(IAR-Noticias)
10-Dic-05 Agencias
Cuatro soldados estadounidenses murieron
el sábado en ataques diferentes ocurridos en Bagdad, el mismo día
que secuestradores de activistas
de paz de un grupo cristiano fijaron como plazo final para la liberación de
todos los prisioneros en cárceles iraquíes, o para ejecutar a los cautivos, en
caso de una negativa de las autoridades.
Dos de los soldados murieron por fuego de armas pequeñas al suroeste de
la capital, informó el comando militar norteamericano en un comunicado.
Los
otros perdieron la vida al estallar una bomba junto a un camino en la
población suní de Azamiyah y por fuego de armas pequeñas al norte de la
capital, informó el comando militar.
Los ataques ocurrieron cinco días antes de las elecciones
nacionales.
Un soldado estadounidense murió y 11 más resultaron heridos por un
atentado suicida con coche-bomba, contra una unidad militar en el
occidente de Bagdad, informaron el sábado fuentes castrenses.
El atentado, que dejó también herido a un civil iraquí, ocurrió la
noche del viernes en la zona de Abu Ghreib, conocida por encontrarse en ella un
presidio donde los ocupantes norteamericanos torturaron, maltrataron y
ultrajaron a decenas de reclusos iraquíes.
El sitio en Internet Iraq Coalition Casualties, basado exclusivamente en
datos suministrados por el Pentágono, cifra en dos mil 139 el número de
militares norteamericanos que han perdido la vida en Iraq desde que comenzó la
invasión en marzo de 2003.
Sólo en estos 10 días de diciembre el número de víctimas fatales alcanza las
26, a un promedio diario de 2,6.
Por otra parte, trascendidos en
Bagdad dijeron que la 101 División
Aerotransportada, tropa de elite, se prepara para custodiar las elecciones
parlamentarias iraquíes previstas por el próximo día 15.
Mientras, el Ministerio iraquí de Interior señaló que carecía de
información sobre la suerte de los cuatro activistas de la paz secuestrados
hace dos semanas en Bagdad.
La Brigada Espadas de la Rectitud estableció el plazo de hoy para matar
al británico Norman Kember, de 74 años de edad, al estadounidense Tom Fox,
de 54 años, y a los canadienses James Loney, de 41, y Harmeet Singh Sooden,
de 32.
Los captores exigieron a Estados Unidos y a las autoridades iraquíes
poner en libertad a todos los detenidos por razones de seguridad.
El gobierno anunció el sábado la puesta en libertad de unos 240 detenidos de
las cárceles de Abu Ghraib y de Camp Bucca. Pero la portavoz de la embajada
de Estados Unidos Liz Colton precisó que la liberación había sido
planificada desde hacía semanas y nada tenía que ver con las peticiones de
los secuestradores.
En otro episodio de violencia, un contratista egipcio fue hallado
muerto el sábado, al día siguiente de su secuestro a punta de
pistola, dijo la policía.
El cadáver de Ibrahim Sayed Hilali apareció en Beiji, al norte de
Tikrit, dijo el teniente coronel de policía Muthana Hamdi.
Hilali vivía desde hacía mucho tiempo en la ciudad y no se sabía con
certeza quién era su empleador, dijo la policía.
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