Siria
rechazó hoy las acusaciones de la oposición libanesa que responsabilizó a
Damasco del asesinato del ex primer ministro de Líbano Rafic Hariri, muerto el
lunes junto a otras 14 personas en un atentado con coche bomba en Beirut.
El
ministro de Información sirio, Mahdi Dajlala, fue el más directo en defender a
su país, al considerar que las acusaciones "tienen como objetivo desviar la
atención de los verdaderos autores, que son los enemigos de Líbano".
Dajlala,
en una entrevista con la televisión Al Yazira, no precisó a quiénes acusa de ser
"enemigos de Líbano", aunque en Siria tanto la prensa como las autoridades
suelen vincular los atentados en Líbano con Israel, con el que Damasco está en
teórico estado de guerra.
El
vicepresidente sirio, Abdel Halim Jadam, que hoy viajó a Líbano para dar el
pésame, también señaló a los "enemigos de Líbano y de los árabes", y dijo que
"los autores del atentado quieren asesinar la paz en Líbano".
La prensa oficial siria no se refirió, sin embargo, a las acusaciones contra
Damasco, cuyo régimen es el principal árbitro de la política en Beirut, aunque
el diario Tishrin acusa directamente a Israel por ser "el único al que le puede
beneficiar una situación de anarquía y debilidad en Líbano".
"Israel
aún se esfuerza para sabotear los planes para la reconstrucción en Líbano"
después de la guerra civil libanesa (1975-90), insistió Tishrin, órgano del
gobierno sirio.
Tanto
Jadam como Dajlala, además de la prensa siria, coincidieron en que Hariri "era
querido amigo" de Siria, y uno de quienes favorecen el mantenimiento de
relaciones distinguidas con ese país que tiene unos 15.000 soldados en
territorio libanés.
"El
asesinato de Hariri es un día negro tanto para Siria y Líbano como para el mundo
árabe", recalcó el ministro de Información, que insistió: "Quien quiera una
completa retirada del Ejército sirio de Líbano tiene que fortalecer la
estabilidad en ese país".
Dajlala
recordó que su país ha retirado sus tropas de la mayor parte del territorio
libanés, y lamentó el hecho de que "varios enemigos (de Damasco) están
dispuestos a acusar a Siria sin pruebas".
Tras
una reunión anoche en la casa de Hariri en Beirut, los líderes de la oposición
libanesa responsabilizaron tanto al régimen del presidente libanés, Emile Lahud,
apoyado por Siria, como a Damasco del atentado del lunes.
También exigieron una investigación internacional sobre el atentado, y que Siria
retire sus fuerzas del territorio libanés antes de las elecciones parlamentarias
de mayo próximo y deje de intervenir en los asuntos de Líbano.
La
oposición libanesa intenta conseguir que Beirut y Damasco apliquen la resolución
1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el pasado septiembre con apoyo
de EEUU y Francia, que pide que Siria ponga fin a su presencia militar en
Líbano.
El
portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, anunció el lunes que Estados Unidos
"consultará con otros Gobiernos en la región y con el Consejo de Seguridad
acerca de las medidas que pueden adoptarse para castigar a los responsables del
atentado terrorista" en Líbano.
McClellan afirmó que, hasta el momento, su Gobierno desconoce quién puede estar
detrás del asesinato y no quiso conjeturar si Siria -el poder "de facto" en
Líbano- o Irán podrían ser responsables.
Sin embargo, condenó con contundencia la presencia siria en Líbano.
En
medios de la oposición se recuerda que Hariri abandonó el cargo de primer
ministro en octubre pasado tras diferencias con Lahud, causadas por las
presiones de Damasco en favor de la prórroga por otros cuatro años del mandato
del presidente.
Hariri,
primer ministro entre 1992 y 2004, a excepción del corto intervalo en que la
cartera fue ocupada por Salim Hoss (de 1998 a 2000), se oponía a esa prórroga
del mandato de Lahud, con quien nunca se entendió, aunque empujado por Siria
votó a favor de ésta.