Más
de 300 cuerpos han sido recuperados hasta el momento de debajo de los escombros
en el sureste iraní, si bien las autoridades temen que la cifra de víctimas
mortales del terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter que hoy sacudió la
región de Kerman, pueda llegar a 500.
Según
Husein Amiri, diputado por la ciudad de Zarand, epicentro del seísmo, hasta la
tarde del martes se habían contabilizado 302 cadáveres.
Tanto
Amiri como el director del Departamento Forense de Kermán, Masud Kaderi,
pronosticaron que la cifra de víctimas mortales puede superar los 500 debido a
que varias de las aldeas afectadas por el terremoto han quedado totalmente
destruidas.
"Las
operaciones de rescate continúan pero las dificultan las condiciones climáticas
y la naturaleza montañosa de la zona", dijo Amiri, citado por la agencia iraní
de noticias, IRNA.
Fuentes iraníes citadas por la televisión estatal afirmaron que algunas de las
aldeas afectadas "aún son inaccesibles", y que el Gobierno se esfuerza para
ofrecer "lo más pronto posible" tiendas de campaña y material humanitario a los
damnificados.
"Los
sobrevivientes necesitan urgentemente tiendas de campaña, estufas y mantas",
dijo por su parte el gobernador de Zarand, Seyed Javad Rashidi, y afirmó que
"efectivos de las Fuerzas Armadas, del Basij (voluntarios) y de la Media Luna
Roja son los que realizan las operaciones de rescate".
Los medios iraníes (televisión, radio y agencias) están ofreciendo cifras
contradictorias sobre el alcance real del terremoto.
La
agencia Estudiantil Iraní (ISNA) señaló que "el grado de destrucción en los
pueblos de Hudcan y Daghuyeh hace prever que no se pueda encontrar
supervivientes bajo los escombros".
Fuentes hospitalarias afirmaron, entretanto, que el departamento forense de
Kerman ha emitido más de 350 permisos de entierro durante la tarde del martes.
Las
fuentes médicas habían asegurado en un principio que había cinco mil heridos,
pero desde la gobernación de Kerman rebajaron más tarde esta cifra a un millar y
dijeron que los cinco mil fueron personas que acudieron a recibir atención de
primera urgencia.
La
televisión iraní Al Alam ha emitido imágenes de una localidad prácticamente
arrasada con sólo unos pocos edificios en pie, así como de ambulancias y de
aldeanos que ayudaban a los equipos de rescate mientras buscaban cadáveres.
Fuentes
iraníes señalaron que las aldeas de Hotkan y Januk Motaharabad figuran entre las
más afectadas, mientras que la agencia IRNA indicó que el seísmo también afectó
otras ciudades vecinas de Zarand, como Yazd, Meybod y Behabad.
Más de
47 replicas del terremoto han sido registradas hasta la tarde del martes, según
el Instituto Sismológico de la Universidad de Bahner, en Kerman, cuyos
responsables no descartan que ese número se eleve a un centenar en las próximas
horas.
El
seísmo se produjo catorce meses después de que el 26 de diciembre de 2003 un
terremoto de 6,7 grados en la escala abierta de Ritcher mató a más de 30.000
personas en la ciudad medieval iraní de Bam, en Kerman, cerca de la frontera con
Afganistán, que quedó prácticamente destruida.
Irán se
encuentra en una zona donde confluyen dos grandes placas y por ello sufre de
forma frecuente terremotos en su territorio nacional, el más grave de ellos
registrado en 1990 en la ciudad septentrional de Gilan, donde murieron más de
50.000 personas.