(IAR-Noticias)
17-Dic-05
Informe especial
Sorpresivamente,
utilizando una táctica de dilación parlamentaria llamada "filibusterismo"
legisladores demócratas y republicanos, unidos por la ideología y los intereses
"anti-Bush", lograron momentáneamente paralizar en el Congreso de EEUU
la prórroga y renovación de la llamada "Ley Patriota" sancionada
después de los ataques terroristas de septiembre de 2001.
Ayer jueves -según consignaron
agencias internacionales y medios norteamericanos- republicanos y demócratas
habían alcanzado
un convenio, por medio del cual se extendería la vigencia de la
polémica "Ley Patriota", sancionada después de los
ataques terroristas de septiembre de 2001 para espiar y controlar los
movimientos de "sospechosos de terrorismo" en territorio estadounidense.
Luego de meses de caldeados debates, representantes de ambas bancadas en el
Congreso norteamericano habían consentido confirmar 16 estatutos del Acta
Patriótica que expiraban en seis semanas, indicaron fuentes parlamentarias.
En total, 14 de estos capítulos tendrían desde ahora carácter permanente,
mientras que los dos restantes estarían vigentes por otros siete años.
Pero sorpresivamente este viernes,
descontentos con la ley, que, a su juicio, no contiene suficientes
salvaguardas para los derechos civiles, más de una decena de senadores de
ambos partidos consiguió torpedear la votación final, a través de lo que se
conoce como "filibusterismo'".
Esa táctica consiste en prolongar
de forma indefinida un debate y así impedir la votación definitiva de un
proyecto impopular.
De
esta manera, el Senado de EEUU rechazó renovar "por el momento"
varias secciones de la polémica ley antiterrorista de 2001, en un claro revés
para Bush, que pretende convertir algunos de esos puntos en permanentes.
Si al final no se llega a un acuerdo
en la Cámara algunas disposiciones expirarán a finales de año.
Los partidarios de la renovación sólo lograron 52 votos, de los 60
necesarios, para vencer las tácticas dilatorias de la oposición demócrata.
La ley incluye 16 disposiciones
que vencen el próximo 31 de diciembre y, según los demócratas y algunos
republicanos que también se oponen a la renovación, no contienen suficientes
salvaguardas para los derechos civiles.
Respondiendo a la guerra por el poder y en una clara politización del
tema ante los comicios de 2006, los republicanos defensores del polémico
texto dejaron entrever que harán responsables a los demócratas si no se
llega a un acuerdo en los próximos días, y la ley caduca a finales de
diciembre.
En medio de la guerra (los demócratas quieren echar a Bush de la Casa
Blanca como sea) senadores demócratas como Harry Reid y Patrick
Leahy insistieron, en nombre de la oposición, en que debe haber un equilibrio
entre la seguridad nacional y los derechos civiles del que carece la medida
paralizada este viernes.
Edward Kennedy denunció que la ley
establecía un "Gran Hermano" para espiar al ciudadano común explotando la figura
de la "sospecha" de actividades terroristas".
George W. Bush y funcionarios
de alta jerarquía de la Casa Blanca , entre ellos el secretario de Justicia,
Alberto Gonzáles, han insistido en que el Congreso debe prorrogar la ley por
ser una herramienta clave en la "lucha contra el terrorismo".
Para el conjunto de los medios norteamericanos, la votación en el Senado pone
en peligro el futuro inmediato de la denominada "Ley Patriota" ('Patriot Act'),
promulgada por el presidente Bush poco después de los atentados del 11 de
septiembre de 2001.
La
ley amplió los poderes de los servicios de inteligencia (principalmente
del FBI) para espiar a presuntos terroristas y controlar las
comunicaciones y los archivos secretos de los ciudadanos comunes
sometidos a los decálogos de la "guerra contraterrorista" de Bush aplicados al
territorio estadounidense.
Cuando
fue aprobada la Ley Patriota los ciudadanos norteamericanos y
residentes en el país vieron vulnerados y pisoteados sus
más elementales derechos humanos y libertades civiles.
Las
metodologías represivas utilizadas por las autoridades
y los servicios de inteligencia durante la Guerra Fría, en plena euforia del
"anticomunismo" paranoico, volvieron a ser implementadas por
la administración Bush utilizando como pretexto el ataque
terrorista del 11-S en EEUU.
Al igual que la criminal Ley McCarthy-Walter,
empleada durante la Guerra Fría, la USA Patriot socavó las libertades públicas y
civiles en EEUU, desató una "cacería de brujas " contra la
comunidad islámica, y convirtió al país en una orgía desatada del espionaje
represivo.
Según varias agencias internacionales, fuentes legislativas señalaron que una
posibilidad es que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Bill Frist,
intente llevar nuevamente a votación la medida (rechazada este viernes por el
Congreso) a comienzos del próximo año.
Frist no quiso ceder a las presiones
de la oposición demócrata que, como término medio, propuso una prórroga de
tres meses de la "Ley Patriota" mientras se dirimen las diferencias
"filosóficas" y jurídicas en torno a sus principios.
La versión final del proyecto de ley presentado ante el Senado daba vigencia
permanente a 14 de las disposiciones, mientras que las dos restantes iban a
ser ampliadas hasta el año 2009.
Estas dos últimas, las más polémicas,
tienen que ver con las escuchas telefónicas y la vigilancia de toda clase de
archivos privados de los estadounidenses.
De todas maneras, los expertos y
analistas estiman que los "filibusteros" demócratas y republicanos solo han
querido producir un "golpe de efecto" con la vista puesta en las
elecciones parlamentarias del 2006.
Superada esa instancia "marketinera"
electoral con la paralización momentánea de la prórroga, se estima que
los "filibusteros" de ambas bancadas votarán finalmente la prórroga en los
términos previstos acordados la semana pasada.
Siguiendo las pautas establecidas por
la política del gobierno de Bush tras los ataques terroristas del 11 de
septiembre, el FBI argumenta que se ve obligado a poner
en práctica estas medidas debido al estado de "guerra
contra el terrorismo", la que -según el criterio oficial-
está por encima a todas las libertades civiles fundamentales, inclusive
la Primera Enmienda a la Constitución, que garantiza la libertad de expresión y
la asociación libre.
Según decían el viernes analistas en
la CNN y en otras cadenas, los legisladores que hoy torpedearon la ley, en caso
de un ataque, o amenaza seria de "Al Qaeda", podrían ser sometidos a un
proceso por "traición a la patria" por boicotear un instrumento decisivo
de la "seguridad nacional" de los EEUU.
En el Imperio estadounidense, como se
sabe, con eso no se juega.
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