El régimen pro sirio de Líbano se
dirigía el domingo hacia un enfrentamiento con la oposición, que exige la
retirada de las fuerzas sirias del país, mientras la ONU insiste en el envío de
un equipo de expertos para investigar el asesinato del ex primer ministro Rafic
Hariri.
La oposición convocó a una manifestación de estudiantes el lunes, una semana
después del asesinato de Hariri. La movilización coincidirá con la cumbre de los
presidentes norteamericano George W. Bush y francés Jacques Chirac en Bruselas.
Bush y Chirac ejercen presiones cada vez más fuertes sobre Líbano y su tutor
sirio, y reclaman que la investigación del asesinato se lleve a cabo en forma
independiente.
Descontento con esta iniciativa, el gobierno libanés indicó que iba a pedir
"explicaciones" a Naciones Unidas tras el anuncio de que un irlandés fue elegido
para dirigir una comisión de investigación de la ONU sobre el atentado que dejó
15 muertos.
"Se trata de una investigación para esclarecer (...) pero forma parte ante todo
de las presiones internacionales sobre Líbano", según el diario libanés de gran
tirada An Nahar.
Una delegación de la oposición tiene previsto reunirse la noche del domingo con
el presidente pro sirio del parlamento Nabih Berri para exigir un debate general
el lunes en la asamblea sobre una de sus principales reivindicaciones: la
renuncia del gobierno y el nombramiento de un gabinete de "transición".
Este gabinete se encargaría de supervisar las elecciones legislativas previstas
en pocos meses y una retirada de las tropas sirias de Líbano.
"Contamos con el efecto de bola de nieve de la manifestación del lunes", declaró
a la AFP el diputado de la oposición Antoine Andraos.
Seis movimientos estudiantiles convocaron a una gran manifestación desde "el
lugar del crimen", donde fue asesinado el ex Primer Ministro en el corazón de
Beirut.
Por su parte, los canales de televisión locales observarán un minuto de silencio
el lunes a las 12H58 locales (10H58 GMT), la hora precisa de la explosión que
mató a Hariri.
Mientras tanto, miles de personas continúan visitando cada noche la Plaza de los
Mártires, donde se encuentra la sepultura de Rafic Hariri, coreando: "¡Siria
afuera!", "Sólo queremos en Líbano al ejército libanés".
Las autoridades libanesas lanzaron una advertencia contra cualquier perturbación
del orden público, recordando que se necesitaba una autorización para
manifestarse.
En este clima de tensión, se multiplican los llamamientos a favor de una
comisión de investigación independiente, como pide el Consejo de Seguridad de la
ONU.
El rey Abdalá II de Jordania abogó por una investigación "neutral" del asesinato
de Hariri.
El atentado contra Hariri tuvo hasta ahora como una de sus consecuencia más
importantes a nivel internacional el enfriamiento de las relaciones entre
Francia y Líbano. Ministros libaneses acusaron el sábado al presidente francés
Jacques Chirac de "conducir la batalla" de la oposición.
Por último, el diario gubernamental sirio Techrin acusó el domingo a Israel y
Estados Unidos de llevar a cabo "una campaña para intimidar" a Damasco y Beirut
luego del atentado.