El
gobierno de Estados Unidos ha intensificado el espionaje aéreo
con aviones no tripulados sobre territorio iraní para buscar pruebas de las
actividades nucleares de ese país, dijo ayer el diario The Washington
Post.
La administración Bush ha estado enviando pequeños
aviones sin tripulación que emplean radares, cámaras de video y fotográficas y
filtros de aire en busca de pruebas de que Irán fabrica armas nucleares, según
funcionarios no identificados, añadió.
“El
espionaje aéreo es el que corresponde normalmente a la preparación militar
para un eventual ataque aéreo, y también se emplea como herramienta de
intimidación”, puntualizó el Post.
El diario indica que fuentes diplomáticas
estadounidenses y europeas han indicado que el gobierno de Irán ya ha
protestado contra las incursiones de aviones robot estadounidenses.
Otros
funcionarios señalaron que el gobierno de George W. Bush, que desde
mediados de 2002 afirmó que tenía pruebas de que Irak poseía armamento
nuclear, biológico y químico, lleva a cabo una reevaluación de lo que conoce
sobre el arsenal y la situación política en Irán.
En
semanas recientes Bush, el vicepresidente Dick Cheney y la secretaria de
Estado, Condoleezza Rice, han indicado a Irán que detenga su programa nuclear.
“La
pauta y el tono de los comentarios del gobierno son similares a las
alegaciones hechas en 2002 acerca de las ‘armas de destrucción masiva’ de
Saddam Hussein”,
señala The Washington Post.
Irán
rechazó nuevamente la exigencia europea de que
suspendiera la construcción de un reactor de agua pesada a cambio de un
reactor nuclear de agua liviana.
Los
expertos estadounidenses sostienen que las instalaciones nucleares de Irán
forman parte de un programa para la construcción de armas atómicas,
señala el Post.
Las
plantas atómicas iraníes podrían emplearse para enriquecer uranio, un proceso
crucial para la construcción de armas atómicas. El uranio enriquecido de bajo
grado se usa como combustible en los reactores de energía nuclear, pero un
enriquecimiento mayor lo hace adecuado para armas.
Según The Washington Post, el Consejo de Seguridad
Nacional de Irán decidió que no emprendería acciones militares para
derribar esos aparatos, lo cual se ha interpretado como una muestra de que
el gobierno de Teherán no cree que un ataque estadounidense sea inminente.