a
operación de identificación fue abierta durante la madrugada
después de que los medios de comunicación belgas se hicieran
eco de que las fuerzas estadounidenses en Irak hallaron
entre los restos de un atentado suicida un pasaporte belga,
presuntamente perteneciente a la mujer que lo perpetró.
El diario Le Derniere Heure publicó
una fotografía de la mujer y entrevistó a su madre, titulando su artículo: "Esta
es nuestra belga kamikaze muerta en Irak".
En tanto, la policía belga
detuvo el viernes a 14 personas en el marco de una investigación abierta tras
conocerse que una mujer con pasaporte belga y convertida al islamismo.
El juez instructor
del caso, Daniel Fransen, ordenó la intervención después de que la emisora de
radio RTL Francia, revelara que una kamikaze que se suicidó en Irak era de
origen belga.
El fiscal federal Daniel Bernard, apeló a los
medios de comunicación -que hoy se hacían eco- para que fueran prudentes con la
noticia de los registros.
Las detenciones practicadas y la documentación intervenida son
fruto de una investigación abierta hace cuatro meses a raíz de los datos
proporcionados por los servicios de inteligencia belga y de terceros países, que
denunciaban la presencia en Bélgica de una red de "captación de personas
deseosas de ir voluntariamente a combatir a Irak", según explicó Bernard.
Precisamente, la suicida, que estaba casada con un belga de
origen marroquí, estaba vinculada "de forma directa" con esa red, añadió.
De las personas detenidas, nueve son belgas -dos de ellas de origen tunecino-,
tres de Marruecos y otras dos naturales de Túnez.
Todas ellas pertenecen
supuestamente al movimiento de la 'yihad' internacional y son sospechosas de
terrorismo, según la agencia Belga.
Las once detenciones tuvieron lugar en barrios de Bruselas, y las otras tres en
Amberes (norte del país), Charleroi (sur) y Riemst (noreste), y en la operación
la policía intervino documentación pero no localizó explosivos o sustancias que
pudieran servir para fabricarlos, explicó el director del servicio judicial de
la capital belga, Glenn Audernaert.
"Típica chica de
barrio"
Mientras
tanto, el misterio desaparece poco a poco sobre la "bomba humana" cuyo rostro
apareció el jueves en la portada de varios diarios: una belga común, de cabellos
castaños con reflejos pelirrojos.
Moza de un café, había trabajado
luego como vendedora en una panadería.
Muriel, radicalizada tras su segundo
matrimonio, habría viajado a Irak en vehículo desde Turquía junto con su marido,
antes de hacer estallar la carga que llevaba consigo cerca de Bagdad el 9 de
noviembre.
En Irak, el portavoz norteamericano
David Abrams se negó a confirmar la identidad del autor de ese atentado. Sí
confirmó que se trataba de una sola persona, una mujer.
Quienes conocían a Degauque la
describieron como la típica chica de barrio, la hija de una secretaria
médica y un trabajador de fábrica.
Nació y creció en la que fue un área industrial de Charleroi, y trabajó como
moza y como asistente en una panadería tras graduarse del secundario.
Sin embargo sus allegados dijeron que se había convertido en musulmana devota
tras casarse con un hombre argelino.
Su segundo marido, un belga nacido en Marruecos, la llevó a vivir a ese país por
tres años y, cuando se mudaron nuevamente a Bruselas, Degauque comenzó a usar
el chador, el atuendo musulmán.
Las autoridades belgas señalan que
este caso muestra el preocupante alcance de la militancia islámica en el
mundo.
"Es la primera vez que vemos a una mujer occidental, una belga, que se casa con
un musulmán radical y se convierte a tal punto de transformarse en una militante
del jihad", afirmó el director de la policía federal, Glenn Audenaert.