(IAR-Noticias)
16-Nov-05
Es
el tema central de una cumbre mundial que empieza este miércoles en Túnez. La Unión
Europea pretende que Washington reduzca su poder en la Red.
Por Richard Wray - The
Guardian / Clarín
Una enconada
disputa ha surgido y su objeto es determinar quién debe gobernar Internet.
Mientras EE.UU. exige mantener su control absoluto sobre la Red, alegando que
ayudó a crearla, otros países encolumnados detrás de la Unión Europea reclaman
tener parte en el gobierno. Desde el miércoles y hasta el viernes la pelea tendrá
lugar en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información en Túnez, que
sesionará bajo la amenaza de que, si fracasan las negociaciones, hay riesgos de
que Internet se divida y deje de funcionar como hasta hoy.
Lo que está en debate es el papel de Washington en la supervisión de la
estructura de direcciones de Internet, denominada Sistema de nombres de dominio,
que permite la comunicación entre las computadoras del mundo. Ese sistema es
manejado por la Corporación para la Asignación de Nombres y Números en Internet
(ICANN, según su sigla en inglés), una organización privada y con sede en
California, contratada por el Departamento de Comercio de EE.UU. en 1998. Su
contrato vence en setiembre próximo.
El mes pasado tuvo lugar en Ginebra una reunión previa. Un plan europeo apoyado
por países en desarrollo (entre ellos, China, India, Brasil, Arabia Saudita,
Irán) para que el gobierno de Internet sea más abierto fracasó debido a la
oposición de EE.UU.
Todos estos países le reclaman a Washington un sitio en el cuerpo ejecutivo de
la ICANN, integrado por quince personas que responden al fiscal general de
California y a las leyes de EE.UU. El corazón del gobierno de Internet lo da la
potestad que ICANN tiene para manejar cuatro áreas básicas:
La que adjudica los llamados "dominios" (es decir, las terminaciones .com; .org;
.edu; .gov, etc.) y el código de cada país, algo central en la configuración de
las direcciones.
La que concede los números de protocolos de Internet (llamados IP), que son 12
dígitos, que lleva cada máquina para ser reconocida por otra.
La que controla los "servidores de raíz", enormes computadoras que analizan la
equivalencia de los IP y los dominios para que el tráfico fluya en orden.
La que controla los "standards técnicos" para asegurar la interoperabilidad de
toda la Red.
Viviane Reding, comisionada europea de Tecnología de la Información, considera
que, si no hay acuerdo, países como China, Rusia, Brasil y otros países árabes
podrían comenzar a operar sus propias versiones de Internet. "El resultado
podría ser que Internet se disgregue", advirtió.
Estados Unidos sostiene que muchos de los Estados que exigen una Internet más
abierta no son fanáticos de la libertad de expresión. Actualmente, hay unas
250.000 redes en el mundo que operan con las mismas normas técnicas, lo cual
permite a más de mil millones de personas estar en línea para 27.000 millones de
sesiones diarias de usuarios.
El presidente de la ICANN, Paul Tworney, declaró: "Nos preocupa la estabilidad
de Internet." Pero lo que quiere hacer la comunidad internacional es
precisamente diseñar estructuras nuevas. Hace dos semanas, Europa propuso su
propia estructura, que consiste en un "modelo de cooperación" con la ICANN y un
foro que permitiría a los gobiernos y la industria debatir los temas relativos a
Internet. El plan fue aplaudido por países como Arabia Saudita e Irán. Pero el
ex primer ministro sueco Carl Bildt marcó la equidistancia europea y aclaró que
ese bloque no habla de censura o control de contenidos. "Parecería que nuestra
posición fue desviada por intereses que no deberían ser los nuestros. Realmente
no podemos tener una Europa que sea aplaudida por China e Irán y Arabia Saudita
respecto del gobierno de Internet", concluyó.
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