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(IAR-Noticias)
23-Feb-05
Por Mónica Lara -
Periodista Digital
En su último libro "La caja
sucia. Telebasura en España" (La esfera de los libros, 2005), el
periodista y sociólogo Lorenzo
Díaz (Ciudad Real, 1948) hace un análisis pormenorizado y
muy crítico de nuestra televisión. Según su propio autor, se trata de un libro
"valiente" porque en él se "dice la verdad". Sin ninguna duda en sus páginas
desfilan los descalificativos hacia este medio de comunicación, repleto de
programas que hacen honor al término, tan manoseado últimamente, de "telebasura". ¿Quiénes
son los responsables del deterioro de la televisión? Lorenzo Díaz
habla de una "responsabilidad compartida" en la que la
propia sociedad es, según él, una de las culpables de la situación actual de la
'tele'. En "La caja sucia. Telebasura en España", Díaz no elude
temas controvertidos -el pasteleo en periodismo no sirve para nada, dice- y hace
un diagnóstico nada prometedor de la salud de nuestra televisión.
¿De dónde procede el término
“telebasura” que tanto aparece en su libro?
Es un término acuñado por sociólogos, comunicólogos y gente de la televisión
para referirse a un género que ha proliferado en la última década, desde que la
televisión no la hacen los profesionales sino el público, y que se caracteriza
por ser un subproducto de ínfima calidad donde se exaltan las bajas pasiones, se
entra en el terreno de la privacidad y se utiliza la intimidad como mercancía.
En la telebasura se ha sustituido el parlamento y el diálogo por la bronca, no
hay límites, y se echan en falta la ética y la estética.
Nuestra televisión, ¿está llena de telebasura?
No en su totalidad porque exageraríamos al afirmar esto, pero hay cadenas como
Telecinco en las que un 30% de lo que se emite responde a esta subcategoría.
¿Este fenómeno ocurre solamente en España?
No, pero aquí tiene una singularidad
extraordinaria porque no hay control. En otros países europeos existen Consejos
audiovisuales que controlan y en España no. Nuestras generaciones jóvenes están
sometidas al poderoso impacto de este producto abyecto.
¿Por qué no se habla de prensa-basura o de radio-basura?
Nuestra prensa y radio son extraordinarias y además el modelo dominante
es el de la televisión. De cada 100 españoles 95 ven la televisión, 60 oyen la
radio y 30 leen los periódicos. Al predominar la televisión aparece como
hegemónica en el panorama mediático.
Una sociedad
hipócrita
En tu libro aparece la
siguiente frase de Eduardo Haro Tegclen: “La sociedad es la que está haciendo la
televisión a su imagen y semejanza”. ¿Compartes esta tesis?
Totalmente. Hay una gran hipocresía en la sociedad española al culpar
exclusivamente a los productores de la existencia de telebasura. La sociedad
dice que ve La 2 y los documentales y es absolutamente mentira; lo que ve es a
Matamoros y 'Crónicas Marcianas'. Es decir, la telebasura cuenta con la
complicidad absoluta de la sociedad española.
¿Eso exime de toda culpa a los programadores?
Los programadores no han venido a culturizar sino a hacer caja. Berlusconi no ha
venido a contarnos el Renacimiento italiano, sino a hacer negocio a través de
Telecinco y, si lo hace con un producto barato, mucho mejor para él. ¿Para qué
va a proyectar teleseries de calidad cuando con un producto de más baja calidad
tiene los mismos ingresos?
Entonces quizás parte de la explicación esté en que cuesta más hacer
buena televisión tanto en términos materiales como intelectuales...
Claro. La tesis de Humberto Eco es que a partir de los años 80 la
televisión ya no la hacen los profesionales sino el público. A través de los
reality shows se llenan horas y horas sin ningún esfuerzo. Ahora mismo
enchufas la televisión y todos los magazines de la tarde consisten en cinco tíos
que por cinco duros te hacen un programa de dos horas. El profesional ha sido
arrojado fuera y eso repercute sensiblemente en la calidad del producto. Excepto
los telediarios y las teleseries bien hechas, el resto de la programación la
hace gente ajena al trabajo bien hecho.
¿Ves la televisión?
Claro. Soy un hombre de los medios. De todas formas quien diga que no ve
televisión es un mentiroso, porque la tele la ven todos los días 35 millones de
españoles.
'Gran Hermano' y
'Crónicas Marcianas'
¿Qué programas ves?
Todos los telediarios haciendo zapping y la oferta de Canal Satélite: 'Documanía',
'Lo más plus'... Antes veía 'Crónicas Marcianas' un rato y, al escribir mi
libro, he visto todo, he bajado a los infiernos.
¿Qué ejemplos hay ahora mismo de telebasura?
Hay telebasura envuelta en celofán y el producto contenedor de basura,
como 'Gran Hermano', que puede ser el top en este sentido. Porque 'Gran
Hermano' no se conforma con emitir en su horario sino que está emitiendo
“hedores” todo el día al “alimentar” a otros programas de la cadena. Los
contenedores de basura “enmierdan” a toda la programación, y 'Gran Hermano' es
un ejemplo. También hay telebasura muy bien hecha como 'Crónicas Marcianas'.
Este programa, televisivamente hablando, es perfecto: no se repite un plano, los
que salen en él se parten los cuernos por quedar bien y tener un minuto de
gloria, estéticamente es impecable... ¿Pero dónde radica mi crítica? La sociedad
civil tiene que proteger a los niños de estos efectos perversos. Si estos
productos se emiten en horario nocturno no tengo nada que decir, pero cuando un
niño llega del colegio y en lugar de ver 'Barrio Sésamo' ve en el 'Diario de
Patricia' a un travesti diciendo cómo la tiene de grande, me parece intolerable.
En tu libros dices que estamos en “la prehistoria de la telebasura? O
sea, que todavía se puede llegar más lejos.
Efectivamente. Si no se pone límite con un Consejo Audiovisual y con la ley,
evidentemente no hemos llegado a lo máximo. Hoy sin ir más lejos he comentado en
el programa de Onda Cero 'Herrera en la onda' que el Canal 4 de la televisión
británica va a emitir esta noche un exorcismo en directo... Otro día puede ser
una autopsia, una zoofilia...
Responsabilidad
compartida
¿No se percibe cierta mejoría
en la programación que hay por la noche en La 1? Ahora hay más programas de
debates.
Ha habido un disimulo, un intento de darle en apariencia un mejor acabado. Y
justo cuando se ha dado este intento, más ético que profesional, la 'tele'
pública ha perdido 4 puntos y está en su crisis más grave. De todas formas, la
televisión es un parque de atracciones, no un medio de formación intelectual,
sino de distracción.
Pero quizás ha descendido a niveles demasiado bajos.
Sí, pero ¿qué es más perverso: un productor que emite telebasura o esas mamás
que llevan a sus niños disfrazados de Ricky Martín y Pantojitas? Lo que quiero
dejar claro en mi libro es que no hay un solo culpable sino una culpabilidad
compartida. Esto pasa en un país que es la décima potencia del mundo, con un
nivel de crecimiento muy grande, pero que culturalmente tiene un déficit
excepcional. Y la televisión no puede suplir las deficiencias históricas del
pueblo español.
Sin embargo sí que habría que exigir unos mínimos...
En el libro trato de explicar cómo se puede conseguir que la televisión recupere
sus niveles de antes en cuanto a calidad y diversión arrojando fuera a los
cuatreros que la han tomado. “Los Serrano”, “Aquí no hay quien viva”, “El hombre
y la tierra” de Rodríguez de la Fuente... son ejemplos de televisión de calidad.
La tele pública española era como la RAI y la BBC hace años, pero al tratar de
competir con la privadas perdió la calidad.
¿Qué opinas de la ley sobre Televisión Digital Terrestre?
Creo que este tema está muy contaminado por el discurso político y rodeado de
una gran confusión. El Gobierno de la nación tendría que emitir leyes en interés
de la mayoría y no de ciertos lobbies. Esto ya sucedió con el PP y
ahora ocurre con el PSOE. El PP favoreció a ciertos grupos y el PSOE está
favoreciendo a un grupo determinado.
¿Y del Consejo de Sabios para la reforma de la televisión pública?
Que está integrado por personas ajenas a la televisión; Lledó me parece
encantador, pero ha confesado que no tiene televisión. Creo que el Gobierno tuvo
un gesto bienintencionado cuando estaba en la oposición, pero los resultados del
informe de los Sabios, que se ha presentado hoy, no aportan demasiado.
Sinceramente creo que para este viaje no hacían falta estas alforjas.
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