(IAR-Noticias)
18-Nov-05
AFP
Dos
atentados suicidas, a cargo de dos kamikazes que accionaron sus bombas entre los
fieles en dos mezquitas chiítas en Janeqin, al noreste de Bagdad, provocaron
este viernes al menos 75 muertos.
Horas antes, otros
dos atentados suicidas con coche bomba de forma casi simultánea, que se dirigían
aparentemente contra un hotel habitado por extranjeros, devastaron un barrio
residencial del sur de Bagdad y causaron la muerte al menos a seis personas,
entre ellas una mujer y dos niños.
Según el jefe del Consejo Regional de la provincia de Diyala, Ibrahim Hassan al
Bajellane, 75 personas perdieron la vida y 90 resultaron heridas en los
atentados contra dos mezquitas en la localidad de Janeqin, situada en la
frontera iraní, 170 kilómetros al noreste de Bagdad.
Se trata de uno de los ataques antichiítas más sangrientos desde el fin de las
operaciones mayores en Irak, el 1 de mayo del año 2003.
El director del hospital de Janeqin, Kameran Ahmed Mehdi, precisó a la AFP que
30 cuerpos quedaron completamente desfigurados y todavía no ha sido posible
identificarlos.
El balance podría ser más elevado, según temen algunos testigos porque aún hay
cuerpos entre los escombros de la gran mezquita. Uno de estos testigos habla de
al menos ocho cuerpos sepultados bajo los escombros.
Las tareas de socorro fueron suspendidas al caer la noche y no se reemprendrán
hasta el sábado por la mañana, constató un periodista de la AFP.
Los dos kamikazes se hicieron explotar en las dos mezquitas chiítas frecuentadas
por los kurdos llamados faylis. Una de las personas que sobrevivió explicó que
"los dos suicidas se mezclaron entre los fieles y activaron sus bombas durante
las plegarias", con cuatro minutos de diferencia entre uno y otro.
Las dos mezquitas, la Husseynia Al Mazraa y la del Mehdi, quedaron parcialmente
destruidas. El techo de una de ellas se derrumbó sobre los fieles y se pueden
ver rastros de sangre por todos sitios.
Poco antes de estos atentados, un coche bomba explotó cerca del banco de Janeqin,
informó una fuente del ministerio del Interior.
La provincia de Diyala abrita comunidades kurdas, sunitas y chiítas, así como
turcomanas. Los kurdos fueron expulsados de sus hogares de Janeqin bajo el
régimen de Saddam Hussein durante la campaña de arabización forzada en estas
regiones.
Tras la caída del anterior régimen, en abril de 2003, muchos kurdos han vuelto a
la zona y, a su vez, han expulsado a los nuevos ocupantes árabes para recuperar
sus bienes. Las personas desplazadas viven ahora en campos de provisionales en
Moqdadiya, 70 kilómetros más al sur.
Por su parte, las explosiones de los coches bomba en Bagdad se produjeron cerca
del hotel Hamra, frecuentado por extranjeros, y del centro de detención de
Jadriyah, que depende del ministerio del Interior, donde el domingo se descubrió
que se torturaba a los prisioneros sunitas.
Los dos atentados sorprendieron a los habitantes que todavía no se habían
despertado este viernes, día de fiesta en el mundo musulmán.
El ataque abrió una brecha en la pared de cemento que protege el hotel, pero los
vehículos no pudieron ir más allá. Se trata de un método parecido al utilizado
el 24 de octubre cuando la explosión de otros dos vehículos rompieron el
perímetro de cemento de los hoteles Palestina y Sheraton.
Por otro lado , un candidato chiíta independiente a las legislativas del 15 de
diciembre, Taufic al Yasseri, fue secuestrado el jueves en su domicilio de
Bagada por hombres armados, informaron fuentes policiales.
Al oeste de Bagdad, en Ramadi, las fuerzas iraquíes y norteamericanas mataron el
jueves a 32 rebeldes, indicó el ejército.
Finalmente, el presidente de la región autónoma kurda de Irak, Massud Barzani,
afirmó que su comunidad se vería obligada a proclamar la independencia si una
guerra civil estalla en el país.
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