(IAR-Noticias)
24-Nov-05
Clarín
Los
medios británicos denunciaron presiones del gobierno luego de que un diario
afirmara que el presidente de EE.UU. había pensado bombardear a Al Jazeera.
El gobierno de Tony
Blair amenazó a la prensa con represalias legales si publica información secreta
que comprometa a George W. Bush, dijeron hoy diarios británicos, un día después
de que un periódico dijo que el presidente estadounidense quiso atacar el canal
árabe Al Jazeera.
El diario The Guardian informó que las amenazas provinieron directamente del
fiscal general británico, Peter Goldsmith, quien anoche llamó a los editores de
los principales periódicos y los amenazó con usar una ley que pena la
publicación de información secreta sin la autorización legal pertinente.
"Es la primera vez que el gobierno de Blair amenaza a la prensa de esta manera",
escribió The Guardian sobre la advertencia del gobierno de recurrir a la llamada
Ley de Secretos de Estado (Official Secrets Act).
Las amenazas se produjeron luego de que el tabloide inglés Daily Mirror
asegurara que Bush había planeado bombardear la sede de la cadena árabe Al
Jazeera en Doha, Qatar, donde las tropas anglo-estadounidenses cuentan con un
centro de operaciones.
"Bush planea bombardear a su aliado árabe" (en refrencia a Qatar), tituló ayer
el Mirror, que agregó que el jefe de la Casa Blanca fue disuadido de su
propósito por el primer ministro britácnio, Tony Blair, su aliado incondicional
en la guerra de Irak.
El Daily Mirror dijo haber basado su informe de cinco páginas sobre un
memorándum hallado en mayo del año pasado en la oficina del ex parlamentario
laborista Tony Clarke, que se oponía a la guerra y ocupación en Irak.
Por su parte, el director del Daily Mirror, Richard Wallace, explicó que su
periódico había informado al gobierno de su intención de publicar la exclusiva
sin obtener respuesta, y que 24 horas después recibió "de repente" la amenaza
del fiscal general.
El gobierno de Blair dijo ayer que "no haría comentarios sobre un documento
infundado", y un vocero de la Casa Blanca manifestó que "algo tan estrafalario
no se merece ninguna respuesta".
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