Con el soldado norteamericano
muerto en un atentado con explosivo el domingo, la cifra de muertos ya
alcanzó a los 1900 soldados desde que se iniciara la ocupación en marzo de
2003, según un conteo de prensa de la agencia cubana Prensa Latina basado en
estadísticas de la secretaría de Defensa de EEUU.
Promediado esa cifra de fallecidos en
30 meses de ocupación, arroja un promedio de 63 soldados estadounidenses
muertos por mes en Irak.
También las tropas estadounidenses sufrieron en estos 30 meses de de ocupación
militar cerca de 14500 heridos, añaden estadísticas basadas en datos del
Departamento de Defensa y el Comando Central.
El mes pasado, unos 60 soldados
estadounidenses murieron, incluyendo a los siete que fallecieron el fin de
semana en dos ataques con bomba junto a una carretera de Bagdad, según la
agencia Reuters.
Estos números a su vez demuestran que
durante la ocupación militar de Irak han muerto, en promedio, algo más de 2
soldados norteamericanos por día.
A esto habría que sumarle los más
de 12000 heridos y mutilados que registran los conteos oficiales del la
Secretaría de Defensa estadounidense, y que fuentes de la resistencia iraquí
afirman que el número es mucho más alto.
Según los mismos conteos surgidos de la información oficial, en el mes de julio
de 2005 perecieron 54 militares, 78 en junio, y 80 en mayo
del mismo año.
La manipulación para "esconder" a los muertos
El Pentágono manipula estas cifras,
no presentándolas en el momento de ocurrir las bajas, sino como una
"totalidad periódica", lo que deforma la comprensión de las muertes diarias que
no son informadas por los portavoces militares.
Y aquí el objetivo de no informar
sobre las muertes en el momento de ocurrir, produce el efecto mediático de
diluir en lo "general" las muertes diarias de soldados norteamericanos, que de
ser informadas producirían un enorme impacto en la sociedad norteamericana
y en la opinión pública internacional.
De esta manera, Washington y la
prensa internacional "asociada" convirtieron a Irak en un status quo donde
los únicos que mueren a diario son los iraquíes (rebeldes, civiles o
colaboradores de EEUU), y los soldados norteamericanos sólo aparecen muertos en
las "estadísticas generales".
En términos de efecto
comunicacional, una cosa es informar todos los días :"hoy murieron 2
soldados de EEUU en Irak" (la cifra que da el promedio general), y otra es
informar periódicamente: "1805 soldados de EEUU murieron en Irak desde marzo de
2003".
Retardando el
"síndrome Vietnam
Con este método "informativo" sacan
de escena y despojan de "dramaticidad" la muerte diaria de los militares
estadounidenses como consecuencia de los ataques de la resistencia iraquí,
que los propios jefes militares norteamericanos sitúan entre 50 acciones por
día.
Y a su vez, y como resultante de la
acción psicológica, minimizan la efectividad de los ataques rebeldes sobre las
tropas norteamericanas, cuyas bajas diarias son preservadas por los
portavoces militares, que sólo informan de "algunas" de las muertes días después
de ocurridas.
De la misma manera que deforman la
comprensión de la ocupación militar y de la resistencia armada,
calificando de "terroristas", "insurgentes", o "suicidas" a los combatientes
iraquíes, también ocultan la muerte de sus soldados mediante la trampa de no
informar a diario sobre esas bajas.
Las cadenas internacionales
mediáticas, cuyas empresas propietarias son socias de las cruzadas militares de
Washington, se prestan a ese juego de ocultamiento brindando periódicamente las
"cifras generales" y sin analizar ni preguntar dónde y cómo murieron esos
1805 soldados de EEUU que arroja la estadística.
Esta
manipulación mediática con la cifra de muertos o con la demonización de los
que resisten a la ocupación militar ("terroristas", "insurgentes",
"suicidas", etc) permite que los funcionarios de Washington, el Pentágono o el
Departamento de Estado hablen con total impunidad del "éxito militar" en Irak.
Los números son concretos y valen más
que millones de palabras: si la prensa internacional contara cuántos, y cómo
mueren a diario los marines norteamericanos en Irak, Bush hace mucho tiempo que ya
hubiera sido sometido a un juicio político y el "síndrome" Vietnam ya hubiera
acabado con su gobierno.
La muerte de militares
estadounidenses ha experimentado un aumento vertiginoso en los últimos diez
meses, principalmente a partir del mes de enero de este año, donde los conteos
de Reuters, AP y otras agencias (sobre la base de información oficial) señalan que han
muerto más de 400 soldados de EEUU en Irak.
Pero más sorprendente todavía
son las cifras que se desprenden comparando el actual número de fallecidos
norteamericanos con los números dados oficialmente por la Casa Blanca en
septiembre de 2004.
En
septiembre de 2004, el portavoz oficial de la Casa Blanca, Scott McClellan,
anunció que las últimas cifras mostraban que 997 militares norteamericanos
habían muerto en Irak, a 18 meses de la ocupación militar de ese país en
marzo de 2003.
Esto quiere decir que, en sólo diez
meses, los norteamericanos perdieron 822 soldados en Irak, más de la
mitad de lo que perdieron en los restantes 18 meses de ocupación militar.
El número de muertos de EEUU revela,
por sí solo, que Bush y el Pentágono fracasaron estrepitosamente con su estrategia militar en
Irak.
Pone en evidencia la magnitud del accionar creciente y
mortífero de la guerrilla iraquí, y nutre la argumentación de la
organizaciones que en EEUU y en todo el mundo preparan gigantescas movilizaciones para reclamar
que las tropas norteamericanas regresen a casa.
El inevitable síndrome Vietnam
en EEUU, tal como anunciara que ocurriría el senador Kennedy, es un hecho
sólo retrasado por la manipulación mediática que hace el Pentágono con el número
diario de muertos y mutilados.