La
petición figura en una "carta abierta" dirigida por un grupo de 200
intelectuales, escritores y artistas sirios al presidente Bachar Al Asad, una
iniciativa a la que se sumó la solicitud de un diputado independiente de que el
Parlamento abra un debate sobre la presencia militar en el vecino país.
"Los
soldados sirios deben retirarse del Líbano para mantener los intereses de ambos
pueblos hermanos", reza el mensaje de los representantes de la sociedad civil al
líder sirio, del que EFE obtuvo una copia.
Por su
parte, el diputado independiente Hashem Al Akad, de 44, comentó en declaraciones
a EFE que planea proponer la creación de una comisión especial "para estudiar en
el Parlamento la magnitud de las perdidas que Siria ha tenido en El Líbano".
"Siria
no está logrando beneficios en El Líbano. Nosotros gastamos millones de dólares
(en El Líbano), y eso los libaneses lo deben saber bastante bien", opinó el
parlamentario, contactado por teléfono.
La
cascada de reacciones a las críticas que recibe Siria por su presencia en El
Líbano tras el asesinato de Hariri -del que la oposición libanesa culpa en
bloque a Damasco-, no se detuvo en esas dos declaraciones.
En otro
comunicado divulgado en esta capital, más de treinta intelectuales y activistas
sirios de defensa de los derechos humanos expresaron a sus colegas libaneses el
respaldo "a vuestra demanda de retirar las tropas sirias de vuestro país a fin
de restablecer los lazos sirio-libaneses".
Estas
peticiones son insólitas en Damasco, donde el régimen ha mostrado hasta ahora un
carácter monolítico y las criticas y posturas disidentes de la línea oficial han
sido prácticamente inexistentes en las más de cuatro décadas que el partido
gubernamental Baz ocupa el poder.
El
nuevo aire liberalizador que parece haber provocado en Damasco el proceso
desencadenado por el magnicidio se refleja también en medios de prensa privados.
En el editorial de su último numero, la revista Al Dabur llega a pedir al
Gobierno que "trabaje adecuadamente y corrija su ruta, o que se vaya".
"Se
supone que usted (el Gobierno) debe ser el primero en velar por nuestros
intereses y futuro, pero si quienes se quejan superan en número a quienes le
respaldan, mejor debería irse", recalca la publicación.
Tampoco
han faltado posturas a la defensiva del sector mas conservador del régimen,
apenas un día después de que el secretario general de la Liga Arabe, Amro Musa,
anunciara el lunes tras entrevistarse con Asad que Siria realizará pronto
"nuevos pasos" en la retirada de los 14.000 soldados que mantiene en El Líbano.
Un
grupo de abogados y periodistas de la facción inmovilista anunció procedimientos
legales contra el parlamentario y líder opositor libanés Walid Yumblat, por
"insultar a Siria" en sus últimas declaraciones.
"El código penal sirio permite un pleito contra Yumblat debido a que tiene una
residencia en Damasco", señaló el periodista de televisión Nidal Zaghbour, una
de los integrantes de la campaña contra el líder druso libanés.
Jumblatt fue uno de los dirigentes libaneses más duros en culpar a Damasco del
magnicidio, además de exigir la dimisión del Gobierno libanés pro sirio y que
calificó de "ese grupo de criminales que cometió el asesinato de Hariri, esa
autoridad importada, nombrada por los servicios secretos sirios".