Agencias
El
presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko anunció hoy el esclarecimiento del
asesinato del periodista opositor Gueorgui Gongadze, que conmocionó al país en
2000, y la detención de los presuntos autores, que según un canal de televisión
son altos cargos policiales.
"Tenemos razones para afirmar que el
asesinato de Gongadze ha sido esclarecido (...). El periodista tuvo una muerte
terrible, como quedó establecido en las declaraciones del asesino", dijo el jefe
de Estado en declaraciones a la prensa.
Yúschenko subrayó que ya se sabe
"quién, cuándo y por qué mató a Gongadze" y que la principal tarea ahora es
"llegar hasta quienes organizaron y encargaron el asesinato".
Gongadze, de 35 años y redactor jefe del periódico electrónico opositor "Ukrainska
Pravda", desapareció el 16 de septiembre de 2000 y casi dos meses después fue
hallado su cadáver decapitado en un bosque a las afueras de Kiev.
En noviembre de 2000, el líder
socialista ucraniano, Olexandr Moroz, presentó al Parlamento unas grabaciones
magnetofónicas secretas que presuntamente implicaban al entonces presidente
Leonid Kuchma en ese crimen.
El "kuchmagate", uno de los episodios más oscuros de la historia de la Ucrania
postsoviética, fue destapado por el ex escolta Mikola Melnichenko, quien entregó
a Moroz parte de las más de 300 horas de grabaciones hechas con micrófono oculto
en el despacho presidencial.
En unos extractos de las cintas, cuya
autenticidad fue confirmada por expertos estadounidenses y que Moroz reprodujo
en la Cámara, se escuchaba a una voz muy parecida a la de Kuchma sugerir al
ministro del Interior la eliminación del molesto periodista.
Tras su elección en diciembre pasado,
Yuschenko prometió resolver ese asesinato, y el Legislativo recientemente instó
a la Fiscalía a que investigue e a Kuchma por graves delitos y abusos cometidos
durante sus diez años en el poder, incluido el "caso Gongadze".
Según Yúschenko, el hecho de que las nuevas autoridades hayan resuelto tan
rápido este crimen es una prueba "de que el Gobierno anterior no sólo no tuvo la
voluntad política de aclararlo, sino que incluso fue la tapadera del asesino".
Los servicios de seguridad ucranianos
anunciaron hoy la detención de tres personas involucradas en ese asesinato que,
según el Canal 5 de la televisión, son altos cargos de la Policía, y señalaron
que continúa la búsqueda de otros cómplices del crimen.
"Estas personas están involucradas
directamente en el asesinato. Tal vez no son los ejecutores, pero es gente que
estuvo presente durante el asesinato", indicó un portavoz de Seguridad y agregó
que los detenidos "comenzaron a hablar" y uno ya confesó su crimen.
Según filtraciones, uno de los
detenidos podría ser el general Nikolái Astión, ex jefe del Departamento de
lucha contra la delincuencias organizada (DLCO) de Kíev, y los otros dos
coroneles de la Policía.
De acuerdo con fuentes del Canal 5, la Policía ya encontró cerca del río Dnieper
la cabeza del periodista asesinato, aunque medios oficiales todavía no
confirmaron ese hallazgo.
"Ayer, cuando se preparaba la
detención, conocí los documentos sobre las últimas horas de Gongadze. Os puedo
decir que ese crimen supera por su crueldad los tiempos medievales, es difícil
de imaginar que la gente tenga tanta maldad", comentó Yúschenko.
Agregó que ya se reunió con la madre
de la víctima, Lesia Gongadze, para darle "la primera esperanza real de conocer
toda la verdad" sobre la muerte de Georgui, cuya viuda, Miroslava, recibió en
tiempos de Kuchma asilo político en EEUU, pues temía por su vida.
Yúschenko subrayó que considera su
misión esclarecer los demás sonados asesinatos de los últimos años, como del
dirigente opositor Viacheslav Chornovil y del banquero Vadim Getman, para
demostrar que "en Ucrania hay ley, y es una sola para todos".
La Fiscalía ucraniana informó ayer
sobre un atentado, perpetrado con una granada, en el que fue herido un agente
del DLCO acusado de varios asesinatos y que era testigo en el caso Gongadze.
Ese atentado ocurrió pocas horas después de que el ministro del Interior, Yuri
Lutsenko, anunciara el hallazgo del automóvil en el que fue secuestrado el
periodista y la identificación de los secuestradores.
El herido era miembro de una banda
integrada por oficiales de la policía responsable de la muerte de once
empresarios, a los que secuestraban y para recibir rescate por parte de los
familiares y después los asesinaban.
El cabecilla del grupo fue asesinado
cuando estaba en prisión preventiva en agosto de 2003, tras lo cual varios
medios recibieron presuntas cartas póstumas suyas en las que confesaba que la
muerte de Gongadze había sido "encargada" a una banda por agentes del DLCO.