(IAR-Noticias)
21-Nov-05
Prensa Latina
Los primeros 18 días de este
mes resultaron los peores de la guerra en Irak para Estados Unidos, con 54 bajas
fatales, de acuerdo con informes del sitio web Iraq Coalition Casualties.
En julio de 2005, murieron igual cantidad, pero no así en septiembre que fueron
49, abril 52, marzo 36, aunque en febrero fueron 58.
Según la fuente, los decesos promedian tres diarios, superado únicamente
por 4,1 en enero y 3.19 en octubre.
De continuar este ritmo, lo especialistas vaticinan que se podría establecer un
verdadero récord de soldados norteamericanos muertos en Irak, que sobrepase los
137 de noviembre del año pasado la más alta registrada en los 31 meses de
contienda.
Estas bajas se registraron después del mes de mayo de 2003, cuando el presidente
norteamericano, George W. Bush, declaró desde la pista de un portaviones,
"embutido" dentro de un uniforme de combate, que los enfrentamientos de
envergadura habían concluido en Irak.
Sin embargo, el rosario de explosiones de minas, coches bombas y emboscadas
contra las patrullas estadounidenses en los cuatro confines cardinales del país,
son diarios.
En este aspecto se inscriben los ataques suicidas iraquíes, que se inmolan en un
vehículo cargado de explosivos.
Tal tipo de acción ha sido realizada hasta por una mujer, hecho que dejó
perplejos a los ocupantes y sus propios aliados nacionales.
El gobierno iraquí de transición insiste en que está en control de la situación,
pese a los múltiples ataques.
Las fuerzas de seguridad iraquíes han sido blanco frecuentes de esos ataques.
Se han registrado días que han estallado hasta 10 carros bombas, lo cual para el
doctor Bashar Al Nahar, vocero del primer ministro iraquí, Ibrahim al Safari, es
un signo de desesperación.
Apuntó que los terroristas, calificativo que le dispensa a los insurgentes
contrarios a la ocupación del país, se encuentran arrinconados.
Pero el coronel Da Grymes, vocero principal de las fuerzas estadounidenses en
Bagdad, debió admitir la imposibilidad de prevenir esos ataques.
Todas esas acciones son en respuesta a las ofensivas estadounidenses emprendidas
en distintas zonas del territorio iraquí con la intención de quebrantar la
rebelión.
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