su lugar y hacer lo mismo:
invadir y saquear países como en la época de Clinton.
.Al comando de un grupo de opositores "antiguerra",
la "madre del dolor" le armó a Bush un escenario que simboliza a los que
murieron -y a los que van morir- en el lejano país petrolero que hoy permanece
ocupado militarmente por casi 150.000 soldados estadounidenses.
Bush debe pasar al salir del
rancho, perdido en medio de la pradera y bajo altas temperaturas estivales,
frente a hileras de cruces blancas que portan los nombres de más de 500
soldados de unos 1,840 norteamericanos muertos en Irak desde el inicio de la
guerra, en marzo del 2003.
Sobre una está el nombre de Casey Sheehah, muerto en abril del año
pasado en Bagdad.
Su madre, Cindy, ha instalado su
carpa a un kilómetro de la entrada al rancho desde la semana pasada y reclama
ser recibida por Bush para manifestarle su oposición a la presente
guerra.
''No comprendo por qué no puede tomarse diez minutos para recibir a alguien a
quien él arruinó la vida'', repite Cindy Sheehan ante cada cámara de televisión
o reportero que se le cruza en el camino.
Las vacaciones del presidente estadounidense , iniciadas a
principios de agosto en su rancho en Crawford, Texas, por cinco semanas, se
convirtieron en una pesadilla, con grupos manifestantes opositores a la guerra en Irak que
-rodeados de cámaras televisivas y reporteeros-
acampan a diario frente a su propiedad.
The New York Times -uno de
los más influyentes medios "anti-Bush" en EEUU- dedicó varias páginas
para narrar la historia de Cindy, que es tapa de los principales medios de
Texas, y cuya imagen ya está instalada generosamente en toda la prensa
internacional
Cindy,
promovida por la "magia mediática" de la prensa opositora en EEUU, se ha convertido en la cara del
flamante
movimiento antibélico, que -según sus organizadores- pretende en convertirse en
un émulo de aquel que se organizó durante la guerra de Vietnam.
Y tampoco tampoco resulta una
"coincidencia fortuita" que The New York Times, uno de los más firmes
voceros de la oposición demócrata, haya sido el pilar de lanzamiento de Cindy
convertida en la "nueva heroína" de los grupos opositores a la ocupación militar de
Irak, detrás de los cuales mueven sus fichas políticas los que quieren terminar
con la carrera política de Bush antes de que acabe su mandato.
Esto es, que detrás de los
legítimos reclamos de los familiares y padres que exigen el retiro de las
tropas, también se encuentra el oportunismo político de los demócratas (que
apoyaron en el Congreso la invasión de Irak) y del establishment de poder que quiere
sustituir a Bush y los halcones en el manejo de los negocios de la Casa Blanca.
Agitando
sondeos que indican que más de 62% de los norteamericanos rechaza la manera que Bush
conduce "la guerra" (no la invasión, sino "la guerra"), la prensa "anti-Bush"
atrajo a la opinión pública con la gesta "antibélica" de Cindy.
El show mediático atrajo a cientos de personas que se
instalaron junto a la carpa que colocó a orillas del camino que va al rancho de
Bush.
Esta situación -en opinión de varios
analistas locales- "politizó" peligrosamente la situación para Bush, que
venía padeciendo una embestida contra su gestión en Irak promovida por grupos de
legisladores, no solo demócratas sino también republicanos, que solicitan el
retiro inmediato de las tropas estacionadas en Irak.
De la misma manera como los grupos de ultra derecha pro-Bush intentan demoler a Cindy con campañas en
internet, un grupo de organizaciones demócratas comenzaron a apoyarla.
True
Mayority, un grupo "antiguerra", contrató a la firma especializada Fenton
Comunications para que coordine las entrevistas con los periodistas
norteamericanos que hacen cola frente a su carpa para entrevistarla.
"Nunca me imaginé que iba a generar esto", dice a cada rato Cindy,
conmovida por la fama.
"Alta, ojos celestes, rubia, vestida con un short beige, remera blanca, y
zapatillas de tenis, Cindy es la típica madre californiana que uno imagina
llevando a sus hijos a la práctica de fútbol. Sin embargo se ha convertido en un
ícono de la resistencia contra la guerra y un inquietante fenómeno político y
mediático", dice la corresponsal de Clarín en Washington, Ana Barón.
La madre del soldado fallecido ya anunció que tiene la intención de instalar en
septiembre una carpa frente la Casa Blanca, en Washington, si Bush no la recibe en
su rancho de Crawford.
Según la agencia AFP, el viernes Bush no se detuvo con su imponente cortejo presidencial al pasar
delante de unos 60 manifestantes llegados para dar su apoyo a Cindy y a la protesta
contra la "guerra" en Irak..
El presidente se trasladó desde su rancho Prairie Chapel a otra residencia
próxima, donde el Partido Republicano había organizado una reunión con el objeto de
recaudar fondos electorales para la próxima campaña de elecciones legislativas.
''Si uno tiene tiempo para esas reuniones, entonces tiene tiempo para recibir a
los miembros de Goldstar'', afirmó Cindy Sheehan, en referencia a la asociación
Goldstar Mothers for Peace que ella integra y que reúne a madres de soldados que
se oponen a la "guerra".
Entre quienes se acercaron a la manifestación comandada por Cindy, se halla Jean Prewitt, quien
admite haber apoyado la invasión al principio. Su hijo Kelley Prewitt fue muerto
en las primeras semanas de la ocupación de Irak, en abril de 2003.
''Yo apoyaba la guerra y continué apoyándola hasta diciembre de 2003 pese a que
mi hijo murió. Después, descubrimos que la causa para declarar esa guerra no era
más que una mentira'', dijo Previtt a la agencia AFP.
El jueves de la semana pasada, Bush
se reunió en su rancho de Texas con sus principales equipos de
defensa y política exterior para analizar temas que tenían como eje
excluyente a la ocupación de Irak.
La reunión en Texas
tuvo lugar en momentos en que los índices de
aprobación de Bush han caído por debajo del 50 por ciento, mientras un
creciente número de estadounidenses se opone a la guerra en Irak.
La persistencia
editorial de los dos más influyentes diarios de EEUU, The Washington Post
y The New York Times, avivando el retiro de las tropas dieron el libreto al
Partido Demócrata para desarrollar una ofensiva oportunista en el Congreso.
John Deutch, ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y asesor
del Partido Demócrata, publicó una columna en The New York Times en la que pidió ”un
pronto plan de retiro” a iniciar junto con las elecciones iraquíes previstas
para el 15 de diciembre.
La aparición de Cindy Sheehan
en el
"firmamento mediático" de la prensa opositora forma parte de la misma ofensiva.
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