egún explicó Al-Darraji, que también es coordinador de la
plataforma de ONG iraquíes Red de Observación de los Derechos
Humanos, la mejor descripción de lo ocurrido en Faluya con el
uso de bombas de fósforo es la que dio un soldado
estadounidense en el reportaje de la RAI que desató el
escándalo: "Fue una carnicería".
El iraquí, de gira en España
organizada por la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la
Soberanía de Irak, acudió al Congreso de los Diputados para
dar testimonio de la experiencia de su pueblo y reclamar que
el Parlamento se involucre en el envío de observadores
internacionales a Faluya, asaltada ahora hace un año por
las tropas estadounidenses.
El presidente del Congreso, Manuel Marín, conocerá esta
demanda a través de los miembros de la Cámara presentes en la
reunión: el vicepresidente primero de la comisión de
Exteriores, José María Benegas (PSOE); el diputado del PP
Francisco Ricoma, el presidente-portavoz de IU-ICV, Gaspar
Llamazares; Josep María Maldonado (CiU), Rosa Bonás (ERC) y
Pedro María Azpiazu (PNV). Al margen de la investigación, Al-Darraji
expresó el deseo de su organización de que vuelva un relator
internacional a Irak, así como de que se organice un congreso
de organizaciones de derechos humanos en Irak que dé lugar a
un observatorio permanente en el país.
Preguntado por la posibilidad de que todavía se siga empleando
fósforo blanco, Al-Darraji aseguró que sospechan que se podría
estar utilizando en la parte noroccidental de Irak, aunque no
pueden comprobarlo porque que no les está permitido el acceso
a determinadas zonas.
El iraquí, que catalogó la actual situación de los derechos
humanos en Irak como "extremadamente mala", pidió la ayuda de
España para acabar con la ocupación de EEUU, de manera que los
ciudadanos de este país "recuperen sus derechos".