(IAR-Noticias)
10-Dic-05
Reuters
El
presidente ruso, Vladímir Putin, instó a la Duma hoy a suavizar un
polémico proyecto de ley que fue duramente criticado en Occidente
por imponer un rígido control estatal sobre la gestión de las
organizaciones no gubernamentales (ONG) en Rusia.
"Los objetivos del
proyecto merecen respaldo, pero los mecanismos propuestos para su
aplicación deben ser adecuados en mayor medida a los principios
de la sociedad civil", señaló Putin en su valoración oficial
sobre el documento que cursó hoy a la Cámara de Diputados.
La Duma aprobó el mes
pasado en la primera de tres lecturas esa draconiana ley calificada
por grupos de defensa de derechos humanos, ecológicos y benéficos
como otra vuelta de tuerca en la involución democrática y el
principio del fin de la sociedad civil en Rusia.
Los autores de la ley,
diseñada por Rusia Unida, el partido del Kremlin que controla la
Duma, sostienen que su objetivo es impedir que las ONGs y las
asociaciones sin ánimo de lucro sean empleadas para actividades
terroristas, espionaje y el lavado de dinero.
Pero la ley fue redactada
después de que el Kremlin acusara a las ONGs financiadas por
Occidente de alentar revoluciones "anti-rusas" en la
comunidad pos-soviética para restar a Moscú influencia geopolítica y
preparar revueltas y cambios políticos en Rusia.
La ley obliga a las más
de 400.000 organizaciones no comerciales de Rusia a registrarse
en el plazo de un año, es decir, antes de las elecciones a la
Duma de 2007, ante una comisión estatal con amplios poderes para
controlar toda su actividad financiera y proscribir a los
indeseables, según temen las ONGs.
Los filtros más rígidos
regirán la actividad de las entidades extranjeras, muchas de
las cuales, como Human Rights Watch, Amnistía Internacional,
Greenpeace, Médicos sin Fronteras y numerosas fundaciones, como la
Carnegie, corren el peligro de perder el derecho de trabajar en
Rusia.
Pero las duras críticas
por parte del Consejo de Europa y Estados Unidos obligaron al líder
ruso a dar marcha atrás y ordenar a su Administración suavizar
los términos de la ley y preparar las enmiendas que hoy cursó a
la Duma.
Putin exigió "precisar
las normas referentes a las relaciones entre el Estado y las
asociaciones sin ánimo de lucro, ante todo con las organizaciones
internacionales y extranjeras" para "no limitar su esfera de
actividad y no dañar los derechos e intereses legítimos de las
organizaciones y ciudadanos rusos que cooperan con ellas".
Confirmó que la entidad
estatal encargada del registro de ONGs debe tener el derecho de
controlar si su actividad y financiación se corresponden con los
objetivos declarados, pero pidió concretar el reglamento para
"excluir la excesiva interferencia en la gestión de las
organizaciones internacionales y extranjeras".
También exigió "concretar
la lista de documentos necesarios para el registro y las razones
para su denegación", que en la versión inicial podía realizarse bajo
cualquier pretexto, según las ONGs.
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