(IAR-Noticias)
24-Nov-05
Se trata de 10 buques y 12 aviones que incluyen tecnología estadounidense.
Para Washington, la venta es "un factor desestabilizador" en Latinoamérica.
Madrid afirma que "es una cuestión entre empresas".
Por Juan Carlos
Algañaraz - Clarín
El litigio entre España y EE.UU. por la venta de ocho naves patrulleras, dos
buques de aprovisionamiento y 12 aviones a Venezuela, se agravó ayer cuando el
embajador norteamericano en Madrid, Eduardo Aguirre, afirmó que su país esperaba
que el compromiso no se firme el próximo 28 como está previsto. Añadió que las
naves y los aviones "incluyen tecnología norteamericana" y que Washington debe
decidir si concede su "permiso para esa utilización".
Se trata de la mayor operación de este tipo en la historia de la industria de
defensa española ya que alcanzará un total de 2.000 millones de dólares. Chávez
quiere otorgar a la firma de la operación el mayor contenido político. Por eso
espera que el ministro de Defensa español, José Bono, viaje a Caracas para la
suscripción del acuerdo. Este fin de semana, el presidente venezolano dijo que
el acuerdo con España es una prueba de la "derrota" de Estados Unidos. "España
dijo 'no' a la pretensión de Washington para que no nos vendieran esos equipos.
El doctor Pepe Bono viene a firmar los contratos", señaló Chávez.
En realidad, Bono no ha confirmado que viaje a Caracas. Con todo, el embajador
venezolano en Madrid, Arévalo Méndez, explicó que los contratos serán suscriptos
por los representantes de la empresa naval Navantia y la aeronáutica CASA-EADS.
La venta de barcos y aviones es de primordial importancia para la industria
naviera española ya que las cuatro patrulleras de altura, cuatro de vigilancia
costera y dos buques de aprovisionamiento se han vendido por 1.200 millones de
euros y serán entregados entre 2008 y 2012. Por los doce aviones Venezuela
pagará 500 millones de euros. En total son unos 1.700 millones de euros que
equivalen a 2.000 millones de dólares.
Explicó el embajador que "EE.UU. puede no autorizar la operación" destacando que
su país está preocupado "porque esa venta inmensa pueda ser un factor
desestabilizador" en América lLatina. El diplomático de Washington comentó
además, "el interés del presidente Chávez en exportar la revolución bolivariana.
EE.UU. no quiere ver ese tipo de exportación", dijo.
El embajador venezolano, Arévalo Méndez anunció ayer que su país firmará el 28
de noviembre el acuerdo ya que las objeciones de la Casa Blanca "no constituyen
ningún problema para suscribir el convenio que está cerrado. Los componentes
estadounidenses afectan sólo a los aviones y hay suficiente tecnología europea
para sustituirlos".
El problema se plantea con los 12 aviones fabricados por la española CASA-EADS,
diez de los cuales son de transporte C-295 y dos de patrulla marítima CN-235.
Estos aparatos llevan componentes norteamericanos.
En respuesta al embajador norteamericano, Arévalo Méndez dijo que "no es nada
comparado con las ventas de armamento de EE.UU. al mundo" y afirmó que si
Venezuela hubiera realizado esta compra a Washington "nada de esto estaría
ocurriendo".
Reiteró que está interesada en comprar ese material a España porque "no tiene
flota aérea ni marítima para combatir el narcotráfico". Rechazó que el acuerdo
suponga "un factor de desestabilización en la zona" ya que se trata de material
no bélico, que será destinado "a combatir el narcotráfico", entre otras
misiones.
España rechaza que se trate de una operación de venta de armas. "Son aviones
desarmados y las unidades navales son patrulleras de uso común de los servicios
de guardacostas". Este material se utilizará para el control de fronteras, la
lucha contra el narcotráfico, la asistencia a comunidades indígenas y combatir
las consecuencias de las catástrofes naturales.
A su vez, el canciller español, Miguel Angel Moratinos, sostuvo que la operación
es una "cuestión entre empresas" y se negó a opinar sobre el derecho de veto que
se arroga EE.UU.
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