(IAR-Noticias)
09-Dic-05
El anterior gobierno de Alemania, de orientación
centroizquierdista, estaba informado sobre los vuelos militares
estadounidenses que transportaron ilegalmente prisioneros musulmanes
a través de Europa.
Por Julio Godoy -
IPS
Los prisioneros eran enviados de manera clandestina a centros de
detención secretos en ese continente y en otras regiones, y el
pasaje de los aviones por aeropuertos alemanes representa un gran
desafío para Angela Merkel, la flamante canciller (jefa de Estado).
Merkel consideró el asunto al reunirse el martes con la secretaria
de Estado (ministra de Relaciones Exteriores) estadounidense
Condoleezza Rice, quien admitió la posibilidad de "errores" en la
guerra contra el terrorismo. "Luego hacemos lo posible para
corregirlos", acotó.
Diversos informes indican que el gobierno del antecesor de Merkel,
Gerhard Schroeder, en que participaban el Partido Socialdemócrata y
Los Verdes, estaba informado de los vuelos ilegales a través de
territorio y aeropuertos alemanes.
Por otra parte, documentos oficiales en Berlín y en Washington
demuestran que el gobierno de Schroeder también sabía sobre la
detención ilegal del ciudadano alemán Khaled al-Masri, de origen
libanés, a manos de agentes secretos estadounidenses.
En lo que Estados Unidos denomina "operaciones extraordinarias de
entrega", agentes de la CIA capturaron a Masri cuando se encontraba
de vacaciones en Macedonia en 2003 y lo mantuvieron prisionero
durante más de cinco meses en campamentos de Albania y Afganistán.
Rice había admitido el lunes, antes de viajar hacia Europa, que
varios sospechosos fueron trasladados a centros de detención bajo un
proceso conocido como "entrega" ("rendition", en inglés), práctica a
la que calificó de "arma legal".
El asunto estuvo presente en el diálogo con Merkel.
"Estuvimos hablando sobre un caso en que Estados Unidos admitió
haber cometido un error", dijo la jefa del gobierno alemán luego de
reunirse con Rice. "Debemos adherir a las reglas de la democracia y
los principios democráticos."
"Estoy muy contenta de que la secretaria de Estado haya dicho otra
vez que si ocurren errores deben ser corregidos de inmediato",
añadió.
Pero altos funcionarios de la delegación de Rice negaron que ella
hubiera admitido un error en el caso de Masri. "No estamos seguros
de qué pasó por la cabeza" de Merkel cuando se refirió al asunto,
dijo uno de ellos. Rice se negó a hacer comentarios al respecto.
Masri fue liberado en mayo de 2004 luego de considerárselo inocente
de las acusaciones. A su vez, el ciudadano alemán demandó a
funcionarios estadounidenses por torturas. Está en curso en Alemania
una investigación judicial sobre su secuestro y los abusos.
Documentos oficiales de los dos países demuestran que el ex
embajador estadounidense en Alemania, Daniel Coats, admitió el año
pasado ante el entonces ministerio alemán del Interior, Otto Schily,
que la detención de Masri había sido un error.
El abogado de Masri informó a la jefatura del gobierno, al
Ministerio de Relaciones Exteriores y al servicio de inteligencia
alemán (Bundesnachrichtendienst) que había sido ilegalmente
detenido, según esos documentos.
Por lo tanto, el actual ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter
Steinmeier, también estaba en conocimiento del caso, pues entonces
era jefe de gabinete.
Schily se negó a comentar el caso. Pero él no integra más el
gobierno, esta vez conformado por los partidos conservadores
socialcristianos y el Socialdemócrata. Steinmeier, en cambio,
sostuvo que atenderá el asunto.
El ministro será interrogado por un comité parlamentario, en
audiencia a puertas cerradas, sobre las razones por las que el
gobierno no compartió esa información con la fiscalía, que
investigaba los abusos contra Masri.
Al mismo tiempo, la Unión para las Libertades Civiles de Estados
Unidos (ACLU) presentó el martes una demanda legal por el secuestro
de Masri contra el ex director de la CIA, George Tenet, y a la
propia agencia.
La controversia pone a prueba la fortaleza de la nueva coalición del
gobierno alemán, en funciones desde hace apenas tres semanas. Uno de
sus objetivos era enmendar la relación con Estados Unidos, dañada
por la oposición de Schroeder y su gabinete a la guerra en Iraq.
Pero Merkel recibe ahora exhortaciones a defender la soberanía
alemana, dañada por el caso Masri y el pasaje por cielos y
aeropuertos nacionales de aviones con prisioneros ilegales.
El gobierno alemán confirmó el sábado la existencia de una lista de
437 vuelos de la CIA que pasaron por aeropuertos alemanes entre
fines de 2001 y mediados de este año.
Se sospecha que algunos de estos aviones transportaron a supuestos
terroristas a cárceles clandestinas para ser interrogados.
El secretario general del opositor Partido Liberal Demócrata, Dirk
Niebel, afirmó que el gobierno está frente a "un real escándalo" y a
"una afrenta contra la soberanía alemana".
Tanto Steinmeier como su sucesor, el verde Joschka Fischer, sabían
de los vuelos, según Niebel. "Nadie puede creer que no estuvieran
informados", enfatizó el dirigente, quien pidió al gobierno publicar
toda la información disponible al respecto. "Los que sigan en
silencio serán cómplices", agregó.
La falta de respuestas del gobierno estadounidense sobre los vuelos
de la CIA dificulta a Merkel su intención de mejorar las relaciones
bilaterales.
Antes de iniciar esta semana su gira europea, Rice declaró que "la
guerra contra el terrorismo está desafiando nuestras normas y
prácticas", y advirtió que la seguridad de Europa también está en
juego en la actitud que se adopte.
"Espero que nuestros aliados reconozcan que cuando divulgamos u
ocultamos información de inteligencia, es con mucha frecuencia para
salvar vidas europeas", agregó.
El gobierno estadounidense afronta cuestionamientos similares a los
alemanes en otros países. La fiscalía de Italia investiga, por
ejemplo, el caso del imán (clérigo musulmán chiita) Abu Omar,
supuesta víctima de otra "entrega extraordinaria".
Según los investigadores, agentes de la CIA secuestraron a Omar en
febrero de 2003 en Milán, lo transportaron a la base militar
estadounidense de Ramstein, en Alemania, y luego lo entregaron a las
autoridades egipcias.
El secuestro "no fue sólo un crimen serio contra la soberanía
italiana y los derechos humanos", sostuvo el fiscal Armando Spataro
ante un tribunal en Milán. "También dañó seriamente los esfuerzos
antiterroristas en Italia y en Europa."
"De hecho, si Abu Omar no hubiera sido secuestrado, ahora estaría en
prisión, sometido a un juicio regular y es posible que hubiera
identificado sus cómplices", añadió.
Informes periodísticos aseguran, por otra parte, que al menos dos
vuelos militares secretos estadounidenses aterrizaron en aeropuertos
militares franceses en 2002 y 2005.
La semana pasada, la presidencia de la UE, actualmente ejercida por
Gran Bretaña, solicitó formalmente una "clarificación" de los
informes sobre centros de detención clandestinos y el transporte o
"entrega" de detenidos por Europa, en posible violación del derecho
internacional.
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