(IAR-Noticias)
09-Sept-05

A
pesar de haber repuntado con los
atentados terroristas del 7-J en Londres, la popularidad del
presidente del Imperio bajó al mínimo histórico del 41%, tras la gestión de su
gobierno con el desastre del huracán Katrina, según una encuesta de Zogby
America.
Y esto es grave, muy grave, porque, y
tal como lo demuestran las estadísticas, cada vez que Bush anda con la
popularidad por el suelo aparece la caballería explosiva de Bin Laden
haciendo algún estrago por Europa, y amenazando con algunos blancos potenciales,
incluso dentro de USA.
¿Cuándo va a aparecer Al Qaeda?, se
preguntan los expertos viendo como Bush y los halcones se ahogan lentamente con
el Katrina.
¿Por dónde va a aparecer?, es la
pregunta del millón, cuya respuesta sólo es posible analizando con
minuciosidad el tablero estratégico (la información secreta de la CIA no se
publica en ningún boletín oficial, y no hay "fuentes confiables") .
Katrina,
entre otras cosas, tuvo el mérito de "tirarle encima" a Bush a toda la oposición: los demócratas, la prensa demócrata, los republicanos "suaves" del negro Powell, los "pacifistas", y cualquiera que quiera ganarse la gloria política
despellejando al "presidente de la guerra".
Por lo pronto, sea verdad o mentira,
la usinas mediáticas "anti-Bush" ya lo empezaron a bombardear con cifras para
abajo de su imagen y popularidad.
El sondeo de Zogby America, realizado con entrevistas a 1.157 personas en
edad de votar de todo el país los pasados martes y miércoles, muestra también
que la mayoría de los encuestados -el 69 por ciento-, cree que la Cruz Roja
respondió mejor a la crisis que el Gobierno federal, frente al 17 por ciento
que opinan lo contrario.
Sólo un tercio de los encuestados, el 32%, opina que la administración actuó
bien tras la catástrofe, frente al 66% que califica de negativa su respuesta,
según la misma encuesta, que tiene un margen de error del 2,9%.
Un 27% cree que el presidente Bush es el culpable de la mala respuesta
gubernamental, mientras que un 22% opina que es más culpable el director de
la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), Michael Brown.
Otro sondeo conjunto de CNN/USA Today/Gallup del 5 y 6 de septiembre
mostró a un 42% de la población que cree que la gestión de Bush es "mala", mientras
que otro 35% piensa que su labor fue "muy buena" o "buena".
Por último, la encuesta de Washington Post/ABC News realizada el 2 de septiembre
ofreció resultados más parejos, con una aprobación al trabajo
presidencial del 46% y un 47% que lo desaprobaba.
Para
levantar esta "crisis de imagen" los halcones hacen todo lo "que pueden".
El estado mayor en "pleno" se hizo
presente estos días en la zona de "catástrofe" para monitorear y coordinar la
ayuda, algo tarde por cierto, mientras la comunidad negra los acusa de racismo,
los demócratas de "inútiles", y los medios ya hablan abiertamente del "Katrinagate"
(un aggirornamiento del Watergate) que puede terminarcon la carrera política de Bush.
De cualquier manera, y como "efecto
positivo" para Bush, el escándalo interno con la catástrofe, sacó de escena la
muerte de soldados norteamericanos en Irak, cuyo centimetraje en la prensa
internacional quedó relegado por los muertos del Katrina.
Un jefe relevante de los neocons que controlan la Casa Blanca, el
vicepresidente Dick Cheney, visitó la ciudad de Nueva Orleans para empezar a
evaluar las "necesidad del área" más a largo plazo y expresó que se están
haciendo progresos "significativos" aunque aún hay asuntos pendientes que
resolver.
El vicepresidente, que se suma a la creciente lista de funcionarios de primer
nivel que visitan la zona del desastre tiene previsto en las próximas horas
llegar a Baton Rouge, la capital del estado de Luisiana.
En
tanto, agentes de la policía de Nueva Orleans, con apoyo de efectivos de la
Guardia Nacional, empezaron a desalojar a la fuerza a las personas que
se rehúsan a abandonar sus hogares en la inundada ciudad devastada por el huracán Katrina.
"Sacar a la gente de Nueva Orleans"
equivale, según los expertos, a "licuar" y atomizar el conflicto,
desactivar el escenario de tragedia y diseminar a las víctimas por diversos
estados de la Unión.
Tratan -dicen- de borrar testimonios
concentrados en el lugar, desmovilizando a la prensa, cuya función de ahora en
más será la de informar sobre una ciudad fantasma y sin rastros de
humanos, salvo el impresionante aparato militar desplegado en la zona de
catástrofe.
Hay muchos que ya señalan en los
medios estadounidenses que la premura por sacar a la gente del lugar -más
que a razones de peligros epidémicos de enfermedades- se debe a que los halcones
quieren borrar rápidamente los efectos políticos de la tragedia del Katrina.
Si bien demostraron ineptitud para
dar una respuesta rápida a la catástrofe, sus reflejos con la propaganda y
la acción psicológica para torcer situaciones adversas sigue siendo de temer.
Entre los demócratas, imperialistas
"alternativos" a Bush que hoy juegan de "palomas de la paz", no hay ningún
equivalente a Karl Rove, el "cerebro de Bush", que en cuestión de maldades y
manipulaciones mediáticas funciona como una saeta.
La incapacidad que demostraron los
funcionarios burócratas de Bush (tardaron tres días para empezar a operar los
sistemas de auxilio y rescate), se revierte mágicamente, cuándo los
estrategas de inteligencia comandados por Karl Rove comienzan a dar respuestas
efectivas para contrarrestar la oscilaciones y caídas de Bush en las
encuestas.
Algo están "armando", dicen los que
saben en Washington.
¿Proyectar un conflicto externo para
diluir la atención del conflicto interno?.
Las miradas se dirigen hacia Irán, o
a las fronteras con Siria, conflictos siempre latentes y blancos
potenciales permanentes de los halcones.
¿Rumores de "ataques preventivos" en
alza?
No faltan los que miran hacia la
Argentina, lugar donde en noviembre Bush participará de la Cumbre de las
Américas.
¿Atentado/atentados terroristas?
Hay pistas, muy firmes.
Cuidado: Bush anda con la popularidad
por el suelo.
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