(IAR-Noticias)
21-Nov-05 ABC, España

"Gracias a la UE, la caída de Polonia se detuvo", apuntó el ex presidente de
Polonia, Lech Walesa. En una entrevista a ABC, el Premio Nobel de la Paz niega
la existencia de cárceles de la CIA en el este de Europa y reclama "nuevas
estructuras" para el mundo globalizado
El ex presidente polaco, Lech
Walesa, ha visitado España para participar en el VII Congreso "Católicos y
Vida Pública", en el que ha disertado sobre "La lucha por la libertad en nuestro
tiempo", al tiempo que ha participado en el homenaje a Juan Pablo II. Walesa
reflexiona para ABC sobre la situación en Polonia y el futuro de la sociedad
globalizada.
-¿Cómo valora el cambio político en Polonia?
-Creo que será igual de pacífico que en el resto de países democráticos, porque
los principios básicos de la democracia, la cooperación con Europa... todo está
establecido y no se va a cambiar. Todo va a ir bien y en buena dirección, al
menos al principio. Luego ya veremos.
-Los hermanos Kaczynski...¿son sus herederos?
-Sí. Hemos trabajado juntos desde hace muchhos años. Toda su vida lucharon por
conseguir el poder. Eso no se puede considerar malo, pero hay una pregunta.
¿Únicamente querían satisfacer sus ambiciones o hacer algo bueno, patriótico,
para Polonia? Si, como patriotas, quieren solucionar los problemas, pues hay que
ayudar. Pero si sólo quisieran satisfacer sus ambiciones, y no supieran qué
hacer con el poder conseguido, pueden perder.
-En su intervención en el Congreso, ha hablado sobre los poderes globales y
la necesidad de encontrar una relación estable entre los países. En este
contexto, ¿qué papel juegan las Naciones Unidas?
-La ONU no tiene ningún liderazgo desde el punto de vista moral y político. En
realidad, no existe ese liderazgo en el mundo. Tras la caída del comunismo, ya
no sirven la viejas estructuras, y debemos reforzar o cambiar las que tenemos.
Naciones Unidas no cuenta con una estructura adecuada.
-Volviendo a Polonia. ¿Apostaría por afianzar las relaciones de su país con
los estados de la Unión Europea o dar prioridad a las relaciones trasatlánticas?
-Nosotros vivimos en Europa, y siempre hemoos estado más cerca del continente que
de Nueva York, aunque debemos tener buenas relaciones con Estados Unidos, sobre
todo a nivel económico. Hay muchos polacos en los Estados Unidos, y Europa
necesita a América, sobre todo ahora, cuando tenemos muchos asuntos pendientes.
Está bien que EE.UU. vigile el orden mundial. Tenemos buenas relaciones con
Estados Unidos, pero nos vamos a desarrollar dentro de Europa, y eso es lo más
importante. Es cierto que Polonia apoyó a EE.UU. en el conflicto de Irak, y por
eso se dijo que éramos pro americanos, y no es así. Sí puede ser que nosotros
sintamos mejor las amenazas, y había una amenaza real después del 11-S. El mundo
se encontró con movimientos, rebeliones... que había que cortar decididamente.
Por eso apoyamos a EEUU, sabiendo que la ONU no podía hacer nada. A pesar de
este apoyo, los Estados Unidos no nos trataron del todo bien, por no decir que
perdieron más de lo que ganaron. Perdieron muchos amigos en Polonia.
-¿Qué balance hace del ingreso de Polonia en la UE?
-Hasta el momento del ingreso de Polonia enn la Unión Europea, el país vivía una
caída tremenda. Tras el ingreso, esta caída se detuvo, y hemos empezado a
levantarnos. Gracias a la UE, ya no vamos cayendo más.
-En las últimas semanas, se ha hablado de la existencia de cárceles
clandestinas, bajo el auspicio de la CIA, en algunos países del este de Europa,
entre ellos Polonia. ¿Cuál es su percepción respecto a esto?
-He visto muchas cárceles, yo mismo estuve en unas cuantas cuando luché contra
el comunismo. Cuando oí hablar de esto, me puse a pensar si sería posible. Creo,
en el 99,9 por ciento que no es verdad. No lo creo, ni lo he creído nunca, que
la CIA llegara a eso. Si lo hicieran sería fuera de todas las estructuras y sin
que los ciudadanos lo supieran. ¿Podrían haberlo ocultado y hacer una cosa tan
clandestina? Tampoco lo creo, aunque no voy a poner la mano en el fuego. Polonia
es un país controlado, democrático, hay mucha prensa, periodistas de
investigación... lo hubieran encontrado.
-Usted conoció profundamente a Juan Pablo II. Ahora acaba de participar en un
homenaje a su figura en Madrid. ¿Cree que veremos pronto en los altares al Papa
polaco?
-No tengo ninguna duda de que Juan Pablo III es un santo. Pero las formalidades
son las formalidades, y más en el caso del Vaticano. Cuando se produzca,
personalmente me alegraré mucho de haber conocido a un santo. Así será más fácil
pedir ayuda al Cielo (risas). Para mí, está claro. Si hubiera alguna duda, sería
el primero en pedir la beatificación, pero todo está tan claro, hay tantos
testigos, no debería haber ningún problema en declararle santo.
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