a
operación se realizó cuando las agencias internacionales
reportaban que
la muerte de de tres marines elevaban a 1.100
soldados las bajas norteamericanas en Irak.
Según Reuters los rebeldes se habían " hecho con el control de las principales ciudades y de otras secciones de Ramadi". "He visto
aproximadamente 400 hombres armados controlando las calles, algunas de las
cuales estaban controladas antes por los americanos", señaló su
corresponsal en Bagdad.
El Pentágono y el comando central
norteamericano en Irak negaron posteriormente esta operación de copamiento
relámpago de la ciudad de Ramadi (difundida por la amyoría de las agencias
internacionales) , una ciudad considerada clave en el despliegue logístico y
operacional de la resistencia iraquí.
Los habitantes de Ramadi, a 110
kilómetros de la capital iraquí, señalaron, por su parte, que varias decenas de
rebeldes bombardearon la base estadounidense y se desplegaron por las calles
de la ciudad durante 45 minutos antes de retirarse voluntariamente.
Ramadi, uno de los bunkeres rebeldes sunitas, fue escenario hace algunos días de
una importante operación militar represiva iraquí-estadounidense, luego de
la cual el mando militar invasor anunció la toma y control de la
localidad.
La acción relámpago de la resistencia
iraquí fue interpretado como una operación de acción psicológica orientada a
mostrar su capacidad operativa con vistas a los comicios electorales del 15 de
diciembre, donde los militares estadounidenses estiman que habrá una escalada
de ataques y atentados similares a las elecciones de enero pasado.
Según la agencia AFP, " ante la
inminencia de las elecciones, el ataque rebelde llevado a cabo a la luz del día
constituye un golpe psicológico para los responsables de la seguridad iraquí,
que pusieron en marcha numerosas operaciones en la provincia rebelde de Al-Anbar
para favorecer el voto libre".
El jefe del Estado Mayor contradice
a Bush

Por su parte (y contrastando con el
"optimismo" expresado por Bush respecto de las fuerzas colaboracionistas) el
jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense, el General Peter Pace, señaló que
el ejército norteamericano a contribuido a distorsionar la percepción pública
de la capacidad de combate del ejército iraquí, aliado en la lucha contra
los "insurgentes".
"Nos hemos hecho un flaco favor en la forma en la que hemos definido nuestro
seguimiento de las fuerzas iraquíes", afirmó el general el pasado jueves en la
Universidad de Defensa Nacional, en su primer discurso público desde que
el 1 de octubre asumiera el mando del Estado Mayor Conjunto, cerebro de las
operaciones en Irak.
"En un intento de precisar nuestras operaciones, de concedernos una medida que
todo el mundo pudiera entender, nos hemos perjudicado a nosotros mismos y a
todos los que nos han querido escuchar".
Este comentario surgió a raíz de una
pregunta frecuente en los especialistas norteamericanos: "¿Cómo es posible
que exista solo un batallón iraquí capaz de realizar operaciones
independientes?".
Con esto, Pace se refiere al asombro público que tuvo lugar cuando el
General George Casey, comandante supremo de las tropas estadounidenses en Irak,
declarara ante el Congreso, el pasado septiembre, que el número de batallones
iraquíes calificados de "nivel uno" -capaces de operar sin la ayuda
estadounidense- había descendido de tres a uno.
Los congresistas interpretaron que
los colaboradores iraquíes estaban perdiendo la batalla contra la resistencia
.
Los comentarios del General Pace llegan 24 horas después de que el Presidente
Bush informara en profundidad de la estrategia de las fuerzas norteamericanas
para conseguir la "victoria en la guerra contra Irak".
El general Pace, contradiciendo el discurso triunfalsita del presidente de EEUU,
indicó que las unidades iraquíes no son capaces de combatir a los rebeldes sin
ayuda, y afirmó que incluso algunos batallones estadounidenses tampoco
alcanzan el mencionado nivel de independencia.
Contexto de violencia ascendente

En tanto, y en un contexto de
violencia ascendente, el líder radical chiíta Moqtada Sadr criticó duramente el
discurso de Bush y afirmó que "el pueblo iraquí quiere ese calendario" de
retirada.
"Ese discurso fue una afrenta a la opinión pública internacional, a las Naciones
Unidas y al pueblo iraquí, que ha pedido un calendario de retirada de las tropas
de ocupación", añadió Sadr.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Bagdad solicitó el jueves la liberación
inmediata e incondicional del estadounidense Thomas Fox, secuestrado junto a
dos canadienses y un británico, todos ellos empleados de una organización
humanitaria en Bagdad.
"El gobierno de Estados Unidos no hace concesiones a los secuestradores",
subrayó la embajada estadounidense en un comunicado.
La Organización No Gubernamental Peacemaker Teams para la que trabajan los
cuatro secuestrados también hizo un nuevo llamamiento en favor de su liberación,
algo que también solicitó el comité de los ulemas musulmanes (sunitas) de Irak.
A los cuatro rehenes citados se une la arqueóloga alemana Susanne Osthoff,
que desapareció el viernes en territorio iraquí junto con su chófer.
Berlín informó que está intentando
ponerse en contacto con sus secuestradores.
La violencia contra civiles y personalidades políticas sunitas también prosiguió
el jueves con la muerte de un responsable del Partido Islámico, Nuzad Taher
Tawfic, de 29 años, secuestrado y posteriormente ejecutado por desconocidos.
Una coalición electoral sunita, el Frente iraquí de la concordia, pidió a las
fuerzas estadounidenses que se retiren de las ciudades rebeldes antes del 15
de diciembre para permitir que se lleven a cabo sin problemas unas
elecciones en las que la comunidad sunita decidió participar.