egún documentos obtenidos por
el diario estadounidense Los Angeles Times, El Pentágono paga
para que se publiquen artículos escritos por militares de EEUU
orientados a presentar una "imagen positiva" de las
tropas ocupantes en Irak .
Según el diario norteamericano
esta iniciativa lleva en marcha desde principios de este
año.
Los artículos, escritos por
especialistas en "operaciones de prensa" del
Ejército, son traducidos al árabe y publicados en diarios de
Bagdad con la ayuda de un contratista de Defensa, según
oficiales del Ejército norteamericano y documentos citados por
Los Angeles Times.
Si bien los artículos son básicamente crónicas,
presentan sólo un lado de los hechos y omiten información que
hable mal de los gobiernos norteamericano e iraquí.
Los registros y entrevistas
indican que EE.UU. le pagó a los diarios iraquíes para que
publicaran decenas de este tipo de artículos, con titulares
como "Los iraquíes insisten en vivir a pesar del
terrorismo".
Parte de esos artículos también se presentan en la
prensa iraquí como relatos noticiosos escritos por
periodistas independientes. Las historias elogian el trabajo
de las tropas norteamericanas e iraquíes, denuncian a los
insurgentes y critican favorablemente los esfuerzos liderados
por EE.UU. para la reconstrucción del país.
Según Los Angeles Times el Pentágono tiene un contrato con una
pequeña firma con sede en Washington llamada Lincoln Group,
que ayuda a traducir y publicar los artículos.
El personal iraquí de Lincoln
Group, o sus subcontratistas, a veces se hacen pasar por
periodistas "free lance" o ejecutivos de publicidad cuando
envían los textos a los medios de Bagdad.
La denunciada campaña de operaciones de prensa ya desató una
ola de críticas entre algunos altos oficiales militares en
Irak y en el Pentágono, quienes sostienen que los intentos por
influir en los medios podrían destruir la credibilidad del
ejército norteamericano en otros países y entre la
población norteamericana.
El acuerdo con Lincoln Group es una prueba más de hasta dónde
llegó el Pentágono en su esfuerzo por desdibujar las fronteras
tradicionales entre las cuestiones públicas militares y las
operaciones psicológicas y de prensa, que apelan a la
propaganda y a veces a la información engañosa para anticipar
los objetivos de una campaña militar.
La administración Bush fue criticada por distribuir videos
y artículos periodísticos en Estados Unidos sin
identificar como fuente al gobierno federal y por pagarle a
periodistas norteamericanos para que promocionaran las
políticas del gobierno.
Los oficiales familiarizados con el esfuerzo en Irak dijeron
que, en términos generales, estaba a cargo de la "Fuerza de
Operaciones de Prensa" en Bagdad, bajo las órdenes del
teniente general del ejército John R. Vines.
Uno de estos oficiales señaló a
Los Angeles Times que, como parte de una campaña
psicológica que se intensificó el año pasado, la fuerza de
operaciones había comprado un diario iraquí y asumido
el control de una radio, y que los usaba para enviar mensajes
pronorteamericanos al pueblo iraquí.
Coalición resquebrajada
En tanto la inteligencia militar intenta "levantar la imagen
de la ocupación en la prensa", la coalición de fuerzas que
acompañó a las de Estados Unidos en la invasión y ocupación de
Irak se está resquebrajando, con lo cual se dificultan los
esfuerzos de Washington por garantizar la seguridad en el país
y se incrementan las presiones públicas en demanda de una
retirada pronta.
Según informó el jueves la agencia Associated Press, aunque muchos países que han enviado contingentes pequeños y
mayormente simbólicos insisten en que no tienen planes de
retirada, dos naciones europeas - Bulgaria y Ucrania -
anunciaron que comenzarán a retirar este mes a sus unidades en
Irak, que suman un total combinado de unos 1.250 hombres.
Entretanto, importantes países aliados como Australia, Gran
Bretaña, Italia, Japón, Polonia y Surcorea ponderan también la
posibilidad de reducir o retirar sus fuerzas, algunos
de ellos a principios o mediados del nuevo año.
De llevarse a la práctica tales planes, la coalición
perdería en los próximos meses más de 15.000 hombres, lo
cual representaría un duro revés para el Pentágono, que
actualmente entrena a los soldados iraquíes para que asuman
las tareas más peligrosas del mantenimiento de la paz, como
parte de una estrategia para el eventual repliegue de sus
fuerzas.