La
injerencia de EE.UU. en el proceso de negociaciones entre
Irán y la troika de la Unión Europea - Alemania, Francia y
Gran Bretaña - jugaría un papel destructivo en el arreglo
en torno a los programas nucleares de Irán, declaró en una
entrevista a RIA Novosti Isahan Khatami, politólogo y
catedrático de la Universidad de Teherán.
"Las recientes declaraciones y amenazas de Washington en
relación con la República Islámica testimonian claramente
el deseo de ejercer una presión fuerte sobre las
negociaciones entre Irán y la Unión Europea, las cuales se
están diluyendo últimamente" - opina Khatami.
"Una especie de mediación unilateral por parte de Estados
Unidos, que por un lado no tiene oportunidad de influir
directamente en la postura de Teherán, y por otro,
presiona sobre los europeos, va a desempeñar sin duda
alguna un papel destructivo en esas negociaciones, pues
genera un ambiente desfavorable para el diálogo y
contribuye a que se presenten cada vez nuevas demandas en
relación con Irán" - afirmó el experto iraní.
Isahan Khatami considera que "en las condiciones actuales,
cuando las partes van avanzando de manera consecuente
hacia acuerdos concretos, es inadmisible ejercer una
presión fuerte que encima no está avaladas por las pruebas
de que el programa nuclear de Irán tenga alguna componente
militar".
"Ciertas dilaciones en el proceso negociador son un claro
testimonio de que los europeos están sujetos a la
influencia por parte de EE.UU., por lo cual la Unión
Europea debería asumir, tanto en esta fase del diálogo
como en las etapas posteriores, una postura firme y
abstenerse de seguir a los americanos en sus conclusiones
infundadas" - añadió el politólogo.
Mediante un acuerdo preliminar con la troika europea, Irán
suspendió las obras de enriquecimiento del uranio y la UE,
a su vez, se comprometió a ayudarle a la República
Islámica en el proceso de su adhesión a la OMC, cooperar
con Teherán en la lucha contra el terrorismo, contribuir a
la formación de un Gobierno legítimo en Irak a través de
las elecciones y suministrarle a Irán las altas
tecnologías nucleares de uso civil.
Para poner en práctica este acuerdo, se han formado tres
grupos de trabajo: para los temas políticos, científicos y
económicos. Durante la última ronda de las negociaciones,
celebrada en Ginebra la semana pasada, Teherán aceptó la
propuesta de la UE para el suministro a Irán de un reactor
nuclear de agua ligera.
Asimismo, las partes esbozaron una serie de pasos futuros
en lo que concierne a la concesión de garantías recíprocas
para el cumplimiento de los compromisos asumidos. Irán
reiteró una vez más el carácter pacífico de sus programas
nucleares y defendió la conveniencia económica de sus
planes encaminados a la producción de energía eléctrica.
El presidente de Rusia Vladímir Putin, quien la semana
pasada recibió en el Kremlin a Hasan Rokhani, secretario
del Consejo de seguridad nacional de Irán, manifestó la
convicción de Moscú de que Teherán no aspira a fabricar
armamento nuclear.