(IAR-Noticias)
25-Nov-05 EFE
La Unión Europea (UE) acusó hoy en Viena a Irán de disponer de
instrucciones técnicas cuya única finalidad es la construcción de armas atómicas
con motivo del inicio de una nueva reunión de la Junta de Gobernadores del
Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el polémico programa
nuclear persa.
El embajador británico ante el OIEA, Peter Jenkins, señaló ante la prensa que el
director general del organismo, Mohamed El Baradei, debería darle máxima
prioridad a investigar todo lo relacionado con una serie de documentos que
Teherán ha reconocido haber obtenido en el mercado negro nuclear del científico
pakistaní Abdul Qadeer Jan.
"Estos documentos (cuya existencia fue revelada en el más reciente informe
técnico del OIEA sobre Irán) no tienen otra finalidad que la construcción de
bombas atómicas", aseguró Jenkins.
Irán asegura que los documentos, recibidos en 1987 de Jan, no fueron usados
nunca en su programa nuclear.
El embajador británico señaló que la UE ha accedido a las peticiones de varios
miembros de la Junta de mantener abierto el diálogo para solucionar esta crisis,
especialmente ante la más reciente oferta de Rusia, que propone que Irán
enriquezca uranio en su territorio en una sociedad compartida por ambos países.
"Urgimos a Irán a considerar estas ideas seriamente, aunque Teherán no debería
concluir que esta ventana de oportunidad seguirá abierta bajo todas las
circunstancias", advirtió Jenkins.
El uranio enriquecido, cuya producción es legal bajo el Tratado de No
Proliferación de armas nucleares (TNP), es tan sensible porque tiene tanto
aplicaciones civiles como militares.
La UE interrumpió en agosto sus negociaciones con Irán tras la decisión de
Teherán de reactivar su planta de conversión de uranio en Isfahán, en el centro
del país persa y donde se produce un gas precursor necesario para enriquecer
uranio.
Los europeos esperan convencer a Irán de que abandone la parte más sensible del
ciclo de combustible nuclear a cambio de una serie de incentivos económicos,
políticos y atómicos, algo que Teherán ha rechazado hasta ahora alegando que,
como firmante del TNP, tiene derecho a acceder a esas tecnologías para fines
pacíficos.
"Esperamos de Irán que adopte una actitud positiva, que vuelva a mantener
discusiones serias con bases razonables y con buena voluntad", dijo Jenkins, que
en ningún momento amenazó a Irán con una denuncia ante el Consejo de Seguridad
de la ONU.
En su última reunión, la Junta adoptó una resolución en la que constata que Irán
violó en el pasado sus obligaciones de salvaguardas (controles), lo que según el
estatuto del OIEA requiere una denuncia ante el Consejo de Seguridad, que tiene
los poderes de dictar sanciones.
Pero la Junta no determinó un plazo para esa denuncia, a la que se resisten
tanto Rusia como China, dos países que mantienen con Irán importantes relaciones
comerciales y energéticas.
Es por ello que de la reunión de hoy y mañana en Viena no se espera denuncia
alguna contra Teherán, ni que finalice con una resolución, sino que se cerrará
con una simple intervención final del presidente de turno de la Junta.
Mientras, el director general del OIEA, Mohamed El Baradei, urgió en la apertura
de la reunión a Irán a responder "sin retraso" a todas las preguntas pendientes
en relación con su programa nuclear.
Añadió que Teherán debe acceder a las medidas de transparencia exigidas, ya que
éstas son indispensables para esclarecer los asuntos pendientes, sobre todo
aquellos relacionados con su programa de enriquecimiento de uranio con
centrifugadoras.
"Una clarificación de estos asuntos se debería haber hecho ya hace mucho tiempo,
después de tres años de intensos esfuerzos de verificación", dijo el responsable
del OIEA, ganador este año del premio Nobel de la Paz.
La Junta del OIEA se reunirá para tratar entre otros asuntos el
programa nuclear de Irán, que a pesar de las dudas de la UE y EEUU asegura que
sólo tiene intenciones pacíficas en el campo atómico como la generación de
energía eléctrica.
Pero ante casi dos décadas de actividades nucleares no declaradas o clandestinas
en Irán y ante la insistencia de Teherán de hacer con la tecnología de
enriquecimiento de uranio, la UE y EEUU sospechan que las intenciones reales de
Irán no son pacíficas.
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